Un asistente personal con acento alemán
La vida actual es de locos. Reuniones, citas, llamadas, notificaciones a todas horas… Se está haciendo difícil poner en orden nuestra agenda, razón por la que cada día más y más personas confían en sus asistentes digitales. "OK Google" y "Hey Siri" son expresiones que empezamos a escuchar con cierta frecuencia, pronunciadas por quienes intentan no perder la cabeza en este caos diario que es el siglo XXI.
Por fortuna, gracias la conexión permanente que otorgan los smartphones y ahora también los smartwatches, podemos seguir conectados mientras nos encontramos fuera de casa. Pero claro, no es recomendable hacer uso de estos dispositivos mientras conducimos (por aquello de la seguridad, más que nada). Como respuesta a esta limitación han surgido proyectos tan prometedores como Android Auto y CarPlay, impulsados por Google y Apple respectivamente. Cada uno de ellos integra el asistente personal de cada casa, con el que podemos interactuar a través de la pantalla multimedia, el micrófono y los mandos de nuestro coche.... si el fabricante lo permite.
El Google Now de BMW
Puede afirmarse que BMW no está por la labor de ceder el control de sus tecnologías de infoentretenimiento a las manos de Apple, y mucho menos a las de Google. Al contrario: la firma alemana es una de las que está apostando con más fuerza por ofrecer su propia plataforma conectividad, al margen de los dos gigantes californianos. O casi: la idea es integrar únicamente algunas capacidades de los teléfonos inteligentes, complementándolas con los servicios de BMW de manera que la relación entre las partes siga siendo amistosa y sobre todo lucrativa.
Esto es precisamente lo que la marca muniquesa viene a demostrar con su asistente BMW Connected, que incorpora un conjunto de servicios destinados a cubrir nuestras necesidades de movilidad personal. Estrenado hace cuatro meses en los EE.UU., aterriza este agosto en los principales mercados europeos sacando partido de la experiencia acumulada y del feedback recibido de sus primeros clientes.
BMW Connected llega en forma de aplicación para iPhone y Apple Watch (los usuarios de Android tendrán que esperar, ya sea un poco, mucho, o para siempre) diseñada para su uso por parte los propietarios un automóvil compatible con esta nueva tecnología. BMW Connected se apoya sobre la plataforma Open Mobility Cloud, desarrollada a su vez sobre la infraestructura de computación “en la nube” Microsoft Azure.
Empleando técnicas de análisis de datos y aprendizaje automático, dicha plataforma combina la información proporcionada por cada usuario (agenda, calendario, ubicación y demás) para ofrecerle a cambio un conjunto de servicios personalizados que servirán para hacer un poquito más fácil la vida de los usuarios -de los usuarios que no tengan problema en ceder un poquito más de su privacidad-. Para hacernos una idea, BMW Connected viene a ser algo así como Google Now al estilo alemán y con acento de Baviera.
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Para que veáis el paralelismo entre ambos asistentes, el de BMW también obtiene los datos de nuestra agenda de contactos y nuestro calendario, combinándolos con el estado de tráfico en tiempo real para notificarnos en el móvil, con antelación suficiente, de que ha llegado el momento de salir hacia nuestra cita. Pero el hecho de haber sido diseñado por y para BMW trae ventajas interesantes. Por ejemplo, también tiene en cuenta el nivel de carga de nuestro vehículo eléctrico o híbrido como factor de la ruta programada. Además, cuando entremos en el coche nuestro destino se transferirá automáticamente al navegador; y rizando el rizo, después de aparcar recuperaremos la ruta en el iPhone para que éste nos guíe durante nuestro paseo a pie hacie el punto de encuentro.
Otra característica muy Google Now es que BMW Connected es capaz de aprender nuestras rutinas diarias como por ejemplo los desplazamientos al trabajo y de vuelta a casa, direcciones que automáticamente quedarán almacenadas en la lista de destinos favoritos del navegador del coche. Una vez más, cruzando estos datos con el estado del tráfico, la app de BMW nos avisará del momento idóneo para salir si no queremos llegar con retraso. Y por supuesto, cualquier ruta que preparemos en el teléfono podrá ser transferida hacia el automóvil a voluntad.
Una apuesta a largo plazo
Puede que todo lo dicho no suene muy espectacular; pero si hay una conclusión clara que podemos extraer es la de que BMW Connected está aquí para quedarse. La inversión realizada sobre la plataforma Open Mobility Cloud y la colaboración con Microsoft apuntan hacia ello, como también lo hizo recientemente la compra de los servicios Here de mapas y geolocalización de manera conjunta con Audi y Daimler.
De hecho, BMW Connected ya está integrando servicios preexistentes como BMW Remote (control remoto del cierre, las luces y la climatización e incluso la ubicación del vehículo) y el conjunto de aplicaciones ConnectedDrive. En septiembre, los usuarios estadounidenses podrán comunicarse con su BMW a través de Alexa, el tercer asistente personal en discordia, creado por Amazon y disponible en su dispositivo Echo. Y poco después llegará una nueva actualización de BMW Connected, estrenada por el nuevo Serie 5 que casi con seguridad veremos en el Salón de París.
El objetivo de la marca de Múnich, en definitiva, es el de convertir a BMW Connected en punto de encuentro entre cada usuario y sus necesidades de movilidad. Si en décadas pasadas el diseño y las prestaciones eran el mejor gancho para captar y conservar clientes, la conectividad está tomando cuerpo como nueva vía de fidelización. Y ahora que lo pienso, ¿escucharemos algún día por la calle un “Hey, BMW”?
Publirreportaje sin más. Buena muestra de que ya no se venden coches, se venden estereotipos con la forma de vida de que se representa en los anuncios. Es como el último anuncio del VW Tiguan. Lo único que vendían era un toterreno con una agenda y con un tío que hacía los recados de la tía antes de ir a cenar a un lujoso restaurante tras lo cuál la tía le dice que le va a devolver el favor. Sin noticias del coche. ¿En qué mundo vivimos en el que una agenda vende coches? Lo dicho, la gente se está volviendo imbécil del todo.