Un compacto para los que sólo necesiten un compacto
Nissan ha ampliado su oferta de modelos en el segmento C con el lanzamiento del Pulsar, un coche de cinco puertas de planteamiento tradicional alejado de la oferta crossover de la marca. Es evidente que el Qashqai ha sido un auténtico boom de ventas y que ha revolucionado el concepto de coche familiar compacto pero también lo es que sigue habiendo un público que prefiere un coche "normal" a un SUV y es precisamente a este tipo de clientes a los que se dirige ahora Nissan con el Pulsar.
La idea de la marca de hacer convivir el best-seller Qashqai con un coche de corte convencional no es nueva. Nissan lo intentó hace unos años con el Tiida pero ese coche, pese a sus innegables virtudes en materia de habitabilidad, tenía una estética muy discutible y nunca llegó a cuajar. Además, la apuesta no fue todo lo firme que el coche hubiera merecido. Fabricado en México, el Tiida fue un experimento de marketing que no funcionó en Europa más por el diseño del producto que por cualquier otra consideración.
Con el Pulsar, Nissan repite la jugada pero de una manera más directa y con mayores ambiciones. Como en el caso del Tiida, el Pulsar era un coche que ya existía en otros mercados y Nissan, aprovechando que el coche estaba hecho, lo ha lanzado en Europa. La gran diferencia, respecto al Tiida es que esta vez, la marca no se ha limitado a traerlo a nuestro mercado colocándolo un motor diésel sino que ha decidido adaptarlo a los gustos y necesidades de los clientes europeos y, sobre todo, iniciar su fabricación en Europa, en este caso en la planta de Barcelona.
Estética 100% Nissan
Estéticamente, el Nissan Pulsar es un coche de líneas agradables y con los códigos de diseño propios de la marca. En el frontal destaca la V que arranca en la parrilla y define las líneas del capó. La cintura es ascendente y los pilotos traseros horizontales recuerdan a los del Qashqai. No se puede decir que el Pulsar sea un coche que sorprenda por su diseño agresivo y más que para enamorar al primer golpe de vista, parece diseñado para que no disguste a nadie. De hecho, es un coche que pasa bastante desapercibido en el tráfico, como si ya llevara un tiempo en el mercado.
El Pulsar es un coche compacto de cinco puertas que mide 4,38 metros de largo por 1,76 de ancho y 1,52 de alto. Son unas dimensiones medias dentro del segmento pero con una distancia entre ejes superior a la habitual (mide 2,70 metros cuando lo habitual es estar sobre los 2,60). Esta cota tiene una consecuencia muy positiva en las plazas traseras.
La distancia entre ejes larga facilita la habitabilidad interior ya que permite situar los asientos traseros en una posición algo más retrasada. El Pulsar es, sin discusión, el coche compacto de menos de 4,5 metros con una mayor distancia entre filas de manera que los clientes que prioricen la habitabilidad trasera deberán incluirlo de inmediato en su lista de opciones. Pero hay más. El diseño de la banqueta trasera, que no marca en exceso las dos plazas exteriores y la buena altura libre al techo configuran una plaza central muy utilizable.
El resultado de este diseño de la parte posterior y del espacio que ofrece es que tres personas, incluso adultas, pueden acomodarse sin excesivas estrecheces en las plazas traseras (el único problema es la anchura, la única cota en la que no destaca). Además, y para rematar las buenas sensaciones de esta parte del coche, el acceso es muy fácil gracias al gran tamaño de las puesrtas traseras y a su generoso grado ade apertura.
Además de su excelente habitabilidad trasera, el Pulsar ofrece también un buen maletero, con 380 litros que pueden ampliarse a 1.395 abatiendo los respaldos traseros por separado aunque el piso resultante no es completamente plano sino en ligera subida. El maletero no tiene un gran equipamiento (no hay ni redes de sujeción ni un doble fondo, por ejemplo) pero es de fácil acceso gracias al tamaño generoso del portón. debajo del piso, nuestra unidad llevaba una pieza de plástico que deja varios huecos para dejar objetos, uno de ellos ocupado por el compresor del sistema de reparación de pinchazos.
