Los scooters se han consolidado como la alternativa para moverse por entornos urbanos sobre dos ruedas. Según datos de AMV, empresa especializada en seguro de motos, el 60% de las motos que cambian de manos son scooters. Hoy nos centramos en los errores más frecuentes que se cometen al comprar un scooter de segunda mano, para que los tengas en cuenta y así consigas que la compra termine sin problemas.
En este enlace puedes consultar nuestra guía práctica para elegir tu moto.
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1. Comprar un scooter cuando no se adapta a nuestras necesidades
A veces nos dejamos llevar por las modas, porque algún amigo o familiar nos cuenta lo contento que está con su moto o porque hemos visto una oferta que nos ha encantado. Desde AMV aconsejan no comprar una moto de forma compulsiva, ya que “una compra espontánea e irreflexiva puede provocarnos ansiedad, desencanto o frustración. Especialmente, si lo que compramos no satisface nuestras necesidades y expectativas”, explican.
Antes de comprar un scooter tenemos que preguntarnos si es realmente es el tipo de moto o de vehículo que necesitamos, para qué lo vamos a utilizar… Si sobre todo necesitas realizar desplazamientos interurbanos, escapadas de fin de semana, rutas con amigos o viajes largos en moto, posiblemente un scooter no sea la mejor opción.
2. No buscar referencias del vendedor
Una moto usada la podemos comprar bien a un particular u optar por un centro especializado o una web de referencia como es motos.net. Es tu decisión optar por una u otra opción. Pero lo que sí es importante es que, antes de realizar la compra, te informes sobre el vendedor, que busques referencias. Aquí tienes las claves de comprar una moto a un particular o a un profesional.
En el caso de comprar a un particular a través de un anuncio en una plataforma online, es recomendable que nos decantemos por una que nos ofrezca las máximas garantías y seguridad y que sepamos que están especializados en la venta de motos de segunda mano. Aquí tienes un claro ejemplo en la sección de motos usadas de motos.net donde ofrecemos un proceso de compraventa totalmente garantizado.
Si preferimos la opción de comprar en un establecimiento especializado, es aconsejable buscar opiniones de otros usuarios, e incluso, hacer una visita al establecimiento y hablar con los profesionales que trabajan allí, para hacernos a la idea de su forma de trabajar.
3. No informarse sobre la moto que vas a comprar
Las motos de segunda mano son unidades únicas. Como poco han tenido un propietario y por tanto ya tiene un historial de uso. Por eso no solo debes fijarte en la parte visual del scooter: si está limpia, aparentemente en buen estado, con neumáticos nuevos…
Es totalmente recomendable solicitar su historial en la DGT, basado en información disponible en Tráfico. Es lo que se conoce como informe del vehículo y es fundamental para conocer su situación legal, por ejemplo, te informa si tiene o no multas, embargos, precintos o cargas. También te da información sobre el número de propietarios, el tiempo en propiedad de cada uno de ellos, te puede dar una orientación sobre la zona de España por la que ha circulado. Además te informa sobre el historial de ITV, defectos encontrados, reformas por accidente grave y sobre los usos para los que ha sido destinado el vehículo.
Pero no te debes conformar con esta información, también debes preparar una lista con preguntas a su vendedor: ¿por qué está a la venta? ¿cuántos dueños ha tenido? ¿si ha dormido en garaje? ¿si tiene todas las revisiones oficiales o no al día?
Incluso, previamente a quedar con el vendedor para ver la moto, te aconsejamos que investigues sobre el modelo. En internet y, sobre todo en motos.net, tenemos mucha información sobre las motos a la venta en España, y hemos probado muchos modelos. También la opinión de otros propietarios pueden ayudarte a valorar la compra.
4. No analizar detenidamente la moto cuando vas a verla
Aprovecha la cita con el vendedor para revisar la moto con tranquilidad, no vayas a la cita con prisas. ¿Qué debes revisar?
En primer lugar, en parado y con tranquilidad:
Hay que observar detenidamente el exterior del vehículo y ver si presenta algún golpe o desperfecto o si hay alguna parte suelta. En el caso de que tenga parabrisas o pantalla protectora, revisa si tiene algún arañazo. También cómo se encuentran de desgastados el asiento, los reposapiés de la plataforma y las gomas de los puños del manillar ya que si es así, es una señal de que el scooter se ha utilizado bastante.
En lo referente a las suspensiones, hay que comprobar su estado hundiendo la horquilla varias veces. Lo normal es que recupere de forma rápida. Y observar también si existe alguna fuga de aceite.
