Mercedes-Benz Vans ha desvelado en Copenhague (Dinamarca) su nuevo concept car Vision Urbanetic. La división de vehículos comerciales de la firma alemana ha ideado este vehículo, totalmente eléctrico y autónomo, diseñado para el transporte de carga o pasajeros. Su principal objetivo es el de adecuarse al creciente caos circulatorio de las grandes ciudades y al mismo tiempo optimizar el flujo del tráfico rodado. Aprovechando nuestra presencia en el evento de presentación internacional, trataremos de explicaros la razón de ser y las principales características de este concepto de diseño.
Un vehículo mixto, realmente mixto
No decimos nada nuevo al afirmar que el tráfico de nuestras ciudades se está “espesando” a marchas forzadas. El rápido crecimiento de la población mundial y su éxodo generalizado hacia las grandes urbes está viene provocando un desarrollo urbanístico que por desgracia no puede verse compensado por las infraestructuras viarias. Año tras año, un mayor número de personas y vehículos deben enfrentarse a una jungla urbana cada vez más tupida, en la que circular y encontrar aparcamiento se convierte más en aventura que en rutina. Por no hablar de la calidad del aire, que en megalópolis como por ejemplo Pekín ya se ha convertido en una densa neblina.
Tratando de contener esta avalancha, algunas Administraciones locales han optado por limitar el acceso al centro de la ciudad y otras prácticamente lo prohíben, pero casi ninguna destaca por ofrecer alternativas totalmente válidas frente al vehículo de uso particular. De hecho, rara vez compensa utilizar el transporte público para quienes deben desplazarse a diario desde poblaciones “dormitorio”. Por otro lado, el enorme éxito del comercio online (con ejemplos tan conocidos como el de Amazon) junto con el desarrollo logístico de los comercios tradicionales, que tienden a minimizar su stock en favor de la venta bajo demanda, han tenido como consecuencia una auténtica explosión en el negocio de transporte de paquetería.
Pues bien: el concept car Vision Urbanetic que acaba de presentarnos Mercedes-Benz Vans pretende dar solución a ambos problemas al mismo tiempo. Pero ¿cómo es posible que un solo automóvil pueda cumplir con ambos cometidos a la vez? La respuesta es tan simple como ésta: en realidad es dos vehículos en uno. El Vision Urbanetic, llamativo y futurista como él solo, cuenta con un chasis independiente que puede soportar una cabina de pasajeros o bien otra de carga, muy distintas entre sí tanto por fuera como por dentro. El intercambio de cabina se realiza deslizándola sobre el chasis, operación que puede realizarse en cuestión de minutos. Así, un mismo vehículo serviría por ejemplo para llevar pasajeros durante el día y, después del cambio preceptivo, repartir mercancías por la noche.
La cabina de pasajeros, diseñada a modo de “sala de estar como la del concept Mercedes-Benz F-015 Luxury in Motion, puede dar cobijo a doce personas, que dada la distribución circular de los asientos podrán charlas entre ellas o bien disfrutar de la luz filtrada a través de las superficies de vidrio. El techo, también rematado en cristal, contiene un visor circular que muestra a todos los pasajeros las próximas paradas, entre otras informaciones.
Por su parte, la cabina de carga cuenta con una plataforma útil de 3,70 metros de largo, beneficiada por la ausencia de conductor en un vehículo cuya longitud total es de sólo 5,14 m. Su espacioso interior de 10 metros cúbicos (equiparable al de una Mercedes Vito) y con una o dos alturas da cabida hasta a diez euro-palets.
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Para sorpresa de pocos, el Vision Urbanetic es un vehículo eléctrico y totalmente autónomo: cumple con el nivel 5 de conducción autónoma, de manera que carece de volante y pedales. Este hecho, que a nosotros los amantes de la conducción nos parece un drama como concepto, en realidad cobra todo el sentido en un vehículo como éste, destinado tanto al carsharing como al reparto de mercancías.
De hecho, este automóvil se destina a formar parte de flotas gestionadas remotamente. El servicio de gestión y control, desarrollado por la propia Daimler, servirá a priori para optimizar el uso de cada automóvil de la flota, que podría cumplir sin descanso con diferentes asignaciones logísticas (sin personas a bordo) parando únicamente para recargar la batería o cambiar de cabina. Asimismo, las flotas de coches autónomos contribuirían a descongestionar el tráfico al optimizar las rutas empleadas, ampliar los horarios de uso e invitar al uso compartido por parte de los usuarios particulares -a quienes compensa cada vez menos adquirir un automóvil en propiedad-.
En el caso del carsharing, los usuarios dispondrán de una app en su móvil con la que reservar horas y lugares de recogida, y tanto la aplicación como el propio coche se encargarán de sugerir las rutas más rápidas hacia su destino. Dado que el Vision Urbanetic estará conectado en todo momento con otros servicios, el sistema podría sugerirnos realizar parte del recorrido en transporte público o alquilando una bicicleta, por ejemplo.
Es opinión de Mercedes-Benz -y también la de muchos otros expertos en la materia- que los desplazamientos hacia, desde y dentro de las ciudades del futuro no estarán limitados al vehículo propio ni a un tipo concreto de transporte público, sino que contemplarán otras opciones en función de la ruta prevista, el estado del tráfico e incluso el tiempo atmosférico. Visto el interés de los principales fabricantes de automóviles en abordar estas cuestiones, queda claro que la mayoría se irá transformando paulatinamente en proveedores de servicios de movilidad. Y de hecho, parafraseando a alguien de cuyo nombre no logro acordarme, ya están trabajando en ello.