Las plazas delanteras son también muy agradables. Los asientos son grandes y tienen un mullido confortable. El diseño del salpicadero, por su parte, es muy sencillo, sin excesivos alardes estéticos, pero con todo en su sitio. La instrumentación dispone de una pantalla a color multifuncional entre ambos instrumentos principales y en la parte superior de la consola encontramos la pantalla táctil del sistema Connect 2 de la marca que se ofrece de serie en este acabado y que incluye, además de la conexión Bluetooth, un navegador de buen rendimiento y una cámara de visión trasera mejorable en su definición de imagen.
Equipamiento de seguridad a tope
La mencionada pantalla central de 5,8 pulgadas del sistema Connect da servicio también a las cámaras de 360 grados que el Pulsar equipa de serie. Este es un elemento útil, especialmente al aparcar, porque nos permite ver todo lo que está alrededor del coche pero, igual que pasa con la cámara de marcha atrás, la calidad de la imagen es inferior a la de otros modelos con sistemas similares. También es cierto, que los coches que ofrecen el sistema de cámaras de 360 grados y que no son Nissan, son muchísimo más caros.
Ya que hablamos de equipamiento de seguridad merece la pena destacarse que esta variante dispone del llamado Escudo de Protección Inteligente que incluye la asistencia de cambio involuntario de carril, que avisa acústicamente cuando el coche invade el carril contiguo sin que hayamos indicado la maniobra con el intermitente, el control del ángulo muerto, que avisa con con una luz naranja en la base del retrovisor y el detector de movimiento trasero, que, al circular marcha atrás, detecta si hay personas o coches que se acercan y nos avisa indicando en la pantalla central del salpicadero (en la vista de 360 grados) el sector (derecha, izquierda o centro) donde se produce este movimiento.
El funcionamiento de todos estos sistemas está vinculado a la cámara trasera. El Pulsar no tiene, por lo tanto, los sofisticados y costosos sistemas de lectura de líneas por cámara frontal de otros modelos más caros, de ahí que el funcionamiento de estos sistemas no sea tan preciso como los de otros coches. La ventaja en el Pulsar es que se pueden obtener estas ayudas a un precio mucho más económico.
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Así, el sistema de cambio de carril discrimina si pisamos una línea en carreteras de montaña, lo que está bien para no tener que aguantar un festival de pitidos en conducción rápida y funciona sólo en autopistas donde avisa con eficacia. El control del ángulo muerto también resulta eficaz, aunque a veces confunda las vallas exteriores de la autopista con un camión. Lo que menos me convenció fue el detector de movimiento trasero. Si las condiciones de luz son buenas funciona bien pero si no lo son, avisa muy tarde.
Finalmente, el acabado es muy correcto. Los plásticos no son de una calidad excesiva y predominan los duros sobre los blandos. No es un coche del nivel de un Golf, por ejemplo, pero sí del que ofrecen modelos como el Seat León o el Renault Mégane y el ajuste de todos los elementos está bien trabajado. No hay grillos ni ruidos parásitos en ningún elemento del interior.
Un coche adaptado al mercado europeo
El Pulsar ha sido convenientemente adaptado para venderse en Europa. Para nuestro mercado, se han adoptado nuevos motores, se han definido acabados y, sobre todo, se han retocado los elementos clave del chasis como la dirección o la suspensión. El Pulsar no comparte chasis con el Qashqai sino que deriva de la misma plataforma que utilizan el Juke y el Note, de ahí que disponga de los mismos motores que éstos.
