Coches con corazón
Este año se ha celebrado el veinte aniversario de la creación del primer Seat Cupra y la firma de Martorell nos invitó a probar los modelos más deportivos de la marca en el Circuito de Mora D’Ebre. Todo empezó cuando en 1996, Seat logró la victoria en la categoría 2 litros del Mundial de Rallys con un Ibiza Kit-Car desarrollado por Seat Sport. Para celebrarlo lanzó una versión especial a la que le pusieron el “apellido” Cupra (apócope de Cup Racing), naciendo de ese modo “la marca” de los modelos más deportivos de la firma española, utilizada tanto en la gama Ibiza como en la del León.
Seat trasladó al circuito todos los modelos con este apellido así como las versiones de competición de la marca y de entre todos ellos decidimos probar los modelos que, en nuestra opinión, han sido los más representativos. Así que nuestros elegidos fueron la edición limitada del Seat Ibiza Cupra R 1.8 20 VT, el Cupra 1.9 TDI 160 CV, el León Cupra R 1.8 20VT 225 CV y el último de la saga, es decir, el León Cupra 2.0 TSI 290 CV. ¿Qué tienen en común estos cuatro Cupra y porque elegimos estos y no otros? os preguntaréis. La respuesta es muy sencilla. Son los cuatro modelos desarrollados específicamente por Seat Sport.
A la pista con el Ibiza 1.8 20 VT: la primera edición limitada
Con todo perfectamente preparado por parte de la firma de Martorell, salimos a pista con el Ibiza Cupra R 1.8 20 VT del año 2000, que fue presentado en el Salón de Birmingham de ese año y que fue el primero en incorporar la R como colofón a su ya ilustre apellido Cupra. Salido de la línea de montaje de la fábrica, el Cupra R pasaba a las instalaciones de Seat Sport -la división deportiva de la marca- donde se realizaba la puesta a punto final a nivel de frenos, suspensiones y neumáticos, convirtiéndose así en el primer turismo para clientes realizado por este departamento y del que se fabricaron únicamente 200 unidades. La marca asegura que marcó el camino en la fabricación de series limitadas y, aunque a la postre no se vieron muchas más, Seat siempre ofreció en sus modelos “un aire” deportivo que les ha acompañado hasta nuestros días.
Para demostrarlo basta decir que el Ibiza Cupra R 1.8 aceleraba de 0 a 100 km/h en tan sólo 7, 2 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 225 km/h. Esta primera serie limitada creada por Seat Sport disponía de una potencia de 180 CV a 5.600 rpm y un par máximo de 235 Nm entre 2.100-5.000 rpm que le proporcionaba una gran respuesta, especialmente cuando la aguja del cuentavueltas superaba las 2.800 rpm. En ese momento es cuando “se le ve” el carácter, con un motor que se estira con contundencia más allá de las 5.500 rpm.
Dinámicamente me gustó por su agilidad en los cambios de trayectoria, aunque la dirección es lenta -demasiado desmultiplicada- y obliga a girar mucho el volante restándole sensación de rapidez de movimientos y por lo bien que se inscribe en el inicio de los virajes. También la suspensión resultó ser algo blanda para un coche de su carácter, pero el conjunto me pareció muy efectivo, especialmente pensando en los años que han pasado desde su fabricación. Bien de frenos y un cambio de tacto preciso, aunque con un recorrido algo largo.
Seat Ibiza CUPRA 1.9 TDI: todo par
Tocaba el momento de subirnos al Ibiza Cupra 1.9 TDI de 2004 que, en el momento de su lanzamiento, fue el diésel más potente de su segmento. Su motor recibió 10 CV extra -alcanzando los 160 CV- y disponía de un extraordinario par máximo de 330 Nm a 1.900 rpm que le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 7,6 segundos y alcanzar los 220 km/h. de velocidad máxima. Nada más subirnos en él notamos claramente el salto de prestaciones respecto al Cupra 1.8, especialmente en cuanto a comportamiento dinámico se refiere. En Seat Sport retocaron muelles, amortiguadores, soportes, estabilizadoras y lo dotaron con un programa de asistencia a la dirección para que ofreciera un rendimiento acorde con su carácter.
Y lo cierto es que consiguieron un conjunto muy eficaz. En un circuito tan “ratonero” como es el de Mora D’Ebre, el Cupra diesel demostró una agilidad y precisión extraordinarias, acompañado por una respuesta de motor que hoy pondría en aprietos a más de alguno. Es cierto que “se acaba pronto”, pues a 3.750 rpm ha dado la potencia máxima, pero la inmediatez de respuesta y la contundencia con la que acelera, lo hacen tremendamente efectivo. La dirección es precisa, menos desmultiplicada que en el 1.8 gasolina y transmite a las manos lo que ocurre en el asfalto. Lo que menos me agradó fue un tacto de frenos demasiado esponjo.
