Bentley Continental GT Speed

Llamada tentadora desde Coches.net; “Luismi, ¿quieres probar el Bentley Continental GT Speed? Si es que sí, vete lo más rápido que puedas a Cars Gallery a recogerlo porque no tenemos mucho tiempo”. Y aquí me tenéis. Escribiendo para vosotros las sensaciones que he tenido sobre este gran GT, que dispone de 635 CV cuando alcanza las 6.000 rpm y una estética atractiva y deportiva, pero sin desviarse ni un ápice de la elegancia y el glamour de la marca. Un auténtico regalo, sin duda, la oportunidad de sentarse al volante del Continental GT. Bentley Motors es un fabricante singular con una historia casi centenaria en la que el lujo y la calidad artesanal forman parte de su ADN. A priori, puede sorprender que automóviles tan lujosos concentren a su vez tanta vocación deportiva, pero si se echa un vistazo atrás, resulta sencillo comprobar que Bentley ha tenido siempre una trayectoria deportiva de lo más exitosa.

El Continental GT Speed responde por tanto a una parte importante de la esencia de la marca, demostrando que deportividad y lujo es compatible. El Continental GT es el modelo más vendido de la marca y supone, aproximadamente, la mitad de sus cifras de producción anual, así que no es de extrañar que la firma quiera mantener esa tendencia y no dude en renovar y actualizar el modelo, sabedores de que es algo imprescindible en un mercado de evolución constante. Por ello, los responsables de Bentley lanzaban una evolución actualizada del vehículo, adoptando una serie de mejoras para mantener su condición entre los Gran Turismo más exclusivos. Entre las novedades introducidas destaca un frontal más atractivo provisto de faros LED con nuevo círculo lumínico destinados a iluminación diurna, además de una calandra que reducía ligeramente sus dimensiones para ofrecer una imagen más seductora.

Para entender hasta qué punto se cuida la exclusividad en Bentley, es necesario echar mano de algunos datos, de los cuales se enorgullece la firma británica. La planta de producción de Bentley se encuentra en Crewe y en ella trabajan unas 3.700 personas, muchos de ellos procedentes de segundas y terceras generaciones de maestros artesanos, entregados a la pasión de dar forma a un Bentley. Por ejemplo, son necesarias 104 horas de trabajo para completar una unidad completa de este automóvil.

Para disponer de los materiales que se emplean en su ensamblaje, son necesarias un total de 52.000 horas de artesanía, realizada por especialistas procedentes de sectores como la costura y el tapizado de pieles, carpintería y ebanistería, pulido y pintura, etc. Es curioso saber que se necesitan hasta 45 m2 de piel de gran calidad para ejecutar el revestimiento completo de un Continental GT. A pesar de las dificultades que genera construir un coche tan exclusivo y de calidad suprema, Bentley cuenta con una capacidad actual de producción de unas 11.000 unidades anuales.

Las modificaciones de imagen se extienden al parachoques, más pronunciado en sus formas y dotado de una toma de aire con un adorno metálico en forma de “B”. En la zona posterior del vehículo llegaban también ligeras novedades centradas en el portón del maletero. Sus formas son ahora más estilizadas y el borde superior, más pronunciado, permite contar con un perfil aerodinámico más favorable. Sin abandonar la zaga del vehículo, el parachoques se ha ensanchado con el objetivo de potenciar la sensación de robustez y esta versión GT Speed exhibe un difusor trasero específico. Las novedades estéticas se completan con llantas de 21” de nuevo diseño con neumáticos de 275/35.

En lo que a motor se refiere, el GT equipa un 6.0 litros W 12 biturbo, capaz de ofrecer una potencia máxima de 635 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 820 Nm entre 2.000 y 5.000 rpm. El conjunto va asociado a una caja de cambios automática ZF de ocho relaciones y es capaz de conseguir unos registros significativos, si tenemos en cuenta que el GT alcanza los 100 km/h con salida parada en 4,2” y una velocidad máxima de 330 km/h. El cambio ofrece la posibilidad de escoger entre un modo totalmente automático o manual, gestionable mediante unas levas en el volante cuya colocación me ha parecido un tanto extraña y desde luego no muy práctica.

