PEUGEOT 308 SW

Las formas musculosas delatan la figura de este familiar donde llama la atención el frontal con su generosa parrilla, que le otorga una mayor fuerza visual y a la que acompañan por unos antinieblas -integrados en el paragolpes - que cambian sus formas redondeadas por unas más rectangulares. Completan el característico morro sus faros alargados y estirados prácticamente hasta el montante de los pasos de rueda delanteros. En la zaga todas las líneas confluyen hasta el portón, cuya parte superior presenta una luneta abombada, que ahora cuenta con la ventaja de abrirse por separado. Los grupos ópticos se muestran más contundentes que el 307 SW, ya que alargan su figura hasta el montante trasero otorgando a esta versión de carrocería de una imagen más compacta y robusta.

Los diez centímetros más de batalla respecto al modelo de 5 puertas - fruto de un mayor voladizo trasero de 12 centímetros - ha logrado otorgarle un interior más amplio que la berlina convencional, con el objetivo de adaptarlo a su mayor capacidad para el transporte de pasajeros construyendo un habitáculo con un mayor desahogo. De hecho los pasajeros situados en las plazas traseras con tres verdaderos asientos individuales, desplazables, abatibles y extraíbles. Las mencionadas plazas ganan respecto al 307 SW en espacio para las piernas como en anchura para los hombros - pues la ganancia en espacio en este sentido ha sido de 5,3 centímetros -. En la segunda fila los asientos ya no son tan estrechos y continúan ofreciendo buenas dosis de funcionalidad, ya que cada uno puede desplazarse unos 9 centímetros y sus respaldos se inclinan hasta en siete posiciones. Además en el respaldo de cada butaca contamos con una superficie rígida, que entre otras cosas sirven para depositar objetos tales como vasos. Incluso en los respaldos de las plazas delanteras podemos extraer dos prácticas mesitas plegables. Además si aún necesitamos más espacio se pueden montar de manera opcional dos plazas supletorias, también desplazables, abatibles y extraíbles (por un precio de 519 a 569 euros, según impuesto de matriculación). La modularidad es tal que podemos jugar con el interior del 308 SW hasta convertirse en una sala de estar e nuestro gusto. El hecho de contar con una mayor longitud que el 307 SW de seis centímetros le ha permitido ganar en capacidad del maletero que parte de los 508 litros en la posición de 5 plazas hasta los 1.736 litros (hasta el techo) si retiramos las dos filas de asientos de las plazas traseras. Dicho maletero no es sólo grande sino también cómodo y accesible, gracias a su borde de carga de tan sólo 55 centímetros, además de bien proporcionado y práctico donde no faltan la red de sujeción para la carga o los prácticos ganchos para sujetarla. En este sentido en Puegeot han pensado en todo momento en las necesidades familiares. Más aún si vemos que el portón cuenta ahora techo practicable, un elemento que resulta de lo más útil a la hora de cargar bolsas cunado las plazas de parking resultan estrechas. Al igual que su antecesor cuenta con un Sky Window o un techo solar panorámico que ha incrementado su volumen hasta alcanzar los 1,68 m2 (1,33 metros cuadrados el 307 SW). Toda una inmensa pantalla al cielo, que se extiende hasta pasadas la tercera fila de asientos). Una persiana eléctrica, que accionamos mediante un botón nos sirve de protección en el caso de que el sol brilla con más intensidad y se haga excesiva su luminosidad. Dicho elemento se sirva a partir del segundo acabado y cuenta con una precio que abarca desde los 480 euros hasta los 521 euros, según impuesto de matriculación conforme a las emisiones de gases contaminantes.

