Expertos mundiales en seguridad vial buscan soluciones
Motoristas, ciclistas, personas mayores, pero también niños y peatones. Son los colectivos más vulnerables de las vías y los que presentan un riesgo mayor de sufrir accidentes. El porcentaje que representan sobre el total de fallecidos se ha incrementado notablemente, con dos únicas excepciones: los ciclomotoristas y los niños menores de 14 años.
Con motivo de la celebración de la Asamblea General de Global Road Safety Partnership (GRSP) en las instalaciones que Fundación Mapfre tiene en Madrid, se ha organizado un taller para analizar la problemática concretamente de mayores, motoristas y ciclistas.
Además de Jesús Monclús, director del Área de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, han participado expertos en seguridad vial como Henk Stipdonk, del Institute for Road Safety Research (Instituto para la Investigación de Carreteras Seguras), Margie Peden, miembro de la World Hearth Organization (Organización Mundial de la Salud), Ellen Townsend, directora política del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC), Gayle DiPietro y Barry Watson, ambos de Asociación Global de Seguridad Vial (GRSP).
La situación en España
En España el caso más llamativo es el de los motoristas cuya siniestralidad se ha duplicado teniendo en cuenta el período de 2004 a 2014 –década analizada por la Fundación Mapfre-. Si en 2004 representaban el 8% de los fallecidos, diez años después esta cifra se ha elevado al 17%.
Los ciclistas han reducido su siniestralidad mortal, pero en menor medida que la tendencia general, un 16% frente a la reducción general del 64%. A esto se añade que este colectivo es el único cuyo número de fallecidos se ha incrementado en la segunda mitad del período analizado: un 33% desde 2009 a 2014.
También por debajo de la media están los grupos de usuarios mayores y peatones aunque con cifras más altas, del 53 y 51%, respectivamente. Sólo los conductores de ciclomotores y los niños menores de 15 años redujeron su siniestralidad por encima de la media con porcentajes del 85 y 70%. Los peatones fallecidos entre 65 y 74 años pasaron de 97 en 2004 a 42 en 2014, mientras que los mayores de 75 de 179 a 135.
Los datos más recientes no son alentadores. Según la DGT -cifras a 24 horas de producirse el accidente-, el número de motoristas fallecidos en carreteras españolas pasó de 170 en 2014 a 219 en 2015 (un 29% más), mientras que el de ciclomotoristas muertos se elevó de 17 a 28, un 65% más en sólo un año.
“Se hace evidente diseñar una estrategia para reducir el riesgo y mejorar la seguridad de los conductores de vehículos motorizados de dos ruedas, prestando especial atención a la aparición de las motos y bicicletas eléctricas. De forma paralela, y pensando en los ciclistas, hay que mejorar las infraestructuras, los vehículos y llevar a cabo tareas de concienciación e información, en especial sobre el uso del casco”, explica Jesús Monclús, de la Fundación Mapfre.
Los conductores mayores, un peligro para ellos mismos
Los datos no reflejan que los conductores mayores de 65 años sean más peligrosos que otros colectivos. Por ejemplo, el número de conductores de más de 65 años de edad a los que se les retira el carnet de conducir es entre 5 y 20 veces menos que los conductores de 18 a 64 años. Se les suspende su permiso de conducción entre 3 y 8 veces menos que a los conductores de 18 a 64 años de edad. Se ven implicados en accidentes con víctimas la mitad de veces con respecto a los conductores de entre 21 y 64 años. Y como víctimas de accidentes de tráfico, el número de conductores con más de 65 años es entre 2 y 2,5 veces menor.
En cambio, la tasa de conductores mayores fallecidos siempre es mayor –especialmente alta a partir de 75 años- comparado con la tasa de fallecidos entre 21 y 64 años. De aquí la conclusión que los mayores son más frágiles –en caso de accidente es más probable que les pase algo- pero no son más peligrosos.
Esta fragilidad también queda patente en los peatones mayores de 65 años, que han pasado de representar el 40% de todos los peatones fallecidos en el año 2004 al 52% en 2014.
