Seat Ibiza 1.4 TSI 140 CV ACT 5p FR

Seat ha aprovechado el año en que se cumple el trigésimo aniversario del nacimiento del Ibiza para introducir, por primera vez en este Seat Ibiza 1.4 TSI 140 CV ACT 5p FR la tecnología Active Cylinder Manager (ACT) o lo que es lo mismo, un sistema que desconecta dos de los cuatro cilindros del motor para optimizar la eficiencia del vehículo cuando su concurso no es necesario.

Ello supone un evidente descenso de consumo y emisiones y, además, va acompañado de la exención del impuesto de matriculación ya que esta versión de gasolina del Ibiza cae por debajo de los 120 gr/km de CO2.

La tecnología de cilindros desconectables no es nueva en el grupo Volkswagen, pues también la incorporan modelos como el Volkswagen Polo Blue GT o el Audi A1. La variante que hemos probado del Ibiza, asociada sí o sí a un cambio manual de seis velocidades, tiene un precio de 20.270 euros. Ello supone un ahorro poco significativo de 700 euros con respecto a la versión convencional 1.4 TSI de 150 CV (diez caballos más), sin desconexión de cilindros y asociada en todo caso a la transmisión automática DSG.

La gran particularidad mecánica de este Ibiza que hemos probado es, por tanto, este sistema de gestión activa de cilindros ACT del motor de gasolina 1.4 TSI de 140 CV que se encarga de cerrar las válvulas de admisión y de escape de los cilindros 2 y 3 así como de cortarles el suministro de combustible cuando su potencia no es necesaria. Al mismo tiempo, los otros dos cilindros que quedan activos incrementan su eficiencia. Esta tecnología, inédita en Seat hasta la fecha, entra en acción cuando el motor gira entre 1.500 y 4.000 revoluciones y también cuando la entrega de par motor se encuentra entre los 25 y los 100 Nm.

Cuando aceleramos de forma intensa, los cilindros inactivos entran en funcionamiento automáticamente y lo hacen de forma totalmente inapreciable. Y es que, mientras conducimos, no se percibe absolutamente ningún cambio ni en comportamiento ni en sonido. El propulsor demuestra el mismo ímpetu y los niveles de sonoridad y suavidad no varían.

El motor brinda en todo momento una magnífica respuesta en bajos y presenta una gran elasticidad. Un aspecto bien pensado por los ingenieros de la marca española consiste en que, mediante un sensor situado en el acelerador y un software específico, se detecta cuándo estamos conduciendo de manera deportiva por carreteras de montaña o incluso por una rotonda, y entonces se mantienen los cuatro cilindros activos en cualquier caso aunque en ese momento el motor gire bajo de vueltas.

Gracias la tecnología ACT, el Ibiza 1.4 TSI de 140 CV con cambio manual de seis velocidades (obligatorio) proporciona unos registros de consumo muy ambiciosos, pues homologa una media de 4,7 litros cada 100 km. De esta manera, se produce un descenso medio de 0,4 litros con respecto a la versión convencional, cifra que puede llegar a ser incluso de hasta un litro en momentos puntuales. Tras conducir por ciudad, carretera interurbana, autovía y carretera de curvas, nuestros resultados fueron superiores a la media homologada, pues el registro fue de 5,8 litros. Una eficiencia que, en cualquier caso, es digna de remarcar sin que por ello se pierda rendimiento ya que el vehículo completa el 0 a 100 km/h en 7,8 segundos.

Es evidente que la ciudad es uno de los terrenos favoritos del Ibiza, por donde se mueve con gran soltura gracias a sus contenidas proporciones y a su buena maniobrabilidad. Pero sus cualidades van más allá de la simple conducción urbana. Por ello, cuando nos aventuramos por carreteras de curvas comprobamos que brinda un alto nivel de estabilidad, por encima de la media si lo comparamos con otros utilitarios equivalentes.

Y es que el fabricante español sólo comercializa la tecnología ACT de dos cilindros desconectables junto al acabado FR, por lo que nuestra unidad cuenta con los ajustes específicos de suspensión de estas variantes concebidas para ofrecer una dinámica de aires deportivos.

Las barras estabilizadoras de mayor diámetro y los muelles algo más rígidos dan lugar a una mayor firmeza de suspensión con la que se reduce buena parte de las oscilaciones de la carrocería de las versiones convencionales. Por otra parte, también se equipa de serie el diferencial electrónico XDS, gracias al cual mejora la motricidad del vehículo, sobre todo en los apoyos.

El hecho de ofrecer ciertas cualidades dinámicas deportivas no resta comodidad al utilitario de Seat. Se trata de un vehículo con un notable compromiso en este sentido, ya que ofrece un buen confort de marcha. Por otro lado, su dirección se distingue por un tacto directo y suave, generando una importante sensación de precisión en todo momento.