Mecánicamente, nuestra unidad llevaba el motor 1.5 dCi de 110 CV, un clásico en los modelos de Nissan y de Renault al que ya hemos alabado en múltiples ocasiones. Este es un motor que, pese a su baja cilindrada, tiene unos bajos más que notables, recupera muy bien y, sobre todo, no gasta nada. Para un coche como el Pulsar, será el motor ideal para el 90% de los clientes y es, desde luego, el mejor de una gama que, de momento, se limita a este y al motor de gasolina de 1,2 litros que me pareció en la presentación del coche, un propulsor insuficiente para este modelo. Más adelante llegará un motor de gasolina de 1,6 litros y 190 CV.
El motor y el cambio manual de seis marchas trabajan perfectamente coordinados. El primero acelera de manera decente y recupera bien en marchas cortas. Y tiene la gran ventaja de un consumo que resulta realmente bajo aunque sin llegar a las espectaculares cifras anunciadas por la marca. Nissan habla de 3,6 litros de media y 3,3 en el consumo extraurbano. Y eso, como en la mayoría de coches es imposible de conseguir. Los motivos os los explicamos en este reportaje.
Durante la prueba me propuse ver exactamente qué consumos lograba con el Pulsar. Conduciendo de manera ultra-económica, conseguí bajar de 3,8 litros en consumo extra-urbano pero haciendo cosas que un conductor normal no hará nunca como bajar a vela siempre que fue posible, acelerar muy poco y en marchas muy largas.... En una conducción normal, hay que contar entre 4 y 5 litros, lo que no está nada mal para un coche de este tamaño. Además, es un coche poco sensible al ritmo, de manera que conduciendo rápido y apurando algo más las marchas de lo habitual, no hay manera de pasar de seis litros.
Por lo que se refiere al comportamiento, ahí es donde más y mejor ha trabajado la marca para adaptarlo a los estándares europeos. De entrada, es relativamente silencioso ya que se ha trabajado bastante en el aislamiento y, una vez en marcha, es un coche muy fácil de conducir, con una clara orientación al confort y una respuesta muy agradable.
La dirección es precisa y suave aunque poco informativa, la suspensión filtra bien todo tipo de baches aunque me dio la sensación que la delantera tiene excesiva extensión, lo que se aprecia al superar determinados ralentizadores, los frenos son más que correctos y, en general, es un coche muy noble y estable en todo tipo de firmes. Además, el control de trazada activo, una función extra del control de tracción, evita el comportamiento subvirador propio de los coches de tracción delantera y contribuye a esa referida facilidad de conducción de que el Pulsar hace gala.
El Tekna lo lleva todo
Queda el apartado del equipamiento. Con este motor hay cuatro acabados; Visia, Acenta, N-Tec y Tekna. Este último, el que tuvimos ocasión de probar, lleva todo lo que puede llevar un Pulsar y a los elementos de seguridad y las cámaras ya citados, añade tapicería de cuero, acceso y arranque sin llave, navegador, climatizador, faros de LED, asientos calefactables y llantas de aleación de 17 pulgadas entre otros elementos. El precio es de 24.800 euros a los que sólo se pueden añadir los 470 de la pintura metalizada, todas salvo la roja.
Con la actual oferta en vigor y acogiéndose al Plan Pive, la marca descuenta 4.000 euros de este precio de manera que un Pulsar diésel equipado a tope puede salir por 20.800 euros, un precio más que correcto. Como referencia, un Golf TDi 1.6 Sport de 105 CV con un equipamiento parecido se va a los 30.000 euros, 5.000 más que este Pulsar en precio de tarifa.
Para ser mas completo, le falta que los asientos posteriores se puedan desplazar longitudinalmente para aumentar la capacidad del maletero (como en otros modelos), y creo que le falta el motor 1.6 dci de 130cv, que a mi parecer puede ser mejor alternativa que el gasolina de 190 cv. Sr. Dalmau, los ingenieros de Nissan leeran éstas recomendaciones objetivas?. Gracias por su trabajo. Un saludo