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“Es un asunto complejo porque la sociedad envejece cada vez más. Los mayores tienen necesidades especiales por sus limitaciones funcionales, diferente interpretación de la velocidad, menor movilidad, mayor tiempo de reacción, no pueden estar atentos a todo, no comprenden todos los mensajes del entorno, les cuesta conducir bajo presión…”, explica Henk Stipdonk, del Instituto para la Investigación de Carreteras Seguras. “Aun así, el coche es el medio de transporte más seguro para los conductores mayores, comparado con la bicicleta, las motos y ciclomotores y el caminar”, concluye.
Desde Fundación Mapfre proponen revisar los exámenes psicotécnicos que se realizan a los conductores mayores cuando renuevan su permiso de conducir y hacer un llamamiento a las familias para identificar a mayores en riesgo al volante. También hay que adaptar las infraestructuras, aprovechar las ayudas de las tecnologías en los coches y simplificar las funciones, construir aceras más espaciosas o cruces más seguros.
Conductores de motocicletas y ciclomotores más seguros
Margie Peden, de la Organización Mundial de la Salud (WHO), ha sido la encargada de exponer la problemática de los conductores de motocicletas y ciclomotores con datos que se publicarán en noviembre en su informe ‘Vehículos motorizados de dos ruedas’. En este informe se incluyen las motos eléctricas o ibikes por su importante crecimiento en China, pero también en Asia y Latinoamérica, y que suponen un riesgo adicional porque son más pesados y silenciosos.
Los vehículos motorizados de dos ruedas representan el 29% del total de vehículos registrados y un 23% en el número de fallecidos en carretera. 286.000 personas mueren al año en estos vehículos a nivel mundial.
¿Qué se puede hacer para reducir esta cifra? Margie Peden propone instalar barreras metálicas más absorbentes, motos más seguras con frenos ABS, regular los vehículos de tres ruedas o e-trikes, concienciar sobre el uso de las luces diurnas y de los faros por la noche, utilizar ropa reflectante y realizar inspecciones periódicas.
Para que los motoristas viajen más seguros también se debe obligar a utilizar un casco homologado y de calidad (debe soportar dos golpes), realizar pruebas de habilidad y mayor formación tras obtener el permiso de conducir. “También es fundamental que tras el accidente los servicios médicos actúen con rapidez, se disponga de los tratamientos adecuados y un seguro médico obligatorio”, explica Margie.
Las colisiones de bicicletas con turismos, el accidente más común
La semana pasada se celebró un seminario para debatir una estrategia europea sobre ciclismo con la presencia de los ministros de transporte de los estados miembros. Todos terminaron conduciendo una bicicleta para ir a cenar. Esta anécdota la contaba ayer Ellen Townsend, del ETSC mientras explicaba qué se está haciendo desde el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte para mejorar la seguridad de los ciclistas.
El uso de bicicletas para desplazarse reduce la congestión del tráfico, la contaminación y mejora la salud de las personas que optan por este medio de transporte, pero 2009 personas murieron en 2013 en Europa mientras montaban en bici. La tasa de reducción de la siniestralidad es más baja que para otros usuarios de las carreteras, sólo un 0,60% de 2010 a 2013.
“El 78% de ciclistas fallecieron en Europa por colisiones con un vehículo motorizado entre 2011 y 2013, sobre todo con turismos”, se lamenta Ellen Townsend. La directora política del ETSC recomienda a los estados miembros recoger más datos de accidentabilidad de ciclistas, analizar sobre cómo afecta el alcohol y las drogas en estos accidentes. “Esperamos para finales de año sacar a la luz las actualizaciones de la Ley de Seguridad para peatones y la Ley de Seguridad general que tendrá algunos apartados que beneficiarán a este colectivo como el diseño de la parte frontal de los vehículos”.
Desde el ETSC proponen construir más carriles bicis, reducir la limitación de velocidad en áreas urbanas con mayor volumen de ciclistas y peatones, construir rotondas y badenes más seguros, y sobre todo animar a usar el casco y castigar comportamientos arriesgados como saltarse los semáforos en rojo.
La responsabilidad civil puede recaer en peatones también. En general, en todo tipo de personas. No sólo a médicos, arquitectos y/o abogados, por ejemplo, como creen muchas personas con las que me he topado. Os invito a echar un vistazo a los artículos 1902 y siguiente del Código Civil. No son de siesta (para quien haga fú, como el gato, cuando oiga temas jurídicos).