Una renovación en la piedra angular de una compañía no es precisamente una oportunidad para experimentar sino que exige acertar de pleno para no poner en riesgo la estabilidad comercial de la empresa. Por eso, cambiar el Ibiza es una gran responsabilidad que conlleva un importante ejercicio de reflexión. No hace falta recordar que el Ibiza es el modelo más vendido en las historia de la marca catalana. Presentado en 1984, en estos 28 años se han matriculado 4,65 millones de unidades, 1,5 millones de ellas en el mercado español, dónde es líder de ventas de su segmento sin interrupción desde 1991. Casi nada. Pero para estar a la altura de productos tan o más consolidados que el subcompacto español, como el Volkswagen Polo, el Opel Corsa y especialmente los novísimos Peugeot 208, Renault Clio y Toyota Yaris, entre otros, hacía falta potenciar su competitividad y reforzar sus puntos fuertes, así como dotarlo de los últimos avances tecnológicos y de una oferta lo más completa posible, que incluye tres carrocerías, una amplia gama mecánica y el reconocido sello deportivo de Seat. El FR de la prueba es uno de los mejores ejemplos de ello, al tratarse de un compendio de las mejores virtudes de esta nueva generación.
Diseño
Sin duda, lo más destacado del Ibiza 2012 es la fuerza y la expresividad de su diseño, inspirado en los últimos prototipos de la marca y con trazos muy angulosos y afilados. Llama la atención el nuevo frontal con un capó dividido en dos mitades por una nervadura longitudinal, la nueva rejilla y un parachoques de aspecto más sólido que acentúa la anchura del vehículo y en el cual se ubican las luces antiniebla, también de nuevo diseño y mayores dimensiones en el FR. Los agresivos grupos ópticos delanteros, con luces LED integradas perfilando el perímetro exterior del faro, completan un frontal que refleja el ADN deportivo de la marca y el nuevo estilo de Seat. En la trasera, también luce una apariencia más contundente gracias al nuevo diseño del parachoques del FR, que hace que el coche sea ahora 9 mm más largo (4.066 mm) que el anterior Ibiza. Las llantas específicas de 16" (17 en opción) para el nivel de acabado Fórmula Racing acentúan el carácter dinámico de estas versiones, decoradas con detalles como las letras FR o la trama octogonal de la parrilla.
Habitabilidad
Sin grandes cambios en cuanto a dimensiones y cotas interiores, más allá de la significativa ganancia en la capacidad de la guantera, que pasa de 4,7 litros a los 10,7 actuales, más del doble, el Ibiza conserva los rasgos principales del habitáculo aunque hace gala de una mejor presencia y mayor calidad en la presentación general. Así, destaca la nueva instrumentación, de lectura más sencilla e instintiva, el nuevo diseño del volante y otros detalles menores en materiales, tapicerías y revestimientos, especialmente visibles en el FR, el acabado superior, por encima del Reference y el Style, que por vez primera está disponible en las tres configuraciones de carrocería: SportCoupé, cinco puertas y familiar ST. El tres puertas dispone de un maletero de 284 litros de capacidad, un valor que no resulta especialmente brillante en relación a la competencia.
Mecánica
La gama mecánica del nuevo Seat Ibiza es muy extensa, con nada menos que seis motores de gasolina y cuatro diésel. De entre todos ellos, el de la prueba (1.6 TDI de 105 CV con caja manual de cinco velocidades) se erige como una de las alternativas más equilibradas. Gasta 4,2 litros, emite 109 gramos -exento del I.M. - y sus prestaciones son más que correctas: 188 km por hora y 10,5 segundos en aceleración 0-100. Si bien es fácil irse a los 5,3 litros en conducción real con tramos de carretera y circulación urbana (este fue el consumo de la prueba), sigue siendo una alternativa más coherente que el 2.0 TDI de 143 CV, casi "demasiada" potencia para un Ibiza y sin duda, más consumo y mantenimiento -además de los 1.000 euros extras - cuando el rendimiento del 105 CV es ya superlativo en este coche. Su respuesta mecánica es bastante generosa y la caja de 5 marchas, aunque se echa en falta la sexta en algunos momentos, cumple bien su cometido.
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Comportamiento
El Ibiza ha sido siempre y es, en todas sus versiones, un vehículo que destaca por su dinamismo. Es bien sabido la capacidad de la marca española para poner a punto sus turismos de manera que los reglajes del chasis proporcionen precisión en la conducción sobre cualquier tipo de trazado a la vez que un óptimo grado de seguridad y confort. En el caso del Ibiza 2012, las versiones equipadas con motores a partir de 100 CV incorporan el eficaz diferencial autoblocante electrónico de Seat (XDS), un dispositivo que ofrece un plus de seguridad ante situaciones de conducción más forzadas, como es la tracción en curva. Si la electrónica detecta que la rueda del eje delantero que se encuentra en el interior de la curva pierde demasiada adherencia al trazar, se aplica un breve impulso de frenado en dicha rueda. De esta manera, el sistema es capaz de compensar la tendencia que tiene el coche a subvirar, por lo que la conducción es más neutral, segura y aumenta la capacidad de tracción. La agilidad dinámica de las versiones deportivas FR es superior al resto de la gama gracias a la presencia de barras estabilizadoras de mayor diámetro y a la utilización de unos muelles de suspensión más rígidos. En suma, despliega un comportamiento ejemplar con un aplomo y una estabilidad excelentes que permiten velocidades de paso por curva ciertamente elevadas.
Seguridad
A la presencia del control de estabilidad ESC, que se incluye de serie, y el citado XDS, que hace las veces de un bloqueo mecánico del diferencial, hay que sumar un potente equipo de frenos y una dirección electrohidráulica de serie con una relación deportiva. Se distingue por la precisión perceptible al volante, su rápida respuesta, y por la fidelidad del guiado del coche a la conducción en recta. Además, se añade también desde la versión básica ABS, EBA, airbag frontal conductor y acompañante, airbag cabeza-tórax, desconexión de airbag de pasajero, sistema dual de asistencia en frenada, testigo acústico y luminoso de cinturón desabrochado, anclajes Isofix en los asientos posteriores con preparación anclaje Top Tether y kit reparapinchazos, entre otros.
Valoración final
En general, la línea del Ibiza ha ganado en modernidad y agresividad, pero sobre todo el coche ha ganado en competitividad frente a sus rivales del segmento, al disponer de mayor dotación de equipamiento y un precio inferior, que la marca estima en unos 500 euros de media a igualdad de dotación y acabado. Gracias a este esfuerzo, Seat seguirá obteniendo grandes réditos comerciales del Ibiza por su excelente relación entre precio, equipamiento, dinamismo, imagen y calidad. La nueva gama del Ibiza 2012 está disponible desde 11.950 euros y la tarifa oficial de la versión probada es de 18.110 euros, aunque la marca ofrece una campaña de lanzamiento de 1.500 euros de descuento.
Hay que saber ciertas cosas antes de escribir lo que a uno le parece. ¿Quién dice que SEAT fuera de España no vende? Que se informe quien hace estos comentarios dado que en España se venden (siendo el coche mas vendido casi todos los (últimos) años) el 20 de los SEAT que se fabrican, el 80 se van para fuera, pero seguramente los desguazaran nada mas salir de fabrica ya que parece ser que esta marca está muerta fuera de este país