AC Cobra: 55º Aniversario

Carroll Shelby soñó con crear su propio deportivo durante mucho tiempo y lo hizo realidad en 1962 de la mano del Cobra. Aprovechamos este 55 aniversario para recordar un deportivo de culto que logró incontables éxitos en competición y que a día de hoy sigue siendo toda una leyenda.

Las raíces del AC Cobra se remontan incluso antes del coche que se tomó como base para crearlo, el AC Ace. John Tojeiro, de madre inglesa y padre portugués, concibió un deportivo artesanal ligero ideal para competir en circuito.

Tojeiro vendió la patente de su creación a AC Cars, y la marca británica se preparó para producirlo en serie bajo el nombre de Ace. Primero contó con un motor de 6 cilindros en línea AC pero poco después recibió una mecánica Bristol de idéntica configuración.

Aquel motor Bristol era una evolución del motor que BMW diseñó para el 328 de 1936. Una mecánica de 2 litros bautizada como M328 que inicialmente rendía 80 CV pero que a finales de los 50 superaba los 100 CV.

Dada su ligereza y las buenas prestaciones del motor Bristol, los AC Ace lograron fama internacional, como en las pruebas del SCCA o Sports Car Club of America celebradas en circuitos de Estados Unidos.

Aquí es donde llega la conexión americana. El piloto tejano Carroll Shelby ganó las 24 Horas de Le Mans en 1959 a los mandos de un Aston Martin DBR1 que compartió con Roy Salvadori. Tras este triunfo Shelby decidió colgar el casco y ampliar sus actividades como empresario dentro del mundo del automóvil.

Tanto en aquella en Le Mans como en Estados Unidos Shelby había visto en acción los AC Ace. Él pensó que si sustituía el 6 cilindros Bristol por un V8 las prestaciones de aquel pequeño deportivo todavía podrían ser mejores.

En 1960 los contactos de Shelby en Ford le informaron que pronto vería la luz un nuevo motor V8 de pequeña cilindrada. Al mismo tiempo entabló negociaciones con AC Cars para proponerles la creación un Ace con corazón americano.

Así nació el Shelby AC Cobra con motor Ford. AC Cars modificó su deportivo para dar cabida al V8 y se dio comienzo a la producción en serie. Una vez construidos en el Reino Unido los coches eran mandados a California para que Shelby instalara el motor V8.

La primera unidad con número de chasis CSX2000 fue terminada en suelo británico en febrero de 1962. Una vez llegó a suelo estadounidense recibió un V8 Ford de 260 pulgadas cúbicas, o lo que es lo mismo, 4,2 litros.

La presentación en sociedad se llevó a cabo en el Salón de París de 1962, con el chasis número CSX2025. Por aquel entonces sólo se comercializaba en Estados Unidos pero se quería traer a Europa y al Reino Unido. De las 100 primeras unidades, 26 fueron terminadas en Nueva York por la firma European Cars de Ed Hugus.

Con el Cobra, AC Cars veía garantizado su futuro como fabricante, Ford plantaba cara al Chevrolet Corvette y Carroll Shelby cumplía su sueño de crear su propio deportivo.

El resultado fue realmente espectacular. Sobre la báscula declaraba 952 kilos, su V8 rendía 260 CV y anunciaba una punta de 246 km/h. Todo ello contribuyó a lograr un gran éxito comercial así como a convertirse en uno de los mejores GT de su momento.

Carroll Shelby homologó el Cobra según la normativa FIA para poder correr en carreras de nivel internacional. Los primeros Cobra se transformaron en coches de carreras con pocos cambios.

Barras de torsión, enganches para ser remolcados, parabrisas de carreras, cinturones de seguridad, tomas de aire para refrigeración y un completo conjunto de elementos destinados a mejorar la seguridad y fiabilidad.

Al V8 de 260 pulgadas cúbicas le siguieron los de 289 primero y 427 después. También existió una evolución sólo para competición con carrocería cerrada con un cierto aire a la del Ferrari 250 GTO, el Cobra Daytona Coupe (1964-1965).

¿Quién le iba a decir al AC ACE que permutaría su motor de 4 cilindros y 2 litros por un V8 de 4,7 litros? Transformado en el AC Cobra ganó el Campeonato del Mundo de Sports de 1965.

Los AC Cobra originales tienen un valor que ronda el millón de euros, mientras que las unidades de competición superan los 2 millones. La primera unidad con número de chasis CSX2000 se vendió en 2016 por 13,75 millones de dólares.

Incluso con estas cotizaciones estratosféricas son numerosos los que actualmente compiten con los Cobra originales en carreras de clásicos como el Goodwood Revival, Spa Classic o el Oldtimer Grand Prix del Nürburgring.

Viendo estas disparatadas cifras más de uno pensará que un automóvil inalcanzable. Los originales de la época sí. Pero hoy Shelby American lo sigue produciendo como “Continuation”, o sea, como una continuación de la serie original. La firma AC también lo fabrica bajo la designación MkVI.

De entre el sinfín de réplicas y recreaciones de otras marcas, destaca Superformance. Sus MkII Slab Side, MkII FIA y MkIII son de largo los más fidedignos y mejor acabados del mundo. La experiencia del Cobra original a un precio muchísimo más asequible y disfrutando al mismo tiempo de un coche completamente nuevo confeccionado con materiales de última generación.