Diferencias entre seguridad activa y pasiva, ¿cómo funcionan?
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Diferencias entre seguridad activa y pasiva, ¿cómo funcionan?

Sara Soria

Sara Soria

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La seguridad es unos de los factores que más importancia está adquiriendo a la hora de comprar un coche. Además de prestaciones, amplitud o conectividad…, ¿quién no busca un coche seguro? Pero, ¿conoces las diferencias entre seguridad activa y pasiva?

El cinturón de seguridad, los airbags y reposacabezas forman parte de la seguridad pasiva. Ayudan a reducir los riesgos de lesiones graves y mortales.
El cinturón de seguridad, los airbags y reposacabezas forman parte de la seguridad pasiva. Ayudan a reducir los riesgos de lesiones graves y mortales.

Cuando nos adentramos en la tarea de comprar un coche es importante estar familiarizado con su equipamiento, tecnología… porque así podremos elegir mucho mejor el que más se adapta a nuestras necesidades. Si no es tu primer contacto con un coche, seguro que hay elementos que conoces de sobra. Airbags, ESP, ABS, sistema de mantenimiento de carril, reposacabezas, cinturón de seguridad, frenada de emergencia… ¿Conoces su función dentro del vehículo? Es por esto que hoy queremos explicarte las diferencias entre sistemas de seguridad activa y seguridad pasiva.

¿Cuál es la función de la seguridad activa?

Empezamos por la seguridad activa porque su función principal dentro del vehículo es evitar que se produzca un siniestro de tráfico. Son elementos que tratan de mantener estable y controlar el coche en todo momento y los encontramos en el sistema de dirección, de la suspensión, de los frenos, de iluminación o en los neumáticos.

El uso de aceros resistentes y de chasis con zonas de deformación programada ayudan a reducir el alcance de las lesiones en caso de accidente.
El uso de aceros resistentes y de chasis con zonas de deformación programada ayudan a reducir el alcance de las lesiones en caso de accidente.

Algunos elementos que forman parte de la seguridad activa son:

•- El sistema antibloqueo de ruedas (ABS): impide que se bloqueen los frenos cuando se produce una frenada fuerte.

•- El control de estabilidad (ESP): ayuda a mantener la trayectoria en situaciones con riesgo de deslizamiento o derrape.

•- El control de tracción (ASR o TCS): diseñado para prevenir la pérdida de adherencia de las ruedas, por ejemplo, cuando el suelo está deslizante o cuando el conductor acelera en exceso.

•- Los neumáticos: siempre que estén en buen estado y con la presión correcta garantizan la adherencia y la tracción durante la conducción. Se añade como sistema de seguridad activa el control de presión de neumáticos que avisa al conductor cuando alguno de los neumáticos tiene la presión incorrecta. Será obligatorio en vehículos de nueva homologación en Europa a partir de julio, aunque ya muchos coches nuevos lo incluyen.

Además, de estos elementos del vehículo, ya prácticamente todos incluidos en el equipamiento de serie, en los últimos años hemos asistido a un boom de sistemas de ayudas a la conducción (ADAS). Son sistemas que también tienen como objetivo evitar un accidente y que son el paso intermedio hacia la conducción autónoma. Son sistemas que combinan cámaras, radares o tecnología láser para detectar posibles riesgos, alertar al conductor y, en caso de que éste no reaccione, actuar de forma automática. Su función es clave para evitar accidentes y salvar vidas porque no hay que olvidar que el error humano está detrás del 90% de los siniestros viales. De hecho, a partir del 6 de julio diez sistemas ADAS van a ser obligatorios en vehículos de nueva homologación en Europa. Algunos de estos sistemas son la frenada automática de emergencia, el asistente de mantenimiento de carril, detector de fatiga o el asistente de salida marcha atrás, entre otros.

Los sistemas de frenado automático de emergencia más avanzados también detectan a ciclistas, peatones e incluso a animales.
Los sistemas de frenado automático de emergencia más avanzados también detectan a ciclistas, peatones e incluso a animales.

Seguridad pasiva, reduce las lesiones

La otra parte que compone la seguridad de un automóvil es la seguridad pasiva. Sus elementos y dispositivos actúan cuando se produce el siniestro con el objetivo principal de reducir sus consecuencias, es decir, evitar o reducir las lesiones graves o mortales. Por tanto, la seguridad pasiva entra en acción cuando los sistemas de la seguridad activa no han conseguido evitar la colisión o el accidente.

Tres son los elementos claves que forman parte de la seguridad pasiva: el cinturón de seguridad, los airbags y el reposacabezas. Aquí tienes un amplio reportaje en el que te explico las funciones de cada uno. También, en este otro enlace te informo sobre los tipos de airbags.

Además de estos tres elementos, esenciales para salvar vidas, también se integran en la seguridad pasiva el chasis y carrocería de un coche, el sistema de llamada de emergencia e-Call o las ventanillas y parabrisas. En este enlace descubrirás diez funciones del parabrisas.

Seguro que ahora ya te queda más claro cuáles son las diferencias entre seguridad activa y seguridad pasiva en un vehículo: la primera trata de evitar el accidente, la segunda, reduce las consecuencias cuando el accidente se produce.

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