En cuanto a los frenos, las ralladuras es uno de los síntomas más claros que indican que deberían reemplazarse. Al accionar la maneta, ésta no debe de tener mucho recorrido. Por otro lado, deberemos mirar también el color del líquido de frenos, que no debe de ser muy oscuro.
Finalmente, hay que examinar también el desgaste y el estado de los neumáticos y las llantas. Un aro exterior muy ‘picado’ significa que ha pasado varias veces por el taller. Asimismo, hay que asegurarse de que si la moto tiene accesorios, estos están homologados y no son susceptibles de sanción.
Revisar el scooter encendido y probarlo:
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Será la única manera de comprobar si responde bien y funciona de forma normal.
Lo primero es encender el motor y comprobar que no haya ninguna fuga de aceite. El humo del tubo de escape tiene que ser casi incoloro y no oler demasiado, de igual manera el ruido del motor no debe ser excesivo.
Comprueba las luces, la primera es la de cruce, que debería de estar encendida, en la mayoría de los scooter modernos se hace de forma automática, y posteriormente hacer una rápida comprobación de las demás: cortas, largas, intermitentes, tanto delanteros como traseros, las de emergencia y la de freno. Si hubiera alguna que no funcionara, antes de comprar la moto es mejor cambiarla para asegurarnos de que es solo eso, una luz fundida y no un problema eléctrico.
Para finalizar es conveniente que demos una vuelta con el scooter para comprobar si nos sentimos cómodos conduciéndolo y cuál es su comportamiento: si al abrir el gas notamos tirones, eso puede deberse a anomalías como problemas en una bujía o suciedad en el filtro de aire.
Respecto al tema de probar la moto, si lo hacemos en un concesionario o taller, es importante informarse si tienen contratado un seguro que cubra tanto al scooter como al cliente que quiera probarlo. En el caso de un particular la cosa es algo más delicada, ya que el seguro solamente cubre a los conductores contemplados en la póliza, por lo que sería conveniente consultar qué seguro tiene el dueño y quizá dar una vuelta con él yendo de paquete.
Si no somos expertos, lo mejor es que acudamos a ver la moto con un mecánico o una persona de confianza que tenga más experiencia y conocimientos que nosotros.
5. Comprar el scooter sin contratos ni documentación
Por mucha confianza que tengas con el vendedor el proceso debe realizarse de forma legal y transparente y para ello es necesario preparar y firmar un contrato de compraventa.
Si la operación la realizamos entre particulares y no tenemos experiencia de cómo hay que hacerlo y qué condiciones han de reflejarse en el contrato, la Dirección General de Tráfico facilita descargarse un ejemplo de contrato de compraventa de un vehículo usado entre particulares. En este enlace te contamos qué debe incluir el contrato. No debe faltar el precio, especificar si tiene un seguro en vigor, si está al corriente de los impuestos e ITV… También es importante que el vendedor confirme en el contrato que no existe ninguna carga, gravamen, deuda o sanción pendiente de pago en la fecha de la firma.
Como, por ejemplo, una reserva de dominio, que es cuando la moto ha sido adquirida a través de una entidad financiera y que el comprador no será legítimo propietario del vehículo hasta que no haya satisfecho la totalidad del pago.
De igual manera, es fundamental prestar atención a la identidad del vendedor y los papeles de la moto. Y comprobar que coincide la persona que nos la está vendiendo con el titular del scooter. También hay que fijarse que el número de chasis y la matrícula del vehículo sean los mismos que los que aparecen en la documentación.
Tampoco debemos olvidarnos de la garantía. En las operaciones entre particulares, la misma debe ser, al menos, de seis meses. Y en el caso de que la compra se realice en un establecimiento, la garantía será como mínimo de un año. Aquí te explicamos más detalles sobre la garantía de motos de ocasión y de motos nuevas.
6. No asegurar el scooter usado recién comprado
Aunque sea de segunda mano, la moto tenemos que asegurarla. No podemos circular con un vehículo sin asegurar. Es obligatorio por ley. Estas noticias te pueden interesar:
“Las motos siguen siendo el transporte estrella en el 2023 y en especial los scooters, que facilitan el día a día de muchas personas en las ciudades por su fácil maniobrabilidad, su bajo precio o la comodidad al buscar aparcamiento. De hecho, según un estudio reciente de AMV, su uso nos permite emplear, de media, 23 minutos diarios menos al ir y volver del trabajo, así como un ahorro medio de 453 euros anuales, comparado con un coche. Esto, está haciendo que su venta se dispare, especialmente las de segunda mano, por ello, hemos querido mostrar algunos de los errores más comunes que se producen al comprar un scooter usado y en los que creemos que es fundamental no caer”, explican desde AMV.
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