Suecia es el país de la Unión Europea con menor siniestralidad vial -España es el séptimo- y de allí procede Astrid Linder, destacada investigadora mundial en seguridad vial y creadora del primer dummy femenino para pruebas de choque.
Linder es catedrática de Seguridad Vial en el Instituto Nacional Sueco de Carreteras y Transportes (VTI), profesora adjunta de Prevención de Lesiones en la Universidad de Chalmers y profesora asociada adjunta en el Centro de Investigación de Accidentes de la Universidad de Monash (Melbourne, Australia). Se doctoró en seguridad vial en la Universidad de Chalmers, donde también es licenciada en Ingeniería Física. Su principal área de trabajo es la seguridad vial. Analiza los modelos humanos para la evaluación de la seguridad en accidentes, la prevención de lesiones y obtener medidas que eviten los siniestros. Su último gran logro ha sido el desarrollo del primer dummy femenino, un maniquí de tamaño medio para crashtest o pruebas de coche con las características propias de una mujer. Tal y como nos dice, su objetivo es que la protección en caso de colisión se evalúe tanto para hombres como para mujeres. En este vídeo puedes verla hablando sobre su dummy femenino.
Por toda su trayectoria profesional, Astrid Linder ha recibido el premio WOW (Woman of Worth) que concede el Women’s World Car of the Year para destacar el papel de la mujer en el mundo del motor, un jurado del que formo parte como representante española.
Hablamos con ella para conocer más detalles sobre cómo ha llegado a desarrollar el primer dummy femenino que ayudará a mejorar la seguridad vial de las mujeres, qué retos ha tenido que superar y cómo ve el futuro.
¿Cómo empezó su trayectoria en seguridad vial?
Estudié ingeniería física en Chalmers en los años 90 y, tras graduarme, busqué trabajo y encontré un puesto como estudiante de doctorado en Chalmers. Mi tarea consistía en desarrollar el primer maniquí de pruebas de choque del mundo para colisiones a baja velocidad con el fin de evaluar la protección frente a lesiones de tejidos blandos del cuello, las llamadas lesiones por latigazo cervical. En aquel momento no existía ningún maniquí ni prueba para este tipo de colisión, que es la más común y la que provoca lesiones incapacitantes.
Fue un gran proyecto en los años 90. La financiación vino de Vinnova (Agencia Sueca de Innovación) en colaboración con Volvo, Saab, Autoliv, Folksam y Chalmers. El maniquí creado para las pruebas de choque tenía el tamaño de un hombre medio, ya que ese es el modelo de ocupante que utilizamos como conductor en las pruebas de impacto frontal y lateral. Después trabajé en el extranjero, en Australia e Inglaterra. También tengo una larga experiencia como directiva en el ámbito de la seguridad vial.
¿Cómo surgió la idea de crear un dummy de choque femenino?
Como parte de mis estudios de doctorado, hice una revisión bibliográfica y descubrí que las mujeres tenían más riesgo de sufrir lesiones por latigazo cervical que los hombres. Entonces, el siguiente paso lógico fue trabajar para diseñar un modelo que representara a esa parte de la población, las mujeres. Al evaluar la protección contra lesiones con un modelo de un hombre medio, no podíamos evaluar hasta qué punto los coches nuevos protegen también a las mujeres. Si nos fijamos en características generales, no hay diferencias en la forma en que está construido el cuerpo entre hombres y mujeres. Me refiero a las partes esqueléticas, los órganos y las partes blandas, excepto los órganos reproductores, que no son esenciales en la seguridad en caso de colisión. En cambio, hay diferencias que sí son importantes incluir en los modelos para evaluar la protección contra lesiones en una colisión trasera a baja velocidad, por ejemplo la geometría de la parte superior del cuerpo, es decir, la anchura de los hombros y el centro de gravedad del torso, que son más altos para los hombres que para las mujeres.