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León Cupra R 1.8 20VT 225 CV “de la Copa”
Lanzado en 2003 con el motor 1.8 20 VT de 225 CV, el León Cupra alcanzaba los 242 km/h y era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 6,9 segundos. Fue un coche que tanto por chasis como por motor se convirtió en uno de los compactos deportivos más eficaces del momento. Como ejemplo basta citar que era tan potente como el Audi S3 pero con 100 kg menos gracias a la ausencia de la tracción total, “adelgazando” hasta los 1.320 kg. Fue el protagonista de uno de los campeonatos monomarca más importante de nuestro país y sin dudad uno de los modelos de más éxito de la marca. Esta versión recibía un kit específico con llantas de 17” y su tren de rodaje disponía de un equipo de frenado mejorado y un tarado de suspensión de corte claramente deportivo.
Me encantó poder probarlo porque me trajo buenos recuerdos de mi participación en la Supercopa León y porque volví a disfrutar de un coche equilibrado, rápido y con un paso por curva fantástico. Es cierto que con el transcurso de los años y conduciendo cada día coches de última generación se notan diferencias respecto a los coches actuales, pero el León Cupra R sigue transmitiendo sensaciones deportivas y efectividad máxima. Frena bien, entra en el viraje con facilidad, en curvas rápidas demuestra una alta estabilidad -en este circuito apenas las hay pero lo recuerdo bien de las carreras- y dispone de un cambio de tacto preciso y bien escalonado. El motor colabora a todo ello con una contundente respuesta inmediata que, eso sí, hay que dosificar si no queremos perder mucha tracción acelerando y dejar de ser efectivos en las salidas de los virajes. Sólo la dirección me ha parecido demasiado desmultiplicada, pero el Cupra R sigue siendo un coche de referencia.
León Cupra ST 2.0 TSI 290 cv: de los “viejos” al más nuevo
Este mismo año 2016, el León Cupra 2.0 TSI ha ganado 10 CV y se ha convertido en el Seat de producción más potente de la historia. Gracias a un nuevo sistema de escape y a algunos retoques en la electrónica, ahora dispone de 290 CV a 6.400 rpm y ofrece un par máximo de 350 Nm entre 1.700 y 5.800 rpm, alcanzando una velocidad máxima de 250 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos. Ha recibido mejoras en equipamiento y en reglajes, que le confieren una respuesta más deportiva y se puede adquirir en versión tres o cinco puertas y familiar. Para la ocasión, nosotros utilizamos la versión familiar que ofrece todo lo bueno del compacto compaginado con las virtudes de un break. Esta es la versión que escogería si pudiera adquirir uno de ellos porque me gusta estéticamente y porque se muestra tan eficaz como las otras opciones.
La unidad que Seat trajo para esta prueba disponía del cambio DSG con levas en el volante que, si bien resulta muy cómodo, tiene algunos inconvenientes ya citados en diferentes pruebas realizadas anteriormente, como ésta en la que Joan Dalmau explica todos los secretos del Cupra 290 y los puntos mejorables del cambio al que hacemos referencia. Pese a todo, la facilidad de conducción es máxima y la respuesta del motor es excelente en toda gama.
Dinámicamente es impecable, rápido, estable como pocos y transmite una sensación de aplomo y de estabilidad fantástica. Tras probar los Ibiza y el Cupra R de 2003, subirse en el Cupra ST TSI 290 cv es volver al presente para disponer de tecnología punta tanto en seguridad como en eficacia, como lo demuestra la incorporación del diferencial delantero VAQ o la suspensión pilotada con los modos Confort, Sport y Cupra que convierten al ST en un confortable familiar o en un radical deportivo.
En esta ocasión se trataba de probar los Cupra que en nuestra opinión han sido los más representativos y, sin duda, el ST es uno de ellos. Una gran jornada en la que pudimos disfrutar de coches que han marcado la historia deportiva de Seat y, en algún caso, también la nuestra.
La autobahn alemana, de pago, infraestructura que ofrece mucho mas que la red nacional. 4 capas de asfaltado, drena el agua de lluvia para su reutilizacion,mantenimiento ciclico, monitorizada permanentemente, sin limite de velocidad en tramos. Recomendado 130 km hora. Y lo pagan por que es un producto que ofrece mucho mas. Aqui pagamos por la misma basura, de ahi su fracaso conjunto con el de las radiales. Si no quieres correr.. a la derecha, que recibiras respeto y si ves por el retrovidor a un c63 amg a 250 km-hora, permitele el paso. No solo fomentan el uso de vehiculos potentes sino que es un gran negocio. Borregos españoles conformistas, pararos y exigid si pagáis.