Entrevista a Kemal Curic. Diseñador del Ford Mustang 2014

Durante el evento GoFurther que Ford celebró en el Forum de Barcelona el pasado 5 de diciembre tuvimos la ocasión de conversar con el hombre que ha dado forma a la quinta generación del Mustang, una generación histórica puesto que marca el 50º Aniversario de uno de los deportivos más icónicos de todo el mundo.

Nació en Sarajevo (Bosnia-Hercegovina) hace 35 años aunque de pequeño se trasladó con su familia a Alemania debido a la Guerra de Yugoslavia. En la Universidad de Wuppertal estudió diseño y en ese mismo país empezó a trabajar para Ford en 2004, concretamente en Colonia. Actualmente vive en la localidad estadounidense de Dearborn donde Ford tiene su cuartel general.

En la parte final de nuestra entrevista Curic hizo un sketch para nosotros para explicarnos mejor cómo había conseguido crear un nuevo Mustang que mira hacia el futuro, que todo el mundo es capaz de reconocer como tal y que no se limita a reproducir elementos característicos del pasado.

- ¿Qué le llevó a diseñar coches? - Siempre tuve una gran pasión por el automóvil desde los 3 años. Cuando era pequeño en el colegio no paraba de dibujar coches en las páginas de mis libretas, en mis libros sin parar. Me gané más de un problemilla, recuerdo cuando tenía unos 10 años; me sentaron junto a mi madre frente a los profesores en más de una ocasión por este motivo. Decían que estaba loco por no parar de dibujar coches.

- ¿Cuál era su diseño favorito cuando era pequeño? - Esta historia es real. Cuando era pequeño recuerdo estar viendo una película junto a mi padre, entonces de repente apareció un deportivo en la pantalla y le pregunté a mi padre qué coche era, me dijo que era un Mustang y la película era Bullitt de Steve McQueen. Aquel coche no era otro que un Ford Mustang GT 390 Fastback. Siempre tengo ese recuerdo en la mente. También me enamoré de los Porsche 911 de la década de los setenta, del icónico Mercedes-Benz 300 SL de los cincuenta y de todos los Mustang clásicos desde los sesenta.

- ¿Qué coche tenía su padre? - Tuvo muchos coches; un Mercedes-Benz 280 SL, el que la gente conoce como Pagoda. Luego tuvo más SL de Mercedes, también tuvo un Ford Capri 2.8 de color amarillo.

- ¿Cuál fue su primer coche? - Mi primer coche desafortunadamente no fue un Mustang. Fue un Volkswagen Golf GTI de tercera generación, no estaba mal para acabarme de sacar el carnet de conducir con 18 años. Tenía 110 CV, si lo comparo con los 420 CV del motor del coche que conduzco a diario para ir a trabajar tiene gracia, es un poco distinto.

- ¿Cuál es el coche que más le ha influido a lo largo de su carrera como diseñador - Tanto el Mustang del 65 como el del 69 y como ya comenté antes el Mercedes-Benz 300 SL. Con respecto al Mustang del 69 me encanta su musculosa carrocería, es de esos coches que cuando los ves parece que te vayan a decir cuidado que si te portas mal te arranco la cabeza. El Mustang del 65 es ligero y ágil, casi parece un diseño italiano, es muy bonito. El Aston Martin DB5 también es otro coche del cual estoy enamorado de su diseño.

- Veo que le gustan los coches clásicos, ¿tiene alguno? - Si me encantan los coches clásicos. De hecho tengo un Ford Mustang de 1967 que he comprado recientemente, es un Rally Pack, un GT. De momento ya lo he pintado del mismo color verde que el que conducía Steve McQueen en la película Bullitt. Es mi proyecto, ahora el siguiente paso va a ser añadirle los elementos que permitan convertir este 67 en un 68 y así tener un coche idéntico a aquel que vi de pequeño.

"Trabajé en diseño de interiores antes de liderar la tercera generación del Focus"

- ¿En cuántos proyectos ha trabajado como diseñador? - Llevo 11 años en Ford, durante mis primeros 4 o 5 años estuve involucrado en el diseño de interiores. Tomé parte en el diseño del interior del actual Fiesta, del anterior Escape y de los concept car Iosis X e Iosis. Desde que pasé al diseño de exteriores he trabajado en la tercera generación del Focus, fuí Jefe de Diseño en aquel proyecto al igual que con el Escape. También diseñé el Vertrek concept de 2011. Trabajé un poco en el Fusion (Mondeo en Europa) y ahora el Mustang.