Introducirse a este Bentley resulta cómodo por el gran tamaño de una puertas que, por otra parte, resultan bastante pesadas. Cuando te sientas en el Continental GT Speed te das cuenta de que estás a punto de conducir un coche “diferente”. Diferente por su calidad, por su confort, por sus detalles y porque, no nos engañemos, tiene un motor “brutal”. No sé vosotros, pero yo no conduzco coches de esas características cada día…La calidad de los acabados merece la máxima nota.

Además, es posible personalizar elementos como el cuero y las costuras, siempre mediante materiales de mucha muy calidad y realizados de forma artesana. El tacto de todos sus elementos es exquisito, incluyendo el del volante cosido a mano, una auténtica gozada. La posición de conducción dispone de todo tipo de regulaciones para satisfacer a cualquier exigencia, manteniendo siempre una buena visibilidad, aunque se echa en falta el siempre útil avisador de ángulo muerto.

Frente al conductor, el cuadro de instrumentos y una pantalla central que reúne las funciones del ordenador de viaje. Otros detalles que merecen mención son las salidas de aire con tiradores y una guantera en cuero con cenicero, mechero y una funda para gafas. Detalles como la tapicería acolchada de diamantes para los asientos o la disponibilidad de una gran variedad de gama de pieles y colores en elementos como las alfombras o el cinturón de seguridad, son otra prueba del nivel de exclusividad que puede llegar a ofrecer.

Las plazas traseras ofrecen una configuración para dos personas. Butacas de auténtico lujo, pensadas para viajar en primera clase. El maletero dispone de 358 litros de volumen útil, una capacidad discreta en relación a su tamaño exterior, pero resulta evidente que no es una de las prioridades del vehículo. A todo ello se le pueden añadir opciones como –entre otros- el pack Premier Specification, compuesto por asientos delanteros ventilados, cámara de visión trasera, asientos delanteros con masaje, modo de uso limitado -Valet Key- y sonido premium Naim for Bentley -900 W- con un coste de 9.143 €, a los frenos de carbono, que tienen un coste de 14.695 € o la pintura Satin Personal Commission que tiene un precio de 33.021 €. ¡Como para que te lo rayen!

Sus dimensiones y peso -casi 2,4 toneladas- no invitan a forzar la marcha en carreteras viradas, pero este Bentley sería capaz de subir los colores en determinadas circunstancias a más de un automóvil que se las da de auténtico deportivo. La eficacia de la tracción integral le proporciona una motricidad extraordinaria con apenas pérdidas de tracción y la dirección hidráulica es directa y disfruta de asistencia variable, copia bien el terreno y transmite al conductor lo que sucede bajo el vehículo. Los frenos cerámicos -opcionales- permiten detener bien todo su peso cuando llegamos con alegría a un viraje, pero ahí es donde se nota en exceso las inercias. Dispone de suspensión variable que permite obtener una configuración firme si lo deseamos pero lo cierto es que en conducción decidida, sigue faltándole dureza para ser efectiva en carreteras muy viradas.

El cambio resulta lento si queremos ser rápidos en un tramos de curvas y una dirección muy desmultiplicada no ayuda a tener sensación de agilidad, a pesar de ser precisa. Por el contrario, la tracción total y un buen aplomo en el paso por curva, permite tener ciertas alegrías en una conducción ligera. Aspiraciones deportivas al margen, resulta obvio que el punto fuerte del Continental GT Speed son las vías rápidas en las que podremos disfrutar de un buen aplomo, calidad de rodadura excelente y un confort de marcha excepcional. Bentley homologa 14,6 litros de media a los 100 km pero en nuestra prueba no bajamos de 18 litros, que se convirtieron en 25 litros al querer disfrutar de sus 635 cv en carreteras de montaña.

No será todo lo deportivo que quizá uno desea y tiene algunos puntos mejorables, pero conducir un Bentley es conducir un Bentley. Es diferente, te sientes especial, único y, sobre todo, es un placer disfrutarlo. El lujo y la calidad están presentes en cada palmo del coche y, en este caso, también unas prestaciones fantásticas. No, no nos olvidamos del precio. 181.600 € que se convierten en 220.130 € con las opciones que montaba nuestra unidad. Calidad, exclusividad, tecnología y lujo no le faltan.