Aston Martin se lanza al mundo de los modelos eléctricos pero en lugar de hacerlo con un ‘supercar’ como podría pensarse, lo hará con una ‘superberlina’ que apunta directamente tanto al Tesla Model S (video de la versión más potente en este enlace) como a los futuros modelos de marcas como Porsche.
La firma británica ha decidido lanzar una versión eléctrica de su berlina Rapide AMR. Y lo hace de mano de otro equipo de F1, Williams. Recordemos que para su ultradeportivo Valkyrie, Aston Martin se apoyó en Red Bull, pero Williams (realmente Williams Advanced Technology), que colabora con la Fórmula E, es el partner ideal para este proyecto, entre otras razones porque ya participó en la realización del Concept RapidE y además ayuda a la marca a realizar su primer SUV, el DBX.
Se tratará, posiblemente, de una ‘edición limitada’ a 155 ejemplares. Posiblemente todos ellos estarán vendidos antes de iniciarse su fabricación, lo que está previsto en 2019, es decir dentro de dos años.
El potente motor V12 del Rapide AMR será sustituido por una motorización eléctrica…. No hay detalles técnicos de momento. El concept RapidE tenía 550 CV y una autonomía de unos 350 km., pero en cuando se presentó en 2015 se habló de que una versión con un motor eléctrico para cada eje o incluso para cada rueda y podría ofrecer 1.000 CV. Parece que finalmente serían unos 800 CV y una autonomía de unos 350 km, aunque la versión ‘comercial’ debería tener unos 500 km de autonomía, para estar a la altura de los competidores.
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Para Aston Martin el modelo eléctrico es clave. Al ser ‘Zero Emission’, ayudará a baja la media de emisiones de su gama, algo necesario con las futuras normas sobre emisiones. Un papel reservado inicialmente para el Cygnet, aquel pequeño urbano Aston Martin, lanzado sobre la base del citycar Toyota iQ, pero cuyas ventas fueron un fracaso.