¿Ciencia Ficción?
2020. Este es el año que Renault se ha puesto como objetivo para tener listos sus primeros coches de conducción autónoma. De momento, el grupo Renault-Nissan se confirma como uno de los más activos en el desarrollo de prototipos que sean capaces de llevar a sus pasajeros de forma independiente, sin la participación del conductor. Hace unos meses presentó un Nissan Leaf autónomo matriculado, que previamente tuvimos ocasión de ver en directo en Los Angeles. Ahora se presenta una nueva entrega, bajo la marca francesa: el Renault Next Two.
Como puedes ver, el Renault Next Two es en realidad un Renault Zoe preparado y equipado con todo un grupo de radares y sensores que permiten que en determinados momentos pueda desplazarse por sí solo. Es lo que Renault denomina Delegación de conducción.
En algunas zonas concretas, por ejemplo, en ciertos recorridos urbanos o en vías rápidas libres de ciclistas y peatones y en situación de embotellamiento, el coche propone al conductor tomar el relevo de la conducción. Siempre que no se superen los 30 km/h, no se deban efectuar cambios de carril y el tiempo de delegación sea superior a los cinco minutos, la conducción autónoma es posible, según Renault.
El Renault Next Two está equipado con una cámara en el retrovisor central, un radar en el paragolpes delantero y un cinturón de ultrasonidos alrededor del vehículo. Básicamente, el radar del paragolpes se utiliza para detectar el vehículo que circula delante, de la misma forma que actualmente hace un sistema de control activo de crucero. La cámara detecta las marcas laterales del suelo para guiar el coche correctamente en su carril, como podemos ver en otros sistemas de asistencia a la conducción, como el Active Lane Assist que equipa el Infiniti Q50, sin ir más lejos. Y el cinturón de ultrasonidos funcionaría de forma similar a como lo hacen los sensores de aparcamiento, para detectar todos los vehículos del entorno del coche, incluidos los de dos ruedas, evitando así posibles accidentes.
Como puedes ver, este prototipo aprovecha tecnologías ya conocidas y utilizadas hoy en día por coches de serie, pero evolucionadas para el propósito de la conducción autónoma. Fréderic Mathis, jefe del proyecto Renault Next Two, afirma que “es un prototipo realista que integra tecnologías suficientemente maduras para figurar a bordo de los modelos de serie a largo plazo”.
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El Renault Next Two también lleva un paso más allá la función de aparcacoches, ya que es capaz de buscar una plaza para aparcar el vehículo y hacer la maniobra de forma totalmente autónoma en unos párkings adaptados expresamente para este tipo de vehículos. Según Renault, el conductor puede dejar el coche a la entrada del párking y éste se dirigirá automáticamente a su plaza de aparcamiento. Y a la inversa. El conductor puede ordenar al coche, a través del Smartphone, que le pase a recoger a la puerta del edificio.
Conexión instantánea a la red
Precisamente uno de los puntos en los que el grupo Renault está centrando sus esfuerzos es en la conectividad entre el coche y el conductor. Se trata de que una vez el conductor deje la conducción en manos del propio vehículo, pueda disponer de prácticamente los mismos servicios de conectividad que tendría en su casa o su oficina. En el Renault Next Two será posible comunicarse por videoconferencia, reservar entradas a conciertos, concertar citas a través del correo, captar información turística “in situ” a través de la geolocalización o la realidad aumentada, etc. El coche está equipado con un router que enlaza de forma automática con las redes disponibles allí por donde circula el coche, y cambia de 4G a Wifi gratuito de forma automática. Y todo esto mientras el coche se guía por sí solo hacia su destino. Una gran pantalla central situada en el centro del salpicadero centraliza todas estas funciones, que pueden activarse de forma táctil, vocal o incluso gestual. Y es que una barra de infrarrojos detecta algunos movimientos sencillos para que el conductor pueda consultar la lista de sus contactos, por ejemplo, sin tocar la pantalla, sólo gestualizando con sus brazos.
El objetivo de todos estos sistemas y el del propio coche de conducción autónoma es reducir el estrés añadido que gran parte de la población sufre en los desplazamientos en aglomeraciones urbanas. También permite que las 60 u 80 horas que se pierden de media en los atascos sean más productivas. La conducción autónoma busca finalmente reducir los accidentes de tráfico, en ocasiones provocados por esta situación de estrés mientras se conduce.
Una vez presentado el Renault Next Two, la marca francesa prevé acabar una “hoja de ruta” en los próximos meses para seguir avanzando en esta tecnología y hacer posible que sea testeada en condiciones reales. Para ello, se necesitaría, entre otras cosas, definir un nuevo reglamento de conducción para poder hacer realidad el desplazamiento a bordo de este tipo de vehículos.
Con lo que falla la electronica en los Renaults , no me subo en este coche ni de coña.