Cuatro "Ferrari" movidos por energía solar

Algunas marcas están comenzando a emplear ‘placas solares’ para recargar las baterías de sus coches eléctricos o híbridos, pese a su limitada capacidad energética. Pero ¿os imagináis un Ferrari movido por energía solar? No, no es ciencia ficción, sino unos curiosos vehículos que durante la primera mitad de agosto están expuestos en el Museo Ferrari de Maranello.

Aunque Ferrari está iniciado la electrificación de su gama, nadie sueña todavía con un vehículo solar de la marca. Es más, los coches accionados por energía solar todavía son una idea embrionaria, así que aquellos que usan energía solar lo hacen como apoyo o para accionar elementos auxiliares. Pero los cuatro automóviles solares expuestos en el Museo Ferrari están directamente relacionados con la marca, aunque contrasten por sus materiales, sus líneas, su impresión de cierta provisionalidad, sus acabados toscos y, por supuesto, sus prestaciones.

Se trata, no obstante, de coches de competición pensados para competiciones específicas, las World Solar Challenge, la más popular de las cuales se disputa en Australia. Cruza el continente de norte a sur por la Stuart Highway, una carretera de 3.200 km que une Darwin con Adelaida pasando por Alice Springs, siguiendo la llamada Stuart Highway.

Ferrari tiene un doble vínculo con ellos. Primero, el sentimental. Han sido realizados por el Instituto de Tecnología Alfredo ‘Dino’ Ferrari de Maranello, bautizado así en memoria del malogrado hijo de Enzo Ferrari fallecido muy joven justo tras diseñar un motor V6 de dos litros y en cuyo honor los Ferrari de menor cilindrada, se denominaron precisamente Dino. Y el segundo, de carácter técnico, porque la factoría de Maranello colabora asesorando a los estudiantes en estos proyectos.

El modelo central de la exposición es el Emilia 4, el coche que competirá en la próxima edición de la prueba australiana que se desarrollará del 13 al 20 de octubre, donde buscará, frente a otros 45 participantes, reeditar el triunfo que su antecesor, el Emilia 3, logró en la World Solar Challenge americana.

Son coches curiosos, muy largos y anchos, con un techo plano y ancho, en busca de ofrecer la mayor superficie posible para colocar placas solares. Y como la potencia que las mismas proporcionan es limitada, los coches tienen la mínima superficie frontal, ruedas ‘de bicicleta’, forma aerodinámica y materiales muy ligeros. Gracias a estos detalles consiguen cubrir la distancia en 8 días como máximo, a promedios que se acercan a los 70 km/h.