Retoques estéticos y mucho más
Parece que fue ayer, pero el Mercedes Benz SLK ha cumplido ya 20 años. En todo este tiempo este roadster alemán ha sabido ganarse el favor del público y a día de hoy acumula unas ventas totales de alrededor de 670.000 unidades en las tres generaciones comercializadas hasta la fecha. Dos décadas después la marca de la estrella presenta la cuarta generación con un cambio sustancial ya que adopta el nuevo nombre de SLC. La sustitución de la K final por la actual C obedece a un cambio de denominación en la marca para acercar el modelo al resto de la Clase C.
Al margen del cambio de nomenclatura, el SLC sigue siendo el mismo coche al que se le han dado una serie de retoques, algunos básicos y otros más profundos. Estéticamente se ha buscado una mayor acentuación del carácter deportivo de este roadster, sobre todo en el morro, que adopta unas líneas similares al resto de la gama C, con una parrilla frontal de efecto diamante.
La capota sigue siendo rígida y dispone de un sistema de abatido automático. Capotar o descapotar el vehículo se realiza automáticamente desde parado, aunque ahora, si el tráfico nos obliga a arrancar, el proceso seguirá cerrando o abriendo la capota hasta una velocidad máxima de 40 km/h.
Otra novedad es el estor cubre equipajes automático del maletero. Éste tiene dos posiciones: una alta para aprovechar el volumen máximo del maletero y otra baja que marca el límite de carga. Además, es capaz de desplazarse automáticamente a la más baja si se acciona el plegado de la capota, autorizando el abatido si hay espacio suficiente. Sin embargo, si detecta que hay objetos demasiado grandes, detiene el proceso y se avisa al conductor de esta incidencia. Este sistema funciona tanto con el mando interior del habitáculo como con el sistema opcional de cierre y abatido de capota Keyless-Go, mediante el mando a distancia de la llave.
El SLC tiene un volumen máximo de maletero de 335 litros en su configuración máxima y de 225 litros si se descapota el vehículo para las versiones gasolina, mientras que el diésel, con más elementos técnicos bajo el piso del maletero, -filtro de partículas y depósito de urea- ve reducida esta capacidad a 285 y 180 litros respectivamente.
El interior también recibe cambios, no tanto en su diseño que sigue manteniendo su tablier de configuración en “T” con las salidas de aire redondeadas, sino con la adopción de una nueva pantalla central de 7 pulgadas del sistema Comand -antes de 5,8”-, así como nuevas combinaciones de colores, tapicerías y materiales como aluminio, madera noble o fibras de carbono opcionales.
También como opción se ofrecen dos asientos climatizados con sistema de calefacción en la base y los reposacabezas mediante extracción de aire caliente en la nuca denominado Airscraft, así como el techo panorámico Magic Sky Control con un cristal que puede oscurecerse o aclararse mediante un botón en el salpicadero.
El SLC llegará con un total de cinco motorizaciones diferentes, no obstante, de momento para el lanzamiento del modelo, Mercedes se conforma con traer tres de ellas. Las ausentes en el lanzamiento son el básico SLC 180 con el nuevo motor 1.6 turbo de 156 CV y el SLC 300 con el conocido motor 2.0 de 245 CV. Ambas mecánicas podrían llegar cuando el nuevo SLC ya se haya afianzado en el mercado a lo largo de este año.
La oferta se centra en las ya conocidas versiones SLC 200 de 184 CV y cambio manual de seis relaciones y el 225d diesel de 204 CV que por su parte montará la caja automática secuencial por convertidor de par y nueve marchas 9G-Tronic -opcional en el SLC 200- asegurando un consumo oficial de sólo 4,4 litros y 114 gramos de CO2 cada 100 kilómetros, frente a los 6,1 litros de consumo y 142 gr de CO2 del gasolina 200.
Asociado a este cambio 9G-Tronic, ya sea de serie u opcional, se ofrece el conocido sistema Dynamic Select con el cual se pueden escoger hasta cinco modos de conducción: Comfort, Sport, Sport+, Eco e Individual, en los que se modifican parámetros de reglaje de motor, del cambio, dirección e incluso tren de rodaje, si se incluye opcionalmente el Paquete Dinámico Avanzado con amortiguación adaptativa. Otra opción que pueden montar estas dos versiones a nivel de bastidor será el tren de rodaje deportivo que consta de una suspensión rebajada 10 mm con respecto a la versión de serie.
La brutalidad AMG
La tercera versión disponible es el espectacular AMG SLC 43. En esta ocasión sí estamos ante una motorización novedosa en la gama, ya que sustituye al anterior V8 atmosférico del SLK 55 AMG por un motor biturbo V6 de 3,0 litros, 367 CV y 520 Nm de par sobre un tren de rodaje desarrollado sobre la plataforma de aquel SLK AMG.
Este SLC 43 también equipa el cambio 9G-Tronic, aunque en este caso cuenta con una electrónica especifica AMG que reduce a la mitad de tiempo los saltos entre cambios de marchas y mantiene la marcha seleccionada cuando trabajamos el modo completamente manual. Por otro lado, el Dynamic Select añade la gestión de un escape deportivo AMG que, a través de dos mariposas, adapta el sonido según el programa elegido.
Como ya decíamos, el tren de rodaje deriva del SLK 55, sin embargo, se ha trabajado en el soporte de motor y diferencial trasero específicos, así como en la geometría de las suspensiones y dirección para reducir aún más los balanceos de carrocería.
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El resultado, es un coche mucho más ágil y eficaz. Según cifras del propio fabricante, por un lado contiene su consumo medio en 7,8 litros, pero también es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 4,7 segundos y asumir la velocidad máxima auto limitada de 250 km/h.