- ¿Más o menos a grandes rasgos cuál es el procedimiento para diseñar un coche? -Normalmente empezamos a hacer sketches en hojas de papel. Tras un sinfín de dibujos a mano alzada pasamos a dar forma a varios modelos a escala 1/10 para ver las proporciones, cada uno de ellos lo concibe un equipo de trabajo. A partir de ese punto los tres mejores son escogidos para crear tres maquetas a tamaño real que confeccionamos con fibra. Cada uno tiene una personalidad distinta, no en vano ha sido confeccionado por un equipo distinto. Es entonces cuando empezamos a dar forma a los faros, parrillas, parachoques y demás componentes para que esas maquetas consigan una apariencia real. De los tres modelos escogemos uno y entonces todos nos ponemos a trabajar en él para diseñar los detalles. Dedicamos un gran esfuerzo a cada detalle por pequeño que pueda parecer: faros, ruedas, espejos… En resumidas cuentas, desde que empezamos con los primeros dibujos hasta que tenemos listos los primeros prototipos pasan un par de años. A partir de entonces los probamos, preguntamos a nuestros clientes porqué son sumamente importantes para nosotros. Empecé a trabajar en esta generación en 2011, hace casi 3 años.

- ¿Cuál es el nivel de involucración de la dirección de la compañía en el proceso de diseño? - Cuando tenemos los tres modelos a escala 1:1, a tamaño real les preguntamos tanto a nuestros clientes como a nuestro Senior Leadership. A partir de ese punto trabajamos de forma muy estrecha con la directiva de la compañía. Este coche es muy distinto al resto, hay mucha pasión en él, este coche es el resultado de un enorme esfuerzo y de una gran pasión. Organizamos reuniones semanales con la directiva para contrastar los pasos que vamos dando y así trabajar como un equipo todos juntos para conseguir el mejor resultado. Trabajamos codo con codo, de forma muy estrecha, somos un equipo.

- Supongo que diseñar el Mustang del 50º Aniversario habrá sido un reto para usted, ¿no? - No (risas). Es una oportunidad que sólo se presenta ante ti una vez en la vida como diseñador. Hay tanta emoción, tanta pasión, tanta tradición detrás que fue increíble. Lo mejor de todo es que antes de empezar ya sabes que la compañía va a poner a tu disposición los mejores recursos posibles, el mejor equipo humano, el mejor motor… Puedo volver a hacerlo (risas).

- Viendo el coche hoy aquí puedo ver que, con este modelo, Ford ha querido dar un paso más allá. Mientras que la generación anterior era una especie de remake de los Mustang clásicos con este coche se ha querido crear un Mustang del futuro que es reconocible como tal pero que no necesita hacer guiños constantes al pasado, ¿es eso correcto? - Si, esta era la idea. En 2005 lanzamos el Mustang anterior, la cuarta generación. Aquel era un coche inspirado en el pasado, con un marcado estilo retro. Con el Mustang del 2015 queríamos que siguiera contando con el ADN Mustang, tenía que ser claramente un Mustang pero no queríamos convertirlo en un parque temático de la historia del modelo dotándolo de todos y cada uno de los detalles de los Mustang clásicos. Sólo escogimos unos pocos detalles del pasado, nada más. Si te fijas en la carrocería decidimos prescindir de la toma de aire de las aletas posteriores, la que siempre ha estado antes de los pasos de rueda traseros. ¿Por qué ponerla? No la necesitamos con lo cual optamos por dejarla fuera. Queríamos unas líneas profundas en los laterales de la carrocería para conseguir unas líneas sexys y a la vez musculosas. La idea era dar forma a un diseño atemporal. Si te fijas en el pilar B por ejemplo, en el 69 era todo de cristal, en el anterior el pilar B era demasiado grande y marcado. Con el actual conseguimos un estilo más atemporal, que aporta más libertad gracias a la mayor superficie acristalada. De hecho además de conseguir un estilo más atractivo también logramos una mayor visibilidad para los ocupantes de la segunda fila de asientos. La forma es una consecuencia de la función en este caso.