Del frontal del Ibiza cabe remarcar la parrilla alargada de forma trapezoidal y con estructura de nido de abeja y la entrada de aire inferior, con la que se resalta la anchura del vehículo. En esta variante FR, los paragolpes cuentan con una apariencia más enérgicaque en el resto de versiones. Por otra parte, el elaborado diseño de los grupos ópticos ha sido una de las principales obsesiones de la marca de Martorell. No hay que pasar por alto la presencia de los faros antiniebla de considerable tamaño que integran la función de iluminación en curva.

Cuando observamos el vehículo de forma lateral algunos de los elementos que más destacas los encontramos en las nervaduras que recorren la carrocería y que le aportan una inyección de personalidad. La primera va de los faros hasta la puerta trasera mientras que la segunda transcurre por los hombros del automóvil hasta los faros traseros. Los marcados pasos de rueda también juegan un papel importante en este sentido. Todo ello le confiere al Ibiza de cinco puertas un “look” dinámico y atlético a la vez que actual. En la zaga, el doble escape cobra protagonismo y define el carácter de inspiración deportiva del Ibiza FR.

Cabe señalar que este motor 1.4 TSi con desconexión de cilindros está también disponible en las otras dos carrocerías del Ibiza, la más deportiva SC de 3 puertas y la familiar ST.

Opcionalmente, este Ibiza monta el pack I-Tech (1.036 euros), que incorpora llantas de 17 pulgadas de color titanio, paquete técnico, iluminación interior específica, el navegador extraíble Seat Portable System y los faros Bi-xenon con LED delanteros y traseros. Siguiendo con las alternativas opcionales debemos destacar asimismo que la unidad de pruebas disponía de pinzas de freno pintadas en rojo (168 euros), pintura exterior verde lima (365 euros) y asientos deportivos de Alcántara (380 euros).

El puesto de conducción es bastante amplio y confortable, a lo que contribuyen positivamente los comentados asientos deportivos opcionales, que sujetan el torso de forma magnífica. La ergonomía es uno de los puntos clave a la hora de analizar el tablero del Ibiza. Su uso es muy sencillo y todo está muy a mano gracias, en parte, al hecho de que la consola central esté levemente orientada hacia el conductor. Por otro lado, el diseño es sencillo, buscando más la funcionalidad que la estética.

La amplitud del habitáculo del Ibiza se halla en la media de su segmento. La segunda fila de asientos es apta para dos personas, ya que esta zona no es lo suficientemente ancha para que tres adultos viajen de forma cómoda. En cualquier caso, esto sucede también en la mayoría de sus competidores. El espacio para las rodillas es más que correcto a no ser que en las plazas delanteras se alojen personas de altura superior a la media que obliguen a retrasar demasiado estos asientos. Esta variante de cinco puertas posee una altura al techo algo superior en las plazas traseras que en la versión SC de tres puertas.

En cuanto a calidad percibida el Ibiza ofrece un buen nivel general, con botoneras de tacto agradable reforzadas por el volante FR, aunque la presencia de plásticos duros es excesiva en diversas zonas. La capacidad de carga es bastante buena para su segmento, pues ofrece un volumen de maletero de 292 litros. Si abatimos los respaldos traseros, se logra un suelo de carga plano, lo que facilita alojar el equipaje y hace que el espacio sea más aprovechable. Entre el equipamiento de serie de esta versión se encuentran el control de estabilidad, airbags frontales, cabeza y tórax, asistente de arranque en pendientes, radio CD con MP3, control de crucero, ordenador de a bordo, climatizador, cristales oscurecidos y faros traseros de tipo LED.

La introducción de la tecnología ACT de dos cilindros desconectables en el Ibiza supone un paso al frente de la marca española en una doble vertiente, tanto tecnológica como eficiente. Gracias a ello, el utilitario de Seat combina buen rendimiento del motor 1.4 TSI de 140 CV, equilibrio dinámico entre deportividad y confort de las versiones FR y un nivel de ahorro de combustible aún más ambicioso que en las alternativas convencionales. Y todo ello sin olvidar un puesto de mando cómodo y ergonómico así como un completo equipamiento de serie.

El precio, ligeramente superior a los 20.000 euros, es correcto teniendo en cuenta la potencia y el equipamiento pero lo mejor es que, con el descuento actualmente en vigor, de 5.000 euros, y si no montamos opciones, el precio es de unos más que atractivos 15.270 euros. La unidad de pruebas, configurada con las opciones de que disponía, queda, con el descuento, en 18.213 euros.