A nivel electrónico esta versión AMG monta un control de estabilidad ESP con tres modos de funcionamiento. El primero de ellos es el modo On, que es el convencional, con un funcionamiento muy exigente en cuanto a garantizar la estabilidad y buen guiado del vehículo. La segunda posibilidad es el Sport Haldling Mode, con una intervención tardía que permite ciertos deslizamientos para practicar una conducción más deportiva, pero que ante deslizamientos extremos viene al rescate. La tercera posibilidad es el modo Off, que desconecta el ESP completamente para practicar un estilo de conducción ideal para circuitos o conducción muy experimentada.
Por último, opcionalmente esta versión puede incorporar elementos que mejoren aún más su potencial con la incorporación de un diferencial trasero autoblocante mecánico, o la suspensión adaptativa AMG Ride Control, que no es más que una adaptación del Paquete Dinámico Avanzado con el que se asume un reglaje más individual de sus amortiguadores, pudiendo variar indistintamente el tarado de cada uno mediante electrónica.
Más equipamiento
Como vemos, la gama SLC ofrece una amplia dotación de equipamiento tanto de serie como opcional. De serie cabe destacar los elementos de seguridad como los seis airbags, el control de estabilidad -de tres fases para el SLC 43-, la frenada con ABS, BAS y ayuda al arranque en pendiente, el capó activo para la protección de peatones, el sistema de detección de cansancio Attention Assist, el Dynamic Select y levas al volante para las versiones con caja automática, los reposacabezas activos, la cámara de marcha atrás, el control de presión de los neumáticos y el freno de estacionamiento eléctrico.
En un plano más funcional destacan el techo practicable panorámico, las llantas de aleación, el limitador de velocidad Tempomat, la iluminación ambiental personalizable, aire acondicionado, elevalunas eléctricos y un equipo de música con pantalla de 7”, función Bluetooth, lectura de mensajes SMS, tarjeta SD y conexiones USB.
Por otro lado, la versión AMG SLC 43 añade elementos más exclusivos como los asientos deportivos con tapicería de piel, los cinturones de seguridad de color rojo, la decoración exterior característica de este AMG con un faldón delantero y trasero específicos, así como unas llantas AMG de 18 pulgadas y frenos de alto rendimiento.
Todo esto es completamente de serie, pero a pesar de ser un equipamiento muy correcto no termina de chocar con la filosofía de Mercedes-Benz, que no es otra que la de ofrecer un equipamiento opcional aún más completo a fin de que cada usuario se pueda personalizar el coche a su gusto. Mercedes ofrece una larga lista que difícilmente podemos reflejar en su totalidad. Sin embargo, sí que daremos los precios de algunos de los elementos que hemos ido mencionado a lo largo del reportaje para que nos podamos hacer una idea del coste de dicha personalización.
Por ejemplo, el sistema Keyless-Go de abatido del techo mediante el mando está disponible desde los 955 euros -según el tipo impositivo que se le aplique a nuestro SLC-, a lo que se le puede añadir el techo panorámico con oscurecimiento Magic Sky Control por alrededor de 3.000 euros extras o el sistema de calefacción de asientos por aire soplado desde el reposacabezas Airscraft, desde 440 euros.
En el apartado técnico, el Paquete Dinámico Avanzado cuesta una media de 1.400 euros, mientras que la suspensión deportiva solo está disponible para el 200 y el 250d por 300 euros. El cambio 9G-Tronic para la versión 200 –en el resto es de serie- cuesta 2.840 euros, y el diferencial mecánico autoblocante del SLC 43 asciende hasta los 4.000 euros.
Como vemos tienen un precio bastante considerable, pero aún no hemos nombrado otros elementos que son muy habituales y comunes en los vehículos Premium como este SLC y que Mercedes también deja como opción. Estamos hablando del climatizador, que no es de serie ni en el AMG, en catálogo desde 955 euros; los faros LED inteligentes con las luces diurnas tipo pestaña desde 1.875; asientos eléctricos por 1.736 euros; el navegador Garmin más sencillo por 605 y el Command Online con descarga de cartografía 3D, información de tráfico y control vocal por 3.300 euros; el equipo de alta fidelidad Harman Kardon está disponible desde 880 euros y el sistema de ayuda al aparcamiento cuesta 1.000 euros; el sistema Distronic Plus, que mantiene la distancia con el vehículo precedente y avisa en caso de proximidad peligrosa a otros usuarios, sale por 1.000 euros, el de precolisión Pre-Safe por 459 euros y el pack de control de carril y ángulo muerto alcanza los 1.000 euros.
Como veréis, se trata de un catálogo tan completo como caro, y además, como podéis observar en la lista de más abajo, el precio del coche arranca en los 45.250 euros del SLC 200 y alcanza su cota máxima en 67.175 euros para el AMG SLC 43 de serie. Sin duda son unos precios altos que se pueden aumentar con facilidad a poco que busquemos un equipamiento más o menos personalizado.
PRECIOS Mercedes-Benz SLC 250d: 49.250 euros Mercedes-Benz SLC 200: 45.250 euros Mercedes-Benz AMG SLC 43: 67.175 euros
un triciclo va totalmente descapotado. la sensacion de velocidad es muy superior a un roadster, a 20 parece que vayas a 90. probad y lo vereis y os ahorarreis un dinero que guardar para la jubilacion
#147 Creo que te equivocas. Lo que describes entra en la categoría de las scrambler, o coffee racer... Ya te vale, más quisiera yo alcanzar esos idílicos 20 por hora en mi triciclo...