Hoy en día por 30.000 euros te puedes plantear un coche con cara y ojos. Un Skoda Superb podría ser un buen ejemplo. Se trata de una berlina de gran formato, muy confortable, bien acabada y con motores diésel de bajo consumo.
Sin embargo, por 30.000 euros también te puedes plantear un deportivo puro y duro. Un Mazda MX-5 sin ir más lejos, el deportivo más vendido de la historia con más de 1 millón de unidades desde el lanzamiento de su primera generación en 1989.
Pero por 30.000 euros puedes tener sólo los extras sin impuestos del Porsche Panamera 4S Diesel que hoy probamos en Coches.net. Una vez añadida la tasa impositiva esta cifra asciende hasta los 48.614 euros. Hablamos de una berlina de gran formato de marcado talante deportivo.
El precio base de la unidad que probamos es de 130.400 euros, sumando los extras queda en 179.014 euros. Una cifra prácticamente idéntica a la que cuesta el Porsche Panamera Turbo de 550 CV, eso sí, sin ningún extra.
Por fin un diseño acertado
El diseño del nuevo Panamera es mucho más atractivo. En el frontal cobran protagonismo los faros LED con cuatro puntos de luz, un elemento que se ha convertido ya en la seña de identidad de Porsche en cuanto a imagen frontal se refiere. Con 109 diodos luminosos cada uno estos faros LED Matrix hacen que la noche se convierta en día.
La línea lateral es muy parecida pero ahora su batalla es 30 mm mayor, alcanzando los 2.950 mm. Las llantas 911 Turbo de 21” opcionales (4.785 euros) encajan a la perfección con las dimensiones del conjunto.
Los pilotos traseros con diseño tridimensional recuerdan mucho a los del 911 de última generación. Ambos se encuentran unidos entre sí por la parte superior, sin duda, un guiño al Porsche 928 GTS.
Las cotas exteriores han crecido con una longitud que rebasa los 5 metros (+79 mm), una anchura de casi 2 metros (+6 mm) y una altura ligeramente superior de 1,4 metros (+5 mm). En su habitáculo ofrece 4 amplias plazas, mucho más cómodas y espaciosas que en el modelo precedente.
Acceder al Panamera es entrar en uno de los coches mejor terminados del momento. No hay un solo detalle que no tenga el diseño ideal, esté en el lugar más ergonómico posible y no sea perfecto. La calidad percibida a bordo está muy encima de la de muchos de sus rivales.
Porsche es un ejemplo de cómo se tienen que hacer las cosas, tanto por los materiales empleados como por la ergonomía. Todo está en el sitio que toca y difícilmente podría haber sido rematado de mejor forma de lo que ya está.
Es una lástima que esta unidad no hay sido configurada con el espectacular equipo de audio Burmester 3D High-End de 1.455W. En su lugar cuenta con un Bose de 710W con amplificador de 16 canales y subwoofer de 160W, no suena mal pero no es lo mismo. El Burmester pude probarlo en un workshop técnico del Panamera y es de largo el mejor equipo de audio que hay ahora en el mercado.
Detalles como las cortinillas plegables eléctricamente, perfectamente integradas en las puertas traseras, o el apoyabrazos central trasero, que se transforma en un acceso al maletero, reflejan esta especial atención en cada detalle por parte de los ingenieros y diseñadores de la marca de Stuttgart.
Asimismo aporta lo último de lo último en sistemas de infoentretenimiento y gadgests que parecen sacados del coche de James Bond. Sirva de ejemplo la regulación de las salidas de aire del sistema de climtaización mediante la pantalla táctil.
La moda de las Tablet XXL ha llegado a Porsche. La pantalla táctil de 12,3” es muy rápida e intuitiva, una de las mejores que he visto nunca en un coche. A través de este módulo de control puedes gestionarlo prácticamente todo: navegador, equipo de audio, agenda, modos de conducción, climatización, masaje de los asientos, información de vuelos en tiempo real…
De hecho hasta los pasajeros de la segunda fila cuentan con una pantalla similar de algo menor tamaño para controlar prácticamente las mismas funciones. Entre ambas plazas traseras hay además dos tomas USB de carga y una tercera para un dispositivo multimedia.
El maletero ha crecido 50 litros, llegando a 495 litros. Abatiendo los respaldos de la segunda fila la capacidad asciende a 1.304 litros (+41 litros). Cuenta con tres respaldos individuales de tipo 40/20/40 para que podamos cargar objetos de gran formato manteniendo el confort de los pasajeros de la segunda fila.
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Catapulta sobre ruedas
Bajo su capó delantero hay un V8 diésel de 4 litros de cilindrada sobrealimentado por dos turbos que declara 422 CV entre 3.500 y 5.000 rpm. Pero lo mejor llega mucho antes, concretamente de 1.000 a 3.250 rpm, ni más ni menos que 850 Nm. Estamos hablando de un empuje de otra galaxia desde el mismo ralentí del motor. Un nivel de entrega que hasta ahora sólo había visto en un coche 100% eléctrico.
