Tesla: ¿Cómo son sus tiendas?

En nuestra visita al Salón de Ginebra nos encontramos de forma casual con el concesionario Tesla de la ciudad suiza así que decidimos aprovechar para descubrir cómo es la experiencia de compra de un Model S. El año pasado tuve la oportunidad de conducir un Model S P85+ en Madrid y aquí puedes leer la prueba.

Antes de nada merece la pena destacar que a diferencia del resto de marcas, las tiendas Tesla pertenecen directamente a la marca. No son concesionarios en manos de empresas privadas que compran coches a las importadoras como sucede habitualmente en el mundo del automóvil. Aquí es la propia marca quien abre las tiendas, quien contrata a los empleados y quien se encarga de la logística de la distribución de sus automóviles en todo el mundo.

Una vez en el interior nos atendió muy amablemente Andrew Hirschy quien nos mostró cual es el protocolo habitual de compra de un Model S. Para empezar en la zona de exposición tienen un mínimo de 2 coches pero en función del ritmo de entregas pueden llegar a contar con hasta 5 unidades.

Merece la pena destacar el modelo de exhibición en el que puedes ver un chasis de Model S al desnudo. Con ello te haces una idea de cómo está hecho este revolucionario sedán. El motor está ubicado entre las ruedas traseras y el paquete de baterías se encuentra bajo el piso del habitáculo.

Además de poder subir a un par de Model S y comprobar las funcionalidades de su mega-pantalla táctil y su habitabilidad también pudimos ver cómo se lleva a cabo el proceso de configuración.

Los clientes de Tesla pueden configurar su coche online y encargarlo directamente. No obstante, son mayoría los que prefieren ir en persona hasta la tienda para ver el coche en vivo y configurarlo allí. Para ello cuenta con una sección bautizada como Desing Studio en la que hay muestras de tapizados, inserciones del interior y colores de la carrocería. Todo ello permite comprobar de una forma más visual si cabe como podría ser el resultado final.

Junto a estas muestras hay una pantalla táctil de gran formato en la que los clientes pueden seleccionar colores, acabados, tapizados y demás para ver de forma virtual cuál sería el resultado de su configuración específica. Tal y como pude comprobar la pantalla funciona a gran velocidad y es muy sencilla de manipular.

Lo que más me llamó la atención fue la amplia oferta de merchandising de la marca, desde un body para bebé hasta una chaqueta pasando por gorras, tazas de café y demás. Se hace extraño ver productos de este tipo en una marca sin tradición y con una corta historia detrás.

En las calles de Ginebra durante los días que estuvimos en el Salón de Ginebra vimos unos 6 Tesla Model S circulando por la calle. Curiosamente cuando aparcamos en el parking más cercano al concesionario nos encontramos con un Fisker Karma recargando sus baterías en la plