Subaru ha renovado su modelo más deportivo, el WRX, que ha llegado a su quinta generación y que estrena la plataforma global de la marca, ya conocida por su empleo en las nuevas generaciones tanto del XV (prueba en vídeo de la versión híbrida de este modelo), como del Forester (prueba en vídeo de este modelo) y, más recientemente, del Outback (prueba en vídeo de este modelo). El WRX se venderá, de momento, en mercados como el japonés y el norteamericano con carrocería sedán y un motor de 275 CV que, por un tema de emisiones, no llegará a Europa.
La nueva plataforma proporciona a este coche una mayor rigidez torsional, lo que, unido a cambios en la suspensión, en el anclaje de las estabilizadoras, la presencia de un suspensión controlada electrónicamente con tres niveles de ajuste y a la rebaja en el centro de gravedad, debería dar a este coche un comportamiento dinámico superior al de la versión a la que sustituye.
Como es habitual en Subaru, no hay grandes revoluciones en lo que al diseño se refiere, pero todo en el WRX es nuevo, desde el frontal, con parrilla y faros nuevos, un capó diferente y unos pasos de rueda muy marcados fabricados en aluminio para ganar peso, a la parte trasera, también totalmente nueva. El coche monta llantas de 18 pulgadas y sorprende la presencia de protectores de color negro en los pasos de rueda, una característica propia de los SUV y muy poco habitual en un modelo de claro corte deportivo.
El diseño interior mantiene la tradicional sobriedad de la marca, con una instrumentación convencional y, eso sí, una pantalla central vertical de 11,6 pulgadas de diagonal compatible con los diferentes sistemas de conexión de teléfonos móviles y que elimina las dos pantallas presentes hasta ahora en este coche.
El motor de este Subaru es completamente nuevo. Tiene una cilindrada de 2,4 litros (la generación precedente usaba un motor de dos litros) y tiene 275 CV y 350 Nm de par motor. Se trata, por supuesto, de un bloque de tipo bóxer con los cilindros en posición horizontal, como es habitual en la marca y dispone de sobrealimentación por turbocompresor.
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Subaru ofrece a los clientes estadounidenses dos opciones para la transmisión ya que a la tradicional caja de cambios manual de seis velocidades añade una caja de tipo CVT de ocho leyes de paso que se maneja mediante levas tras el volante. Como todos los modelos de la marca (salvo el BRZ), el WRX es un coche de tracción integral con un sistema simétrico combinado con un gestor del par vectorial.
En Estados Unidos, el nuevo WRX se ofrecerá en dos acabados diferentes, uno de ellos, llamado GT, de clara vocación más deportiva, pero sin que, por el momento, se haya anunciado la inevitable variante STi de altas prestaciones que debería llegar en un futuro próximo. Lo que no hará el WRX es aterrizar en Europa donde su mecánica no híbrida imposibilita su comercialización.
Leer este tipo de artículos hasta el final para constatar que en Europa no se va a vender por no poseer mecánica híbrida me chirría bastante. No me refiero a la publicación, sino a todos lo políticos de la UE, sinceramente no sé que pretenden mientras todos los demás países disfrutan de vehículos con otro tipo de prestaciones. Después se quejarán de las ventas, Por cierto, no lo sé, pero creo que contamina bastante más nuestro parque automovilístico totalmente envejecido que los nuevos vehículos a pesar de carecer de hibridación.