BMW M3

Existen algunos automóviles que con los años se convierten en mitos. Pocos podían pensar que eso ocurriría con el M3, cuando BMW lanzó una atrevida versión deportiva allá por el año 1985, sobre la discreta carrocería de dos puertas laterales del Serie 3. Sin embargo así fue y el M3 llega cinco generaciones haciendo soñar a los amantes de los automóviles deportivos. En este video os resumimos la historia del modelo con la prueba en circuito de las cinco generaciones del mismo.

Ahora la actual generación del M3 ha logrado conciliar los genes más deportivos con la posibilidad de una utilización a diario, sin que ello implique renunciar a los valores de confort habituales en una berlina de su categoría. Lo cierto es que su estética conjuga a la perfección la elegancia con la deportividad, sin caer en la vulgaridad. La imagen M se identifica mediante elementos como los faros con tecnología LED, una atractiva parrilla ovoide con varilla de color negro, llantas específicas de 18 pulgadas, un llamativo faldón delantero con tres entradas de aire de gran tamaño y un capó sobredimensionado.

No es esta la primera vez que el M3 existe con carrocería de cuatro puertas pero sí la primera en que esta denominación es exclusiva para este tipo de carrocería. La nueva nomenclatura de la marca, que ha elegido los números pares para sus modelos supé ha comportado que el M3 de toda la vida se llame ahora M4 y que el mítico nombre quede para el cuatro puertas.

Las diferencias estéticas respecto al M4 del que encontraréis en este enlace nuestra videoprueba a fondo en circuito se centran en la zaga del vehículo. Obviamente, el M4 Coupé exhibe una imagen más deportiva, con sus grandes puertas delanteras y ventanillas traseras más estilizadas. La caída del techo es más acentuada y el alerón trasero es de dimensiones superiores. El M3 no es tan espectacular y este es el precio a pagar por disponer de una superior funcionalidad respecto al M4 por las cuatro puertas. Éstas representan un importante valor añadido para aquéllos propietarios que viajan a menudo acompañados o en familia pero también he de deciros que he encontrado bastante gente, incluso dentro de la redacción, que me ha comentado que le gusta más el M3 que el M4. Para gustos, colores... y para colores, este azul fantástico que termina de acentuar la agresividad de este deportivo de cuatro puertas.

Abandonando la solución anterior de un V8, el motor es un seis cilindros en línea, equipado con una tecnología que BMW denomina M TwinPower Turbo y que ha sido desarrollado específicamente para este vehículo y su hermano, el M4 Coupé. Entrega una potencia máxima de 431 CV, acompañados de un par máximo de 550 Nm, superando en un 40% al ofrecido por el modelo anterior.

Las emociones se inician al poner en marcha un motor que emite un sonido sugerente, preludio del derroche de energía que está a punto de producirse. Cuando se pisa el acelerador, la potencia surge a raudales, el diferencial activo M optimiza la capacidad de tracción y este M3 es capaz de alcanzar los 0-100 km/h en 4,1 segundos y continuar acelerando sin que su poderío parezca tener fin.

La respuesta es inmediata a cualquier régimen, los 550 Nm de par están presentes en cuanto pisas el acelerador y me gusta su fuerza en la zona alta del cuentavueltas, entre las 5.000 y las 7.000 rpm. El consumo, a velocidades legales y “con cuidado” ronda los 11 litros. Si aumentamos el ritmo pronto estaremos sobre los 14 litros y, si queremos extraerle el máximo en carreteras viradas o circuito nos vamos hasta “el infinito y más alla…”

Un buen aliado para disfrutar de esta extraordinaria mecánica es el cambio opcional automático M de siete marchas y doble embrague. Nos permite hacer un uso automático o cambiar de forma manual -por supuesto con levas- sin interrumpir la fuerza de tracción, mostrándose bastante eficaz en conducción rápida. La disponibilidad de la función “launch control” nos permitirá realizar una salida “perfecta” sin pérdidas de tracción.

Volviendo al tema del sonido, decir que BMW ha desarrollado un innovador sistema de mariposas del sistema de escape doble del vehículo, capaz de reproducir el sonido de un automóvil de alta competición. Estas mariposas cuentan con un accionamiento eléctrico y están montadas delante del segundo silenciador, ofreciendo un sonido llamativo que se traslada al habitáculo, para regocijo de su piloto… perdón, conductor. Si este tipo de "túning sonoro" es o no "lícito" lo dejo a la consideración de cada cual ya que me consta que despierta debates encendidos.

Los creadores del M3 no escatiman esfuerzos a la hora de lograr una puesta a punto adecuada. Para ello se desplazan al mítico circuito de Nürburgring, considerado como el más exigente del mundo. Los probadores totalizaron miles de vueltas en la variante norte clásica de este trazado, buscando en todo momento la precisión y agilidad exigida a un coche referencia.

Nosotros no pudimos rodar en Nürburgring, pero sí nos desplazamos a las instalaciones de Parc Motor en Castellolí, nuestra habitual pista de pruebas de coches deportivos, para sacar el máximo partido del M3 y extraer conclusiones sobre su comportamiento. Este deportivo bávaro se muestra casi como un auténtico coche de carreras, mostrando un paso por curva extraordinario. En estas circunstancias, podemos hacer uso de las diferentes opciones que sugiere el diferencial activo M, a través del control dinámico de estabilidad DSC.

