Toyota Yaris Híbrido: Único en su género

Con unas ventas acumuladas de más de 2,5 millones de unidades en Europa el Yaris es el buque insignia de la casa japonesa. Tras el lanzamiento del Auris híbrido, el Yaris con esta tecnología es el segundo modelo de Toyota en equipar el rediseñado sistema híbrido HSD. A lo largo de 2012 la gama híbrida de Toyota contará con cinco modelos: Yaris, Auris, Prius, y los que se sumarán en breve: Prius+ y Prius Plug-in híbrido.

Como ocurre con el resto de vehículos de sus características, la clave de su oferta se basa en un consumo de combustible fósil muy bajo, 3,1 litros a los 100 kilómetros de media promete Toyota en el Yaris, unas bajas (79 g/km) o inexistentes emisiones y un reducido coste de mantenimiento. Motivado, entre otras cosas, porque este tipo de vehículos carecen de elementos como: embrague, motor de arranque, alternador y los engranajes y correas correspondientes. Además, como para recargar sus baterías se aprovecha de las retenciones al decelerar los frenos sufren menos desgastes.

Solo hay dos variantes de acabado en el Yaris híbrido: Active y Advance, a unos precios que están en el entorno de sus modelos equivalentes con motor gasolina o diesel.

PVP Yaris Híbrido Active: PVP 15.900 euros Yaris Híbrido Advance: PVP 17.600 euros

Diseño exterior

La versión híbrida del Yaris mantiene gran parte del ADN de la tercera generación presentada a finales del 2011. Ofrece una combinación entre diseño exterior compacto con un interior práctico y espacioso. Se distingue de las demás versiones con retoques estéticos exclusivos. Por ejemplo, combina un nuevo diseño de paragolpes frontal más agresivo, que resulta 20 milímetros más saliente, enfatizado por las luces LED específicas de esta versión. La sección central del paragolpes aloja una rejilla trapezoidal inferior más grande que mejora la refrigeración del motor y refuerza la imagen de un vehículo con bajo centro de gravedad. La parte superior de la rejilla del radiador es ahora más fina y en ella se resalta el emblema característico azul híbrido de Toyota. Los faros delanteros, de tipo proyector, exclusivos del Yaris Híbrido, muestran unas "cejas" cromadas bordeadas por una "guía luminosa" de LED y luces LED de circulación diurna.

En la parte trasera, el portón con el emblema azul híbrido incorpora una nueva luz de freno superior de tipo LED, mientras que los pilotos posteriores con cristales en tonos claros incorporan luces LED de posición y de freno. El Yaris Híbrido está disponible con una selección de embellecedores de ruedas aerodinámicos y llantas de aleación de aluminio de 15 o 16", así como una gama de ocho colores de carrocería, incluido el nuevo acabado Blanco Glaciar Perlado específico del modelo.

Habitabilidad

Como ya hemos mencionado en contactos y pruebas de la tercera generación de este modelo, los 5 cm. de más que ha ganado en batalla y los 3 que se ha incrementado la anchura de su monocasco hacen que se pueda aprovechar mucho mejor que en su antecesor el espacio interior. También influye que los respaldos de los asientos son más delgados pero si perder confort. Eso y que el salpicadero y paneles de las puertas quedan más pegados a la chapa que cubren. Paneles de plástico que si bien han dado un salto cualitativo con respecto a anteriores generaciones del Yaris, nos dio la sensación de que en su caso los paneles exclusivos incorporados al salpicadero de esta versión híbrida mostraban un tacto demasiado duro y frio. Sensación que quedaba en parte compensada por la calidez que aporta el techo solar acristalado.

El maletero aunque ha visto incrementada su capacidad hasta los 286 litros con respecto al Yaris de 2ª generación (abatiendo los respaldos de la segunda fila, algo que puede hacerse asimétricamente en proporción 60/40, alcanza hasta los 768 litros) en ocasiones no se puede aprovechar al 100% al quedar dividido en dos alturas mediante un panel removible. Lo que encajona mucho su plano de fondo.

Mecánica

Como en el resto de los Toyota híbridos la batería que mueve el motor eléctrico se recarga automáticamente mediante las retenciones y frenadas del vehículo. El nuevo sistema híbrido combinado "Full Hybrid" (adosado al motor de gasolina 1.5 l. de cuatro cilindros 16 válvulas que proporciona 74 CV) es de menor tamaño y cuenta con una batería de hidruro de níquel de 144 V que resulta notablemente más pequeña que la del Auris. También incorpora un sistema más eficiente de gestión de la energía eléctrica del vehículo y el número de celdas se ha reducido de las 168 de la batería del Auris a solo 120. Van dispuestas en 20 módulos conectados en serie. Gracias a ello, se ha reducido el volumen un 20% y el peso en 11 kg, lo que ha permitido instalarla bajo la base de los asientos traseros sin restar espacio del maletero. A pesar de esta reducción de tamaño y de peso, la eficiencia de recarga de la batería ha mejorado, y el tiempo de recuperación de la carga se ha reducido un 67% con respecto a la del Auris.

