Endesa ha anunciado en Madrid la puesta en marcha de Endesa X, su nueva línea de negocio en el campo de la movilidad eléctrica. Su ambicioso plan de proyecto prevé la instalación en territorio español de 108.500 puntos de recarga para vehículos eléctricos a lo largo de los próximos cinco años. Ocho mil quinentos puntos serán de uso público, mientras que los cien mil restantes cubrirán plazas de aparcamiento residenciales y corporativas.
Para la compañía eléctrica española, y en palabras de su Consejero Delegado José Bogas, “la movilidad eléctrica es un pilar estratégico para Endesa, ya que se trata de una pieza fundamental para avanzar hacia un sistema energético totalmente descarbonizado en 2050, objetivo que es compartido por todos los países que han firmado los acuerdos de la Cumbre de Paríes COP21 y por un elevado número de agentes sociales y económicos de muy diversa naturaleza, tanto nacionales como internacionales”.
Obviamente, Endesa es parte interesada en el impulso de la movilidad eléctrica. Pero el hecho es que los potenciales usuarios de coches eléctricos, que son quienes deciden si seguir o no dicho impulso, lo han tenido muy difícil hasta ahora por varios motivos de peso. El primero de ellos tiene que ver con los propios automóviles eléctricos, cuyo precio de adquisición es (de momento) muy elevado y cuya autonomía de uso tampoco es (de momento) la ideal para usar este tipo de automóviles como vehículo único o principal.
El segundo gran inconveniente es el de los puntos de carga particulares. Para cargar la batería del coche en un tiempo razonable, se necesita hacer una costosa instalación ad hoc; cosa que no será posible a menos que vivamos en un chalet o dispongamos de plaza de aparcamiento en un bloque de vecinos dispuesto a aceptar instalaciones individuales o comunitarias. Y luego está el problema de la recarga pública, situación que han de afrontar quienes no pueden cargar en casa su coche eléctrico y quienes deseen usarlo como algo más que una manera de ir al trabajo. A día de hoy los puntos de carga pública son escasos y, según la localidad en la que estén instalados, pueden regalarnos pesadillas administrativas como, por ejemplo, la de no poder cargar el coche si no disponemos de una tarjeta emitida por el Ayuntamiento en cuestión. Por último, y no por ello menos, está la cuestión de cómo y dónde recargar el coche en la carretera, asunto que convierte cualquier viaje de placer en emocionante odisea.
Por fortuna, iniciativas como el Plan de Infraestructuras de Recarga presentado por Endesa X -con una inversión de 65 millones de euros y la promesa de utilizar energía de origen renovable- se ocuparán de hacer algo más fácil la vida de los usuarios de vehículos eléctricos; y en especial, la de quienes necesiten recargarlos “en la calle”. Durante los próximos dos años, la compañía creará una red de 2.000 puntos situados en ciudades con más de 35.000 habitantes, dando así cobertura al 75% de la población española. De aquí a entonces se habrá garantizado que cualquier conductor podrá recargar su coche en un radio de 100 kilómetros. No es una solución perfecta, pero sí al menos un alivio.
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Entre 2021 y 2023 llegará el grueso del parque de puntos de recarga públicos, con 6.500 nuevas incorporaciones. De esta manera quedarán cubiertas no sólo las potenciales áreas de alcance de los vehículos eléctricos (áreas metropolitanas, islas y zonas turísticas), sino también las principales rutas interurbanas. Este total de 8.500 puntos de acceso público se verán acompañados, como dije al principio, de otras 100.000 tomas instaladas en viviendas y oficinas. Dependiendo del tipo de instalación, la potencia puede ser de 3,7 kW, 22 kW, 50 kW ó 150 kW.
De cara al usuario, la recarga de su vehículo no puede ser más sencilla. Los clientes de Endesa X podrán usar la aplicación X-Recharge instalada en su teléfono móvil para desbloquear la manguera y conectarla al coche; y una vez completada la carga, se añadirá automáticamente el coste a su cuenta. Los no clientes también podrán usar los puntos de carga de Endesa X, cuyo servicio podrán pagar con tarjeta de crédito o débito. En teoría, el procedimiento es tan simple como llegar, cargar y pagar.
Finalizado el evento de presentación de Endesa X, su equipo de comunicación preguntó a los medios convocados que significado tenía para cada uno de nosotros, y en una sola palabra, la denominación ‘X’. En mi caso decidí incluirla en “eXpectativa”, que es al fin y al cabo la actitud con la que miro al futuro de la movilidad. Parece bastante claro que este futuro pasará por la popularización del coche eléctrico, algo a lo que sin duda han de contribuir iniciativas como Endesa X; aunque por el momento me cuesta superar el conflicto entre deseos y realidades. Ojalá llegemos al punto en el que la movilidad eléctrica se convierta en una solución viable y sostenible; hasta entonces, seguiré mirándola con cierto grado de ilusión... y a la eXpectativa.