En el supuesto que sufras un siniestro en un túnel de lavado y que la culpa del mismo sea debido al mal funcionamiento de la propia maquinaria del túnel te tocará reclamar. En función del tipo de seguro que tengas contratado deberás seguir un procedimiento o bien otro.
En el caso que tengas contratado un seguro a todo riesgo cubriendo daños propios entonces deberás dar parte a tu compañía y ellos mismos se encargan de todo. Nada más, así de fácil y sencillo.
Ahora bien, todo cambia y mucho en el caso que tu póliza no cubra los daños propios. De lo contrario tendrás que realizar tú mismo el proceso de reclamación por burofax, carta certificada o cualquier medio que deje constancia de la reclamación a la empresa propietaria de la instalación donde has sufrido el daño.
Si no atienden a la reclamación entonces se deberá recurrir a la vía judicial. En el caso que el daño sea inferior a 2.000 euros lo podrás tramitar tú mismo sin necesidad de abogado ni procurador, aunque no es recomendable. Con un importe sobre los daños que supere los 2.000 euros será obligatorio contratar los servicios de defensa y representación, tanto de un abogado como de un procurador.
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Para realizar dicha reclamación se necesitará acreditar el importe de los daños sufridos, demostrar el funcionamiento inadecuado del túnel de lavado, así como la relación entre este malfuncionamiento y el daño causado sobre el vehículo. Demostrando con fotografías o recibos que el vehículo se encontraba en la citada fecha y hora del siniestro en las instalaciones.
Uff, así dan ganas de no volver a usarlos.