A raíz de la reducción de la corriente y el voltaje del sistema híbrido, también se ha reducido el tamaño y el peso de la unidad de control de la energía desarrollando un inversor y una unidad de conmutación de voltaje más compacta. En comparación con el Auris híbrido, la corriente generada por la unidad ha disminuido de 120 a 80 A, y el voltaje, de 650 a 520 V, de modo que el sistema consume menos energía sin que ni el rendimiento ni la eficiencia se vean afectados.

Comportamiento

Como en el caso del resto de la familia de híbridos se pueden seleccionar dos modos de conducción adicionales a elección del conductor para obtener la mayor eficiencia de conducción, y el máximo ahorro de combustible. Son EV y ECO. Desde el arranque y a velocidades inferiores de 50 km/h, el nuevo Yaris híbrido funciona automáticamente en modo EV, es decir únicamente con el empuje del motor eléctrico. Aunque el conductor también puede seleccionar el modo EV manualmente cuando lo estime oportuno. Claro que la autonomía en el modo de conducción EV será de solo dos kilómetros.

Dado que en el modo de conducción EV el motor de gasolina se apaga, el Yaris híbrido en tal situación no solo no contamina, como es obvio tampoco gasta ni una gota de combustible.

Cuando pasamos a modo ECO el Yaris funciona con el motor a explosión pero con la particularidad de que la respuesta de aceleración queda reducida en el momento que pisamos con fuerza el pedal del acelerador (no resta CV al motor únicamente los reparte de otra forma con el objetivo de gastar menos gasolina). En modo ECO el coche también optimiza al máximo el control del aire acondicionado (desconectándolo momentáneamente incluso) para ahorrar combustible. En función de las condiciones de conducción el modo ECO puede ayudarnos a conseguir una reducción de combustible entorno al 10% con respecto al modo normal.

Seguridad

Como en el caso del resto de la gama Yaris este apartado está cuidado con esmero. Incorpora como equipo de serie siete airbag. Entre frontales, de cortina, de rodillas en la fila delantera y de cortina y laterales en las tres plazas posteriores. Casi todos ellos de doble cámara y con despliegue escalonado. Incorpora también una advertencia luminosa que nos indica si algún pasajero no se ha puesto el cinturón de seguridad.

Los asientos delanteros y sus reposacabezas están diseñados para reducir las lesiones por latigazo cervical. Con este fin su armazón es mucho más resistente. Lo mismo reza para buena parte de la estructura de su carrocería que se ha confeccionado en acero reforzado. En su caso con un doble cometido: obtener mayor rigidez torsional y un grado superior de protección de los ocupantes. No falta como equipo de serie control de tracción y estabilidad. Y todas las versiones de Yaris híbrido llevan frenos disco en las 4 ruedas, ventilados delante y macizos detrás, con ABS y EBD.

Valoración

Como en su día ya puntualizamos al subirnos por vez primera a la 3ª generación de este modelo lo dicho entonces vale perfectamente para su última entrega híbrida. Se ha ganado mucho en aplomo y sensación de seguridad en su rodar sin que ello haya restado en ciudad ni un ápice de la facilidad de manejo que siempre le ha caracterizado. Pesando solo 30 kg más calca prácticamente las prestaciones del Yaris 1.33 VVT-i, ofreciendo una potencia similar (99 CV de éste contra los 100 del conjunto explosión/eléctrico del híbrido) y cediendo solo 10 km en su velocidad máxima, que se queda en 165 km/h, y una décima en el 0 a 100.

A sus mandos las sensaciones que transmite su conducción no son muy distintas. Rodando únicamente con el motor de cuatro cilindros es como ir en un Yaris 1,33 VVTi al que le ha eliminado muchísimo el ruido mecánico. Y cuando lo haces solo en modo eléctrico (apenas se nota la transición de uno a otro motor una vez lanzado el coche) las sensaciones recuerdan a las de ir en uno de esos "autos de choque" de las ferias. Un silencio que solo lo rompe el sonido de rodadura de las ruedas. En el breve recorrido de apenas 120 km que pudimos realizar las cifras de consumo que mostraba su ordenador de abordo nunca superaron los 3,6 l de media.