Esta descomunal cifra de par hace que te preguntes si la versión gasolina tendrá o no la misma patada. El V8 de gasolina del Panamera Turbo, también biturbo, declara 770 Nm a partir de 1.960 rpm, 80 Nm menos que llegan 1.000 rpm más tarde que en el 4S Diesel.
Dado que esta unidad equipa el paquete Sport Chrono opcional no hay nada mejor que arrancar probando el sistema launch control, uno de los más salvajes que he probado jamás. Después de seleccionar el modo Sport Plus de conducción, poner la palanca del cambio en modo manual, pisas el freno con el pie izquierdo, aceleras a fondo y entonces se activa. A la que sueltas el pie del freno sales disparado como una auténtica catapulta.
Los 850 Nm de par disponibles de 1.000 a 3.250 rpm hacen que arrancar así desde parado sea lo más parecido a alcanzar el hiper-espacio. Dado que el modo de cambio es manual, para poder activar el launch control, debes estar muy atento a la hora de subir de velocidad.
Cuando el velocímetro alcanza los 40-45 km/h tienes que accionar la leva derecha muy rápido, de lo contrario el motor llegará al corte de inyección y dejará de empujar con todo, momento en que tu cuello sufrirá un latigazo cervical de los que dejan secuelas durante días.
Este motor es una auténtica barbaridad. Todo un despropósito. Incluso en quinta si aceleras a fondo ofrece una capacidad de recuperación descomunal. La lástima es que el sonido no acompaña. Es muy silencioso y apenas aporta una sonoridad deportiva. Desde el exterior tampoco se escucha prácticamente nada.
Eso sí, las sensaciones que transmite al volante son estratosféricas, tanto como las prestaciones que declara frente al cronómetro. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y alcanza una punta de 285 km/h.
Lo que más me sorprendió fue la enorme efectividad del conjunto teniendo en cuenta que se trata de una berlina gigante de 5 metros de largo y más de 2 toneladas de peso. Es alucinante como desafía las leyes de la física, siempre con nobleza y aportando el máximo nivel de agarre mecánico.
Estrena la primera caja de cambios PDK de 8 relaciones que puede aguantar hasta 1.000 Nm de par. Es uno de los mejores cambios de doble embrague del momento. En modo automático apenas se perciben las concatenaciones de marchas, mientras que el modo manual es un manual de verdad, como Dios manda.
El equipo de frenos de acero de serie está formado por discos de 360 mm delante y 330 mm detrás con pinzas monobloque de aluminio de 6 pistones en el eje anterior y 4 pistones en el posterior. Después de una conducción deportiva en secundaria sufren bastante. Un coche de este tamaño y peso tendría que equipar los frenos cerámicos opcionales.
Queda claro pues que el salto hacia delante en lo que a dinamismo se refiere ha sido más que notable. El eje trasero direccional opcional aporta un plus de agilidad que hace que el Panamera se comporte como un coche más pequeño y manejable. Por debajo de 70 km/h las ruedas traseras giran hasta 2,8° en sentido opuesto, mientras que por encima de esa velocidad giran 1,5° en el mismo sentido que las delanteras.
La evolución de su motor V8 diésel hace que se plante como sería alternativa al Panamera Turbo gasolina. Sus consumos son mucho más ajustados con cifras que rondan los 12 l/100 km cuando con el Turbo superarían los 20 l/100 km. En conducción deportiva aunque sea diésel podemos llegar a ver medias de 20 l/100 km, momento en el que el Turbo se acercaría a los 40 l/100 km.
En resumidas cuentas
Es mucho más sexy que nunca, con una trasera que parece inspirada en la del 928 GTS (1991-1995). Su motor V8 diésel empuja tanto que seguro que sería capaz de impulsar al mismo Space Shuttle fuera del campo gravitatorio de la Tierra.
La dirección integral y la suspensión neumática hacen que puedas disfrutar de una conducción deportiva siempre que lo desees y a la vez viajar de forma cómoda con la familia. algo difícil de lograr al volante de un sedán de 5 metros de largo y más de 2 toneladas de peso.
El Porsche Panamera es la berlina de gran formato más deportiva con diferencia del momento. Sin embargo, en esta vida todo tiene un precio y el de este Porsche se acerca a los 200.000 euros.
razon no te falta eso si pa que quiero un coche con 400cv que llega a 285km/h si en la autopista esta limitada a 120km/h y como mucho la peña va a 180km/h. pd: hay iluminados que van a mas de 200km/h pero son casos aislados 2125kg y 180000 euros estan locos los de porsche o algo y no estoy de acuerdo sobre lo del consumo no ajustado que se esperan de un 4.0 con turbo y 422cv y un consumo mixto de 6.7 litros / 100km que mas quieren jaja