Los scooters eléctricos se han convertido en el aliado de las grandes ciudades españolas frente a la contaminación y la reducción de emisiones. En este artículo os hablamos de las ventajas y desventajas de las dos ruedas. Barcelona es una urbe conocida por la innumerable cantidad de modelos urbanitas circulando por sus calles, encabezando la lista de ciudades con mayor número de motos por habitante en Europa (número de matriculaciones). Si eres usuario de una 125 cc de combustión y estás pensando en dar el salto a la electromovilidad tendrás muchas dudas: ¿Qué debo tener en cuenta al cargarlas?, ¿Cuánto tiempo invertiré en el proceso de carga?, ¿Tengo derecho a ayudas para la compra?, ¿Se conducen igual? Todo eso, y más, intentamos resolver en el siguiente artículo.
La movilidad cero emisiones ha llegado para quedarse, está más claro. Esta decisión social, gubernamental y empresarial comportará cambios en nuestro comportamiento como usuarios de un vehículo privado, cada vez más perseguido por los consistorios españoles como enemigo de la sostenibilidad. Hasta ahora, la moto se había presentado como una aliada de Barcelona en esa lucha, por su bajo nivel de emisiones, agilidad ante el tráfico denso y velocidad de desplazamiento. Parece que la decisión de eliminar la movilidad individual es clara y también incluye las dos ruedas, incluso hemos escuchado frases lapidantes como “Las motos deben olvidarse del puerta a puerta” por parte de Janet Sanz, entonces regidora de Movilidad de la ciudad condal.
Como usuaria de un scooter desde los 20 años, he conseguido moverme cómodamente, eficientemente y rápidamente en motocicleta de 125 cc por la ciudad. El aparcamiento es la clave de su utilización, dado que moverse en coche es más seguro pero conlleva más tiempo a la hora de superar retenciones o buscar estacionamiento. No hablo desde la suposición, hace apenas unas semanas publicamos el primer Urban Race para comprobar ¿Qué vehículo es mejor para la ciudad? Por si alguien lo dudaba: la moto venció en el tiempo invertido, pese a un último semáforo que le complicó el liderazgo definitivo.
URBAN RACE | ¿Qué vehículo es mejor para la ciudad? | coches.net
Volviendo a la experiencia personal con un scooter. Hace un par de años tuve que renunciar a mi moto de marchas, una Honda CB500 del 1996, por falta de distintivo ambiental de la DGT (os los explicamos aquí). Como ya me planteaba tener una moto de mayor cilindrada para mis escapadas, volví a lo conocido con el Honda Passion 125i (las mejores ofertas de segunda mano aquí) que tarde o temprano tampoco servirá. Fue entonces cuando debatí la compra de un scooter eléctrico, pero las dudas y la incertidumbre me superó.
Puestos a formar parte de la solución, los scooters eléctricos parecen una alternativa de cajón a la hora de reducir la contaminación en las grandes ciudades europeas. Encima, en la capital catalana, tenemos la ventaja de contar con una red de cargadores públicos decente y en aumento, buen tiempo y una cierta comprensión por parte de los coches, que conviven mucho mejor con nosotros que en otras ciudades. De modo que voy a volver a plantearme la siguiente cuestión: ¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de comprar una moto eléctrica?
Los scooters eléctricos L3e
Nos centraremos en el scooter por su funcionalidad y coherencia a día de hoy, una auténtica alternativa realista para la gran mayoría de usuarios urbanitas. Existen otros modelos, centrados en el público de mayor cilindrada o de gustos deportivos pero es este segmento el que supone un éxito para las marcas. Para el vídeo de hoy contamos con una Niu MQI GT, con casi 3 kW de potencia y una batería de 2,98 kWh, la opción estándar que también puede incorporar un ajuste de autonomía extendida (novedad). Cuesta 3.399 euros y baja hasta los 2.099 euros si contamos con toda la ayuda del plan MOVES III.
Y eso es lo primero que debemos saber: los scooters eléctricos que se homologan como una moto equivalente a un 125cc (categoría L3e) cuentan con la misma normativa que las opciones térmicas. Es decir, se pueden conducir con el carnet de coche si lo tienes desde hace tres años o con el A2. Además, están incluidos en el Plan MOVES III con una ayuda de hasta 1.300 euros si demuestras el achatarramiento de otro scooter de combustión con más de 7 años, que lleve uno a tu nombre. Es más, si vives en una población con menos de 5.000 habitantes, esta ayuda asciende a 1.410 euros. Te lo explicamos mejor en este enlace.
¿Cómo cargo el scooter eléctrico?
Los fabricantes de scooters eléctricos cayeron en la cuenta de que sus baterías, que son más compactas que las de un coche, podían ser extraíbles. Efectivamente, se demostró que era una de las ventajas, aunque también tiene desventajas tal como te contamos en este artículo. En este caso, la Niu MQI GT guarda las suyas, de iones de litio de 2,97 kWh, bajo el asiento. Su peso ronda los 10 kilos por módulo en función del modelo, bastante si queremos subir escaleras. En ese sentido, los Silence (noticia de la S02) tienen una batería que pesa 33 kilogramos pero se extrae por el lateral y se mueve como si fuera un carro gracias a su asidero, una solución ideal para llegar al ascensor pero demasiado peso para escaleras.
