Conducimos uno de de los Gran Turismo más veloces del momento, el Bentley Continental GT. Animado por un motor W12 biturbo de 635 CV declara una velocidad punta de 333 km/h y un 0 a 100 km/h en 3,7 segundos.
De la mano de Bentley Barcelona tuve la oportunidad de conducir la tercera evolución del Bentley Continental GT. Lo hice la semana pasada en el mítico EVO Triangle de Gales, la que es una de las carreteras más espectaculares del mundo.
Conducir sentado “al otro lado”, al volante de un coche de 2 metros de ancho con más de 600 CV por las estrechas carreteras galesas tiene su miga. Esta fue una experiencia de esas que requieren de la máxima concentración.
Más atlético que nunca
El nuevo Continental GT presenta un diseño exterior que mantiene la elegancia de los modelos anteriores pero al mismo tiempo aporta un plus de deportividad. Las líneas de tensión de la carrocería brindan todavía más estilo y más músculo al mismo tiempo.
El coche que conduje presentaba el color rojo Rubino Red, una combinación cromática que le sienta de película al Conti. A través de los 10 radios de sus llantas de 21” se aprecia el conjunto de frenos carbono-cerámico. Un potente equipo formado por pinzas de 10 pistones y discos de 420 mm delante.
En el interior combinaba los tapizados Portland con Beluga, un mix entre color arena y azul que encaja a la perfección con el rojo exterior. El cuero empleado es el mejor que existe a día de hoy en el mercado.
Una de las novedades que introduce el Continental GT es poder combinar dos tipos de inserciones en paneles de puertas y salpicadero. Pudiendo mezclar madera y Piano Black por ejemplo. Esta unidad sólo contaba con Piano Black, pero pude ver el ejemplo anterior en los otros coches que había en la presentación.
En el centro del salpicadero hay uno de los gadget más cachondos de cuantos existen actualmente en la industria del automóvil. Un elemento digno de un coche de James Bond, de hecho 007 en las novelas de Ian Fleming conducía un Bentley y no un Aston Martin.
Con el coche parado sólo vemos el Piano Black de las inserciones, al arrancar aparece la pantalla táctil del sistema multimedia con sus 12,3”. Apretando un botón desaparece y en su lugar disfrutamos de tres indicadores analógicos. Al apagar el motor vuelve al modo inicial en el que sólo vemos las inserciones del salpicadero.
Los asientos son muy confortables y al mismo tiempo ofrecen un alto nivel de sujeción. Las prestaciones que puede ofrecer son muy elevadas con lo que este compromiso entre deportividad y lujo tiene que estar ahí.
Las plazas traseras son mejores que las de la generación anterior, algo que se ha logrado con el incremento de la batalla. El volumen de carga del maletero es de 358 litros, pequeño para un coche de sus cotas exteriores pero mayor que el de muchos de los súper-deportivos con los que rivaliza de tú a tú.
Érase un 12 cilindros en W
El Continental llegó por primera vez al mercado en 2003 y sorprendió al mundo con su motor de 12 cilindros en W. Hoy la firma de Crewe sigue apostando por esta peculiar arquitectura sobrealimentada por dos turbocompresores.
Con 6 litros de cilindrada anuncia 635 CV a 6.000 rpm y 900 Nm de 1.350 a 4.500 rpm. Vamos, un motor que convierte al Continental GT en una auténtica catapulta. Desde casi el ralentí ofrece una capacidad de empuje descomunal.
El sonido de este gran, pero a la vez compacto propulsor es de lo más peculiar. No suena como un V12 tradicional, pero sí mantiene el aura de los 12 cilindros. Al acelerar a fondo en marchas cortas puedes escuchar también el silbido de los dos turbos.
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Ofrece una sonoridad elegante, en la línea de lo que esperas encontrar en un GT de este tipo. Eso sí, con el modo Sport activado al levantar el pie del acelerador los escapes emiten explosiones, un sonido simpático que en ningún momento llega a ser ni estridente ni molesto.
Gracias a la tracción integral puedes aprovechar del primer al último Newtonmetro. El coche ofrece un nivel de efectividad espectacular para lo que es. Un cupé de casi 5 metros de largo que pesa más de 2,2 toneladas.
Tras poderlo conducir a buen ritmo por el EVO Triangle puedo decir que me quedé sin palabras de lo bien que va. Claro que no es un Porsche 911 GT3, tampoco pretende serlo. Para el tipo de coche que es ofrece un grado de deportividad muy superior al del modelo anterior.
El ritmo al que puedes llegar a trazar en curvas rápidas es desquiciante. Siempre mantiene un elevado nivel de grip mecánico y las estabilizadoras activas hacen que se mantenga en el carril de forma sobrenatural.
La aceleración en la salida de las curvas es descomunal, dejándote pegado al asiento hasta que subes a la siguiente marcha con la caja de cambios de 8 relaciones con doble embrague. Sí, cuenta con la misma PDK que el nuevo Panamera.
Al compartir plataforma y gran número de componentes de chasis con el Panamera de última generación tiene bastante de Porsche en él, y esto es algo que juega muy en su favor. El tacto de la dirección es Porsche con una precisión y un nivel de comunicación que pocos coches de su tamaño y peso pueden presumir.
El equipo de suspensión neumática formado por tres cámaras, con un 60% más de capacidad hace que en modo Comfort sea más cómodo que antes y que en Sport sea más deportivo que antes. Para mi estaría genial si hubiese un modo todavía más duro, con él se podría exprimir más el conjunto en un tramo tan exigente como el EVO Triangle, pero el coche no ha sido diseñado para ello.
En el modo Sport se activan las estabilizadoras activas que ya conocíamos en Bentley Bentayga y Audi SQ7. La carrocería deja de inclinar en las curvas y se tiene todavía mejor sobre el asfalto.
En el otro modo de conducción, el Bentley Mode, el Conti GT brinda un equilibrio perfecto entre efectividad y confort. Es posiblemente el modo ideal para el día a día. Eso sí, con él las estabilizadoras activas están desconectadas, de modo que la suspensión mantiene firmeza, pero la carrocería termina inclinando.
Los frenos cerámicos cumplen de forma brillante con su cometido. Puedes llegar muy rápido y siempre están ahí para detener sus casi 2,5 toneladas de peso. Merece la pena agradecer a Bentley que los equipe de serie.
En resumidas cuentas
La toma de contacto fue breve, pero como ya he dicho antes muy intensa. Conducir en el mítico EVO Triangle fue un sueño hecho realidad. Un tramo de carretera que combina zonas abiertas, zonas cerradas de bosque, curvas lentas, saltos, curvas rápidas. Es increíble.
Antes de conducirlo pensaba que iría mejor que su antecesor, pero no podía ni llegar a imaginar que iría tan bien. Sigue siendo una de las mejores opciones a la hora de cruzar continentes a un ritmo “alegre” con el máximo lujo y confort. Si tuviese que plantearme un Gran Turismo de este tipo sería mi primera opción.
Qué pena que no mida 4,60m para ser aún más dinámico...