¿Cómo afecta la guerra de Ucrania al sector del automóvil?

El conflicto bélico derivado de la invasión de Ucrania por parte de Rusia está afectando gravemente a la industria automovilística europea desde diferentes vertientes. En primer lugar, muchas marcas han decidido suspender la comercialización de sus vehículos en Rusia como consecuencia de las sanciones económicas impuestas por los países occidentales y en segundo lugar la producción de coches, tanto en Rusia como en los países europeos más cercanos al conflicto se está viendo afectada por problemas de aprovisionamiento.

Rusia es el segundo mercado automovilístico europeo después de Alemania y el octavo del mundo en volumen con unas ventas anuales de más de 1,6 millones de coches. En Europa está ligeramente por encima de países como Francia y Gran Bretaña. Ucrania, por su parte, es un mercado más pequeño que supera por muy poco las 100.000 unidades anuales. Ambos van a verse afectados en los próximos meses, el ucraniano por razones obvias al ser escenario de la guerra y el ruso como consecuencia de la falta de componentes y de las sanciones internacionales.

Algunas marcas han anunciado ya el cese de sus operaciones en Rusia hasta nuevo aviso, entre ellas algunas firmas de lujo como Aston Martin, Bentley, Porsche o Volvo que fue la primera el anunciar su abandono temporal del mercado ruso. También han suspendido sus actividades comerciales Honda, que ya tenía previsto abandonar el país a finales de 2022, Nissan, Jaguar-Land Rover y Ford, que ha suspendido sine die su participación en la joint venture que tiene con el fabricante de vehículos comerciales ruso Sollers.

Como consecuencia de la guerra se han producido problemas de suministro en la mayoría de las plantas ubicadas en suelo ruso. Volkswagen, por ejemplo, ha parado la producción en su planta de Kaluga y en la que comparte con la firma rusa GAZ en la localidad de Nizhny Novgorod, mientras que Mercedes ha suspendido el envío de piezas para la producción de los camiones Kamaz, marca de la que es accionista minoritaria. También BMW ha cerrado temporalmente la planta que tiene en la localidad de Kaliningrad donde producía unos 12.000 coches al año.

Las marcas asiáticas están experimentando también las mismas dificultades y tanto la planta de Hyundai en San Petersburgo como la que tiene Toyota en la misma localidad, esta última con capacidad para fabricar 80.000 coches anuales han suspendido temporalmente la producción por la imposibilidad de disponer de determinados componentes. También Stellantis ha tenido que detener su producción en Rusia por el mismo motivo.

El grupo automovilístico europeo más afectado por este conflicto es, sin duda, Renault que es propietario de la empresa rusa Autovaz (la que comercializa la marca Lada) que tiene una cuota de mercado en Rusia superior al 22% y que supone el 6,4% de los ingresos globales del grupo. Renault ha anunciado paros en la producción tanto en su planta de Moscú como, sobre todo, en la gran fábrica de Togliattigrad.

Tanto Rusia como Ucrania son países exportadores de materia prima para la industria automovilística. Rusia es un importante proveedor de acero, de aluminio y de acero inoxidable y es uno de los principales productores de paladio del mundo. El paladio es un metal raro que se utiliza en la producción de semiconductores y de catalizadores. Además, el país produce importantes cantidades de níquel y de litio, elementos imprescindibles en la producción de baterías para coches eléctricos.

Por lo que respecta a Ucrania, este país produce entre el 80 y el 90% del gas neón que se utiliza para la fabricación de semiconductores y la no disponibilidad de una producción continuada de este gas comportará un problema añadido para la producción de estos componentes que ya estaba afectando a la industria a nivel mundial en los últimos años y cuya solución no se vislumbraba hasta el año 2023, un plazo que ahora vuelve a quedar en entredicho. Más información sobre la crisis de los semiconductores en este enlace.

Además, en suelo ucraniano están implantadas numerosas firmas de componentes que trabajan para las marcas occidentales que producen en países limítrofes y de la zona del este europeo como Hungría, la República Checa, Eslovaquia o la propia Alemania. Por ejemplo, la empresa Leonio produce en su planta ucraniana numerosos cableados completos para automóviles. El grupo Volkswagen ha anunciado paros temporales en sus plantas de Zwickau y Dresden, donde se producen los modelos eléctricos, en las de Audi en Alemania, en la de Porsche de Leipzig y en la mayoría de las plantas de Skoda como consecuencia de problemas de suministro. También BMW ha anunciado paros en sus plantas de Alemania e incluso en la británica de Mini de Oxford.

Las marcas británicas y alemanas son las que más directamente se han posicionado con respecto de la crisis siguiendo los posicionamientos de sus respectivos gobiernos y, en este sentido, han abogado en sus comunicados por el cese inmediato del conflicto y en el caso de marcas como Mercedes, Volkswagen y Skoda han realizado donaciones de hasta un millón de euros para ayudas humanitarias en Ucrania.

Una de las consecuencias inmediatas de este conflicto será el hundimiento de los mercados de los dos países en guerra. En Ucrania, evidentemente el mercado está completamente detenido mientras que en Rusia las ventas caen en picado ante las dificultades para realizar pagos y recibir importaciones desde países terceros.

Algunos analistas han señalado a las marcas chinas como las posibles grandes beneficiarias de la situación. El mercado ruso está claramente dividido en dos tipologías de vehículos, los premium y de lujo, con una presencia muy importante de las marcas extranjeras y que caerá por completo, y los coches baratos, segmento en el que las marcas chinas pueden coger el relevo de las occidentales. En el mes de enero, tanto Chery como Great Wall, una firma del grupo Haval, se situaron ya entre las 10 marcas más vendidas en el país y la negativa de China de romper, de momento, los lazos comerciales con Rusia puede permitir a las marcas del gigante asiático ganar posiciones en el octavo mercado mundial.