El Legacy seguirá fiel a si mismo
Subaru ha presentado en Salón de Chicago, que abrió sus puertas el seis de febrero, la nueva generación del Legacy, su berlina de gama alta, que ya anticipó en este concept car que pudo verse a finales de noviembre en el Salón de Los Ángeles. Esta nueva interpretación de la berlina de cuatro puertas de la marca llega cuando se cumplen 25 años del lanzamiento del modelo original (1989) y será la sexta generación del Legacy.
Las líneas son mucho más dinámicas que el modelo actual, con una carrocería que, como es habitual en las berlinas de los últimos años, busca parecerse a un coupé, con un techo más bajo y una menor altura de las ventanillas laterales. El Legacy será más largo que su antecesor (unos 20 cm más), tiene un parabrisas más inclinado y unos pilares delanteros más finos para aumentar la sensación de ligereza del conjunto y mejorar la visibilidad hacia delante.
El coche tiene un frontal más contundente que el actual, con una gran rejilla de tres láminas horizontales y forma hexagonal mientras que la parte trasera tiene unos pilotos de gran tamaño y posicionados horizontalmente. Como es habitual en la marca, el diseño no supone ningún tipo de revolución formal de manera que este nuevo Legacy seguirá dando guerra a las berlinas generalistas de las marcas japonesas y americanas que pelean por el mercado de berlinas medias en Estados Unidos, primer mercado donde estará disponible.
El interior tampoco aporta grandes cambios. De líneas suaves y discretas, antepone la funcionalidad y la calidad de fabricación a cualquier otra consideración. En el centro de la consola, la pantalla dle navegador, de tipo táctil, queda enmarcada en una pieza de cristal.
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La marca japonesa ha desvelado qué propulsores estarán disponibles para el mercado americano. Como ya os avanzábamos hace unos días, Subaru seguirá apostando por los dos grandes iconos de la marca. Es decir, el Legacy conservará motores boxer de cuatro y seis cilindros de gasolina, con cilindradas de 2.5 y 3.6 litros respectivamente. El bóxer diésel será para Europa y, por supuesto, contará con la caracerística tracción a las cuatro ruedas.
Ambos motores incorporan importantes mejoras que giran en torno a los sistemas de admisión y de escape con el fin de reducir consumos y hacerlos un poco más límpios. También contribuye a una mayor eficiéncia el revisado cambio automático Lineartronic que, según cuenta Subaru, tendrá una gestión más suave. Se han mejorado los sistemas de seguridad, como la detección de puntos ciegos en el retrovisor, el asistente de cambio de carril involuntario o el sensor de trasero de tráfico cruzado. La EyeSight incorpora nuevas cámaras que mejoran la visión hasta en un 40%, de tal manera se aumenta la seguridad preventiva al mejorar los sistemas de frenado previo a un choque o el control de crucero adaptativo.
Muy buenos los subarus.