La prestigiosa marca británica Rolls-Royce ha lanzado su primer vehículo eléctrico. Se llama Spectre y es un cupé de dos puertas, como es tradicional en la marca de apertura inversa, y cuatro plazas. La marca anuncia en su comunicado una potencia de 585 CV y un par máximo de 900 Nm, así como una autonomía según el ciclo WLTP de 520 km. Estas cifras están todavía pendientes de la última fase de homologación.
Estéticamente es un coche muy similar al Wraith de gasolina. En el frontal destaca la parrilla más ancha diseñada hasta la fecha por la marca que tiene un sistema de retroiluminación mediante luces de LED. Los faros principales están situados a ambos lados enmarcados en grandes piezas cuadradas del color de la carrocería mientras que las luces diurnas son una pequeña franja en la parte superior que marcan, además, la línea de la aleta delantera.
En el capó se ha recurrido a una pintura bicolor con la parte central en negro, algo que se repite en la tapa del maletero. El negro también se utiliza para los parachoques delantero y trasero y para las protecciones inferiores mientras que las ventanillas laterales están en marcadas en una amplia franja cromada mate. Las llantas, de diseño en hélice, son de 23 pulgadas de diámetro.
Este coche ha sido desarrollado sobre la misma plataforma en la que se basan los modelos de combustión de la marca y, por lo tanto, no ha utilizado ni una plataforma específica para este modelo ni la específica para modelos eléctricos desarrollada por BMW y que es la base del nuevo BMW iX. El coche tiene unas dimensiones casi colosales con 5,45 m de largo por 2,08 de ancho y 1,56 de alto y su peso en vacío roza las 3 toneladas (2.975 kilos).
En el comunicado hecho público por la marca no se especifica si el Spectre lleva uno o dos motores eléctricos, aunque es evidente que su disposición será delantera y con la tracción en las ruedas posteriores o bien de modo integral si hubiera un segundo motor sobre el eje trasero. La marca tampoco especifica si la suspensión será de tipo neumático, la habitual en Rolls Royce, aunque sí explica que dispondrá de barras estabilizadoras desacoplables y de un sistema adaptativo para la dureza de los elementos elásticos de la suspensión mediante un sistema de escáner de la carretera.
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El chasis de este coche incorporará un sistema de dirección en las cuatro ruedas que debe permitir incrementar la agilidad del vehículo en curva, mejorar la estabilidad en los cambios de carril a alta velocidad y reducir el diámetro de giro que la marca anuncia en 12,7 metros.
El diseño del salpicadero sigue la tradición de la marca, aunque con una instrumentación y una pantalla central digitales y un dial en el centro de la consola para activar la marcha hacia delante y hacia atrás. Los mandos de la climatización quedan en la parte baja del salpicadero y los aireadores en el centro. Rolls-Royce anuncia un sofisticado sistema de iluminación ambiental con pequeños ledes situados en las puertas, el salpicadero y el techo. Como es habitual, las posibilidades de elección de colores, acabados y tapicerías es casi infinita.
Este primer Rolls Royce serie con propulsión eléctrica estará a la venta a lo largo del próximo año sin concretar todavía su precio de venta. Si queréis un Rolls Royce de segunda mano, podéis consultar la oferta existente coches.net clicando en este enlace.
precioso, aunque no dejaría tanta libertad en esos colores estridentes del configurador, ha hecho que una marca de lujo se convierta en una marca de raperos horteras que pintan sus coches de rosa