Estas baterías de scooter eléctrico las puedes poner a cargar en cualquier enchufe doméstico, como el que utilizas para el secador del pelo. La Niu MQI GT tarda 4,5 horas en cargar de manera completa, o 6 horas en la versión de autonomía extendida. Puede parece mucho pero difícilmente llegarás a necesitar ese tiempo, dado que rápidamente te acostumbras a hacerlo ciertas veces a la semana sin alcanzar la descarga total. En ese punto surge la siguiente duda.
¿Cuántas veces debo cargar mi scooter eléctrico?
No existe una respuesta absoluta a la duda sobre cuántas veces cargar tu scooter eléctrico, dado que dependerá del uso que le des. La máxima es que, como cualquier dispositivo eléctrico, cargarlo demasiado acaba afectando al rendimiento de la batería y disminuye su autonomía con el paso de las cargas y los años. Si ponemos como ejemplo Barcelona, que es una ciudad bastante compacta, e incluso cruzándose no alcanza los 20 kilómetros de recorrido, difícilmente recorrerás más de 50 kilómetros al día.
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He probado otras opciones eléctricas a lo largo de una semana y os aseguro que mi ansiedad por quedarme tirada me “obligaba” a cargar constantemente la batería. En los centros comerciales, en casa, en el trabajo y tampoco es necesario. Todo depende de tu estilo de vida, de lo irregular de tus días o las costumbres que tengas. Si te adaptas y tienes en cuenta el momento de la carga, en el trabajo o al llegar a casa, no sufrirás por la autonomía y apurarás más su carga. En un uso lógico del Niu MQi deberías estar cargándolo entre 2 y 3 veces por semana en Barcelona, pero es solo una aproximación que deberás ajustar según tu conducción.
¿Se conducen diferente?
Esa es otra de las claves de los scooters eléctricos, se conducen ligeramente diferente. Niu puede hablar de homologaciones de autonomía, que rondan los 70 kilómetros con la batería pequeña y alcanzan los 90 km con la más extensa, pero cada cual es de su padre y de su madre, pesa diferente y conduce con su estilo propio. Una circulación que pronto verás modificada por algunas curiosidades de la propulsión eléctrica.
Este NII MQI GT no me ha sorprendido por su aceleración, algo que suele acompañar a los motores eléctricos que salen disparados en los semáforos. Casi hasta lo agradezco, así vas a un ritmo más acorde al resto del tráfico y con su motor de 3,1 kW. Vendrían a ser 4,15 CV y lo primero que piensas es que son muy pocos, mi PS tiene 9,6 kW así que son unos 13 CV. Sin embargo, esa potencia eléctrica te concede la fuerza necesaria para moverte entre el tráfico de una ciudad sin problemas.
El único punto flaco es la velocidad máxima, que por poco supera los 70 km/h y eso que yo peso unos 50 kilos. Eso sí, hay alternativas con puntas más elevadas si es que tu trayecto habitual de esta manera lo requiere. Lo primero que te sorprenderá de un scooter eléctrico es su impulso y tacto de acelerador. Pese a que su salida se verá modificada por los modos de conducción, el Niu MQi GT tiene una muy buena recuperación entre los 30 km/h y 50 km/h, que es el rango de velocidad ideal para las urbes.
Pero más allá de la aceleración, la clave está en la desaceleración de los eléctricos. Ya que estamos sobre el NIU aprovecharemos para daros un consejo trasladable a los coches eléctricos y es el uso de la frenada regenerativa. En este caso la tenemos y es clave para ir sumando algún kilómetro a la autonomía total si somos conductores eficientes. Se trata de ser previsor y aprender el instante de más recepción de energía adaptando nuestra frenada a alargar ese momento.
¿Qué pasa si me voy a quedar tirado?
La red de carga de vehículos eléctricos aún está algo verde en España, pero las ciudades más grandes empiezan a ser dignas de la movilidad cero emisiones. En Barcelona, por ejemplo, contamos con el servicio de puntos públicos gratuitos Endolla, a los que conectarnos tras habernos registrado en la web y recibir una tarjeta identificativa, que va ligada a dicho vehículo. A través del portal también encontramos la información sobre disponibilidad y estaciones disponibles en ese momento.
Electromaps va a ser tu aliada en caso de comprarte un scooter eléctrico. Darse de alta será clave para encontrar puntos de carga y saber su disponibilidad, precio e incluso pagar por su uso a través de la app y una tarjeta adjunta. Así podrás llevar la cuenta de tus gastos eléctricos e incluso confirmar que sigue cargando en todo momento de manera telemática. Como es habitual, la opinión de los usuarios en los comentarios te concederá información extra sobre su mantenimiento o inconvenientes que surgen de su uso.
¿Me compraría un scooter eléctrico?
Conociendo estos desafíos, la adaptación y previsión con la que debería funcionar la duda final es: ¿Compraría un scooter eléctrico? En mi caso, la jornada laboral es tan cambiante como inesperada pero estoy convencida de tener el tiempo, mínimo, y encontrar los espacios necesarios para la carga. Sin embargo, la durabilidad de las baterías es la que es y sustituirlas tiene un precio sobre los 800 € de cada módulo en el caso de la Niu.
Algunos estudios han intentado desvelar la amortización de un scooter cero emisiones, que dependerá también del precio de la compra, pero se sitúa sobre los 6 años. Un tiempo en el que venderla de segunda mano no será tan fácil, ni fiable, como un modelo de combustión, así la depreciación será notable. Por ese motivo mi respuesta es que sí, sí adquiriría un scooter eléctrico pero lo haría mediante una solución de renting que no me exija esa propiedad definitiva.