Para su nueva creación, Peugeot ofrece una amplia gama de motores, que incluye cinco de gasolina entre los 95 y los 150 CV y tres motores diesel con potencias de 90 y 110 en el caso del 1.6 litros HDi y de 136 caballos en el 2.0 HDi. Todos los gasolina han sido desarrollados en colaboración con BMW y cuentan en el caso de los VTi (1.4 de 95 CV y 1.6 de 120 CV) con un sistema de distribución de calado variable continuo tanto en los árboles de admisión como en los de escape, además de un sistema variable de las válvulas de admisión, que permite mejorar su rendimiento termodinámico sin aumentar los consumos. En el caso de los sobrealimentados THP recurren al turbo como elemento fundamental y disponen de inyección directa de gasolina y culata de cuatro válvulas por cilindro. Se trata pues de los 1.6 THP de 140 y 150 CV. Los motores menos potentes vienen con cinco (1.4 VTi, 1.6 VTi y 1.6 HDi de 90 CV) vienen con caja manual de cinco marchas, mientras que tanto el más potente en gasolina (1.6 THP) como los más potentes en diesel (1.6 HDi 110 CV y 2.0 HDi 136 CV) estrenan una nueva caja de cambios de seis velocidades. Por su parte el 1.6 VTi de 120 CV puede acoplar una caja de cambios manual de cuatro velocidades, la misma que incorpora el 1.6 THP de 140 CV. Aunque los estrenos no acaban aquí, ya que el más potente diesel (2.0 HDi) estrena una nueva caja de cambio automática de seis velocidades, que ha sido calibrada específicamente para este motor. Durante nuestra toma de contacto que tuvo lugar en las serpenteantes carreteras de Córcega tuvimos la ocasión de tomar contacto con el 1.6 THP DE 150 CV, así como con el 1.6 HDi de 110 CV, ambos dotados con la nueva caja de cambios manual de seis velocidades. Respecto al primero, destaca por su respuesta instantánea nada más volcar el pie sobre el acelerador, todo un hecho que gracias al turbo nos hace olvidar que estamos ante un motor por debajo de dos litros. No es como otros motores turboalimentados que pecan por ser algo lentos en sus reacciones sino que su vigorosidad se palpa al ver cómo responde, no olvidemos que a tan sólo 1.400 rpm ofrece un par de 240 Nm . Su elasticidad y empuje queda corroborada por un cambio manual de seis velocidades de buen tacto y precisos desarrollos. En cuanto al 1.6 HDi de 110 CV, se trata de un viejo conocido que ha sabido resistir al tiempo demostrando su equilibrio y solvencia en todos los productos de la marca del león que ha venido acoplado. Aunque no es un motor pleno de potencia en cuanto a que se muestra deportivo, cumple su cometido con solvencia. Gran parte de este buen comportamiento lo genera su caja manual de seis velocidades, con desarrollos más largos y precisos, que los del anterior 1.6 HDi con caja manual de cinco velocidades. Dicha transmisión saca todo el jugo a la mecánica sin tener que prestar tanta atención para mantener el régimen de giro apropiado, ya que resulta rápida, suave y precisa. Suave y poco rumoroso su entrega se hace patente desde las 1.500 vueltas hasta prácticamente superar los 4.500 rpm, todo una delicia de funcionamiento. Desde Peugeot también se han preocupado de recudir las emisiones de C02 como el consumo de carburante, - que han cifrado en 0,2 litros por cada 100 km y casi 5 gr/km -, gracias a la dotación en las versiones 1.6 HDi diesel como en lña 1.6 VTi de 120 CV de gasolina de unos neumáticos desarrollado por Michelin, que reciben el nombre de Energy Saber y cuentan con medidas de 15 y 16 pulgadas.

Su bastidor es similar al 308 con una arquitectura de la suspensión compuesta por tren delantero pseudo McPherson y traviesa deformable en el eje trasero con traviesa deformable y barra antivuelco integrada, que le otorga una buena rigidez, además de un control de las vibraciones. Además su menor altura respecto al 307 SW en poco más de un centímetro - 1,3 centímetros - junto al descenso en 10 mm del centro de gravedad le ha permitido bajar respecto a éste su coeficiente aerodinámico hasta cifrarlo en 0,31 (Cx de 0,32 en el 307 SW). Sobre la carretera dicha suspensión absorbe muy bien las irregularidades del pavimento, filtra lo justo y necesario y hace aún más efectiva la conducción del 308 SW. Así pues nuestro protagonista entra bien en las curvas, gracias a una dirección de tacto agradable, que ayuda a realizar cada giro con precisión. Incluso cuando le sometemos en mayor medida al bastidor responde con facilidad a tal situación, ya que no balnceo demasiado, gira bien y se muestra en todo momento seguro.

En el apartado de seguridad va bien servidor pues al sistema ABS con reparto electrónico de la fuerza de frenado (REF) y ayuda a la frenada de urgencia (AFU). Sistemas a los que se suma el control de estabilidad a partir del segundo acabado. Dentro del habitáculo completan la seguridad los airbags frontales adaptativos, los laterales y los de cabeza delanteros y traseros, ya que el airbag de rodilla se sirve en las versiones que montan los equipamientos más completos. El resto de elementos se completa con los cinturones de seguridad con pretensores pirotécnicos y limitadores de esfuerzo. Tampoco faltan las fijaciones Isofix para las dos plazas traseras, así como en la plaza delantera ocupada por el copiloto. También se encuentra disponible, aunque sólo para la versión más equipada Premium el cambio involuntario de carril, que alerta al conductor si abandona el carril por el que circula sin conectar los intermitentes. Durante nuestra toma de contacto observamos que los frenos cuenta con un buen mordiente nada más presionar el pedal, aunque hay que acostumbrarse a su tacto.

Desde los amantes de deportes de aventura hasta los matrimonios con niños donde guardar todos sus enseres (carritos, juguetes), Peugeot ha puesto al día su forma de entender un modelo familiar donde la modularidad no tiene por qué estar reñida con el dinamismo en marcha. Más funcional y habitable que su antecesor el 307 SW, el nuevo familiar de la marca del león cuenta con todos los ingredientes para alcanzar el liderato de su categoría: funcionalidad, espacio, confort, economía de uso y dinamismo en marcha, entre otros aspectos.