Procedo a utilizar el modo M Dynamic, una posición que permite un ligero "patinar" de las ruedas traseras cuando aceleremos con decisión pero con un elevado grado de control. Pero como el M3 es un coche para una utilización a diario, dejamos el circuito y buscamos carreteras secundarias a sus alrededores.

La diversión se incrementa al afrontar tramos de curvas, el lugar dónde este vehículo muestra sus mejores virtudes y dónde hemos notado la reducción de peso lograda por BMW. Es el momento de recurrir al sistema de suspensión adaptativa M, un dispositivo que nos permite escoger entre tres modos de uso, denominados Comfort, Sport y Sport+. Con un reglaje de amortiguación más confortable, el primero es idóneo para circular a velocidades normales y disponer de un confort de marcha adecuado para viajar en compañía y sin prisas.

La segunda opción proporciona un reglaje más duro para practicar una conducción más dinámica en carreteras viradas. La posición Sport+ activa el modo que reduce a la mínima expresión los movimientos de la carrocería, permitiendo una conducción extremadamente dinámica, potenciada por el buen comportamiento del eje trasero y, sobre todo, del delantero que se muestra muy efectivo. En cualquier caso, para conducir en carreteras estrechas y muy viradas, mi recomendación es mantener conectadas las ayudas a la conducción.

Otro de los aspectos fundamentales en el M3 es la frenada. Se trata de dar respuesta a un vehículo que desarrolla altas velocidades -250 km/h limitada- y la capacidad de detención es fundamental. Para ello BMW cuenta con un potente equipo de frenos, en los que la firma bávara ha trabajado a conciencia para lograr una dosificación adecuada. Las distancias de frenada son buenas, aunque en ocasiones el conductor tiene la sensación de que falta algo de mordiente.

De todos modos, si se desea buscar los límites del vehículo, resulta aconsejable optar por la opción de frenos de carbono y cerámicos, un equipo de rendimiento más óptimo y que ofrece una superior duración. Se dispone también de una dirección electromecánica con tres modos de utilización, denominados Comfort, Sport y Sport+. Para una conducción a velocidades normales, la posición Comfort es idónea, pero si deseamos que la dirección nos transmita más información, los modos Sport y Sport+ son muy útiles, aunque las direcciones de BMW siempre son muy precisas.

La disponibilidad de múltiples opciones permiten configurar un coche a la carta pero la dotación de serie ya incorpora control de crucero con función de frenado en ciudad, control de distancia de aparcamiento trasero y delantero, control de estabilidad -DSC con M Dynamic Mode (MDM)-, control de frenada en curva -CBC-, Control de tracción -DTC-, diferencial activo M, dirección asistida eléctrica variable M Sport, así como un sistema de navegación Professional y detalles como la pantalla virtual Head-Up-Display.

Pero será en el campo de las opciones donde encontraremos todo lo necesario para disponer de un equipamiento de alto nivel. Entre las más destacadas podemos hablar de los frenos M cerámicos -9.002 €- chasis M adaptativo -2.342 €- faros LED autoadaptables -2.342 €- sonido Surround Harman Kardon, 9 canales, 600 W -1.344 €- sintonizador de TV -1.221 €- llantas de 19” 2.283 € o la aplicación denominada BMW M Laptimer, que nos indica nuestros progresos al rodar en circuitos. Además del crono, nos permite conocer todo tipo de datos como la velocidad del vehículo en cada tramo, las aceleraciones longitudinal y transversal, las revoluciones del motor, etc.

Al margen de la diversión, el M3 nos proporciona los medios para circular a diario con la máxima seguridad, gracias a elementos como el Driving Assistant Plus, que nos avisa si existe riesgo de atropello, o un asistente de control que nos avisa si detecta que el conductor reduce su grado de concentración. Frente al M4 Coupé, las puertas traseras del M3 incrementan su versatilidad y facilitan el acceso a unas plazas traseras en las que las butacas ofrecen también cierta sujeción lateral y disponen de la anchura suficiente para que tres personas puedan viajar -aunque solo dos de ellas con cierta comodidad, ya que la plaza central es estrecha e incómoda-.

En cuanto al maletero, su capacidad -480 litros- se muestra a la altura de un vehículo de su tamaño y segmento, con buen acceso y notable profundidad. Respecto al resto de gama serie 3, el M3 ofrece un interior de aspecto más deportivo, repleto de detalles de línea M, como la palanca de cambios, embellecedores en los umbrales de puertas, reposapiés, volante, costuras de los tapizados, etc. El puesto de conducción cuenta con un asiento envolvente con apoyos laterales regulables y regulación eléctrica que permiten lograr una postura perfecta para disfrutar de las prestaciones de este vehículo. Opcinalmente se puede disponer de sistema de calefacción -327 €-. Lo que resulta innegable es que BMW aplica sus mejores materiales a este vehículo, logrando un conjunto de gran calidad.

El M3 es un coche que enamora. Al menos a mi. Por un lado, dispones de un berlina familiar con la que puedes disfrutar de un confort de marcha más que razonable utilizando los reglajes adecuados. Por otro, el conductor puede "sentirse piloto" y disfrutar de momentos inolvidables transformándolo en un “tremendo aparato”capaz de sacar los colores a deportivos de altura tan solo apretando una tecla. Son opciones que no muchos coches ofrecen con la calidad y efectividad con la que lo hace el M3. Si pudiera olvidarme de los 86.500 € que cuesta -sin opciones- creo que ¡me gustaría mucho más!