Hoy en día no se evalúa la protección de un coche nuevo para toda la población adulta. La evaluación de la seguridad en caso de colisión se realiza utilizando un hombre medio (geometría, peso y altura) como conductor, además de pruebas con modelos infantiles. Para representar a los niños, disponemos de dummies infantiles de muchos tamaños diferentes. Además, por ejemplo, Volvo ha realizado pruebas con una modelo embarazada en las que se estudiaba cómo se protege al feto. Sin embargo, no se estudió la protección de las mujeres, ya que el modelo no estaba diseñado como una mujer normal. Lo que me motiva a crear este maniquí son las estadísticas de lesiones, que proporcionan la base de lo que hay que desarrollar y permiten identificar mejor las innovaciones que ofrecen la mejor protección a toda la población. El trabajo dura ya más de 20 años.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
¿Qué contratiempos han encontrado a lo largo de los años?
Los mayores retos y contratiempos a lo largo de los años han sido encontrar financiación para la investigación. Mi objetivo es que las futuras pruebas de choque se hagan con dummies y herramientas que representen tanto a las mujeres como a los hombres porque así se podrá ofrecer la mejor protección en caso de choque a toda la población. Pero llegar hasta ahí requiere más trabajo. En la normativa para las pruebas de homologación que se utiliza en Europa, la CEPE, se dice claramente que lo que se exige para las pruebas de aptitud para la circulación es que se utilice un modelo de hombre medio. Y mientras lo diga la normativa, el cambio no vendrá de las demandas de la sociedad. Las empresas siguen lo que hay que seguir, no se puede exigir nada más. Para salir adelante se necesita, entre otras cosas, cooperación, conocimiento y voluntad.
Es importante cómo votamos y en qué nos implicamos, ya que afecta al desarrollo de la normativa. En cuanto a lo difícil que es algo, desarrollar una vacuna contra el coronavirus es increíblemente mucho más difícil que desarrollar un dummy de mujer para pruebas de choque, en cambio, el desarrollo de la vacuna se hizo con éxito en poco tiempo. Por eso tiene mucho que ver qué es lo que decidimos hacer. Ya en 2012, junto con Volvo, Chalmers y socios de Europa, produjimos un modelo matemático de maniquí de prueba de choque de una mujer promedio para que se pudieran realizar pruebas virtuales con modelos masculinos y femeninos. Después de esto, la opinión generalizada era que resultaba demasiado difícil y caro desarrollar un dummy que representara a la parte femenina de la población. Pero conseguimos financiación de la UE para el proyecto que acabamos de terminar: diseñamos un modelo tanto matemático como físico de una mujer y un hombre medios.
¿Cómo es un día normal de trabajo?
Durante casi 14 años he sido gerente, con todo lo que supone el trabajo de un cargo directivo. Hoy soy profesora y en el VTI trabajo mucho con la investigación, donde también presido reuniones, gestiono solicitudes de financiación de proyectos con diversos socios y presento los resultados de las investigaciones en todo el mundo. Después de que el canal de noticias de la BBC hiciera un reportaje sobre el dummy de choque femenino, sigo teniendo bastante contacto con la prensa y los periodistas, algo que es alentador. También leo y escribo mucho, lo que implica revisar artículos para conferencias y revistas.
¿Le gusta conducir?
Me gusta mucho conducir, conduzco un Saab 9-5 con caja de cambios manual (puedes leer aquí nuestra prueba del Saab 9-5 2.8 T Alero) Disfruto mucho con ese coche por su maniobrabilidad y cómo responde al conducir, algo que valoro mucho. Aún no he encontrado un buen sustituto para él. Hay muy buenos sistemas de asistencia en los coches modernos, pero no hay nada que me haya atraído económicamente. Me saqué el carné de conducir en Estocolmo al cumplir los 18 años y desde entonces siempre me ha gustado conducir. Pero también me gusta ir en tren, en autobús y en bicicleta.
¿Qué siente al recibir este premio WOW?
Me siento muy honrada y feliz de que los proyectos reciban atención y aprecio. Y juntos podemos marcar la diferencia. En la industria automovilística no hay una sola persona construyendo un coche. Para fabricar un coche hace falta trabajo colectivo e interacción con muchas personas con talento y otras empresas. Lo mismo puede decirse del desarrollo para mejorar la seguridad vial.
¿Cómo ve el futuro?
Mi visión de futuro es que mejoremos juntos la seguridad vial y que en 2030 evaluemos la protección en caso de accidente tanto de mujeres como de hombres de forma inclusiva.