Los coches más rápidos de cada década

Con el paso de los años, la industria del automóvil ha sido testigo de una evolución impresionante en términos de velocidad, potencia, y diseño. Esta lista con los coches más rápidos de cada década es una buena prueba de ello, pues deja en relevancia cómo ha ido cambiando el panorama desde los años 50 hasta el presente.

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Cada década ha llevado a ingenieros y diseñadores de todo el mundo a superarse a sí mismos y a competir por el título del coche más rápido, con avances tecnológicos y de ingeniería que han llegado a niveles asombrosos de rendimiento.

Si hace unos años, superar los 200 km/h ya parecía toda una proeza -por eso empezamos a contar en la década de los años 50, que fue cuando se logró-, marcas como Koenigsegg trabajan hoy en día por lograr romper la barrera de los 500 km/h, con modelos como el Koenigsegg Jesko Absolut.

En la década de 1950, el Aston Martin DB4 GT lideraba el camino con su velocidad máxima de 245 km/h, marcando el comienzo de una era donde la velocidad se convertía en un objetivo primordial para los fabricantes. Y eso que no lo tuvo nada fácil, pues tenía rivales de la talla del Mercedes 300 SL, pisándole los talones. El DB4 GT ofrecía 302 CV, tenía una distancia entre ejes más corta que el DB4 estándar y era más ligero, utilizando paneles de aluminio para la carrocería.

Durante los años 60, el Ferrari 365 GTB/4 Daytona llevó las cosas aún más lejos, alcanzando una velocidad máxima de 280 km/h. Esto le posicionó como el coche de producción más rápido de su época, superando a rivales como el Lamborghini Miura, que alcanzaba los 275 km/h. Con un motor V12 de 4.4 litros que entregaba 352 CV, destacaba por su potencia con un diseño aerodinámico característico de Ferrari, así como por una muy buena relación peso/potencia.

A medida que la competencia se intensificaba en los años 70, el Lamborghini Countach elevó el estándar a 288 km/h. Con un diseño muy particular, se convirtió en un icono hasta nuestros días. Su motor V12, que iba de 4.0 a 5.2 litros según versiones, podía generar hasta 455 CV y se batía en duelo con otros grandes, como el Ferrari 512 BB, que alcanzaba los 302 km/h.

En los años 80, el Ferrari F40 rompió la barrera de los 300 km/h, alcanzando una impresionante velocidad de 343 km/h. Se convirtió así en el coche más rápido de su tiempo y en el último vehículo aprobado por Enzo Ferrari antes de su muerte, lo que acrecenta su leyenda. Se movía propulsado por un motor V8 biturbo de 2.9 litros que generaba 478 CV. Un superdeportivo sin lujos, con un chasis de fibra de carbono y kevlar, que plantó cara a rivales como el Porsche 959.

El McLaren F1 redefinió el significado de "rápido" con una velocidad máxima de 391 km/h. Pero no solo fue su velocidad lo que le hizo tan especial, sino también un diseño innovador y su posición de conducción central. Equipado con un motor V12 de 6.1 litros diseñado por BMW, que ofrecía 627 CV, rivalizaba con modelos como el Jaguar XJ220 y el Bugatti EB110, que también buscaban el título de coche más rápido del mundo.

El nuevo milenio comenzó con un récord de infarto, pues el SSC Ultimate Aero TT consiguió una velocidad máxima de 414 km/h en los años 2000. Este coche estadounidense se posicionó por encima de gigantes como el Bugatti Veyron, que había dominado durante gran parte de la década con una velocidad máxima de 408 km/h. Montaba un motor V8 biturbo de 6.3 litros que generaba 1.287 CV.

A medida que avanzamos, Koenigsegg empieza a amenazar con superar los 500 km/h y lo hace con el Koenigsegg Agera RS, que alcanzó una velocidad máxima de 459 km/h. Con un motor V8 biturbo de 5.0 litros que producía hasta 1.341 CV, el Agera RS superó a otros competidores como el Bugatti Veyron Super Sport, con 431 km/h.

Todavía no podemos decir si tendremos que cambiar el nombre ganador en la década actual, pues aún quedan unos cuantos años para cerrarla y la batalla aún está librándose. Lo que sí podemos confirmar es que, de momento, es el Bugatti Chiron Super Sport 300+ quien lidera, con 489 km/h. Cuenta con un motor W16 de 8.0 litros con cuatro turbos que genera 1.600 CV. Rivales como el Hennessey Venom F5 y el Koenigsegg Jesko Absolut le vienen pisando los talones.