- ¿Cómo se ha conseguido en parte este nuevo estilo? - Un conjunto de cambios con respecto al modelo anterior. Rebajamos el techo en 35 mm, retrasamos la cabina unos cientos de milímetros hacia atrás, rebajamos la parte trasera unos 70 mm y ensanchamos el coche en torno a 50 mm. Todo ello hace que las proporciones del nuevo Mustang sean realmente impactantes. Es mucho más bajo y a la vez mucho más ancho. Se asienta mejor sobre el asfalto, tiene una presencia más ágil. Aunque es más bajo y más ancho sigue teniendo una apariencia de ligero y ágil.

- ¿Qué generaciones del Mustang le influyeron más? - Para conseguir una imagen ágil y ligera nos fijamos en el Mustang del 65, la parte del frontal con la entrada de aire principal es una clara referencia al modelo del 68. Poca gente se fijará pero creo que tú lo sabrás identificar, cuando miras al Shelby del 68 las formas trapezoidales son claves en su diseño. Lo voy a dibujar para que lo puedas ver. Por ejemplo, los Boss 302 de 1969 tienen esas luces traseras tridimensionales. Puedes inspirarte como Porsche hace con los 911, pero nada más. A mi me encantan los Mustang de los sesenta, desde el 64 ½.

- ¿Qué modelo preferiría; un Shelby GT 390 de 1968 o un GT 500 de 1967? - Personalmente me quedaría con un GT 350, el Shelby de competición. Es un coche fantástico. Tuve la ocasión de probar uno y es maravilloso, era una unidad de 1966. Es un coche brutal. Un coche de carreras de verdad. No sé si conocerás este detalle, es algo que sólo poca gente conoce. El GT 350 tiene el logotipo de la cobra de Carroll Shelby con la serpiente que mira hacia delante, como en posición de ataque. Esto significa que tiene buenas prestaciones, incluso en circuito, no sólo para acelerar. Por el contrario, en el GT 500 la cobra mira hacia un lado. La historia que hay detrás de este cambio en el logo. Mientras que el GT 350 era un coche para rendir en el circuito, el GT 500 era un coche más potente pero sólo para acelerar.

- Háblenos de los detalles de los que está más orgulloso del nuevo modelo. - Me encantan los pilotos traseros formados por tres líneas verticales. Son una seña de identidad del Mustang desde hace 50 años. Cuando te adelanta un Mustang y se va ves sus tres pilotos traseros verticales y sabes que te ha adelantado un Mustang. Ahora 50 años después cuando el coche viene por detrás de ti al acercarse a tu retrovisor ves las tres luces verticales que ahora incorpora en los faros delanteros y ya sabes que es un Mustang. Cuando te pasa entonces ves los pilotos traseros, tanto al ver el frontal como la trasera de noche también sabes que es un Mustang. Es muy importante tener también un diseño que sea reconocible de noche. Cuando la luz del sol desaparezca podrás reconocer que es un Mustang.

- ¿Cómo conseguió hacer un coche completamente nuevo que nada más mirarlo cualquiera sea capaz de identificar como un Mustang? - Lo voy a dibujar (momento en el que Curic empezó a dibujar el sketch que mostramos en las imágenes de esta entrevista). Viéndolo de perfil son varios los elementos que hacen que el diseño sea el de un Mustang. Empiezas con el Mustang clásico. Voy a hacer la silueta, son unas pocas líneas. Aquí puedes ver la parte baja del techo cuando llega a la trasera. Básicamente, hay un capó muy largo pero antes de él, el frontal debe describir una línea diagonal ascendente. Son varias las líneas que describen al Mustang como tal. El habitáculo está muy retrasado con respecto a las ruedas delanteras. El conductor se siente aquí detrás. La luz hace que se puedan apreciar bien todas las formas del lateral. En la trasera el alerón está integrado y justo antes de él vemos esta hendidura, una parte baja en la que se unen la línea final del techo y la trasera. Hemos recortado el coche en la parte trasera. Esto es lo que define al Mustang, para nosotros es muy importante. La silueta con morro de tiburón, el perfil bajo de la carrocería y cuando llegas a la trasera, los pilotos son muy importantes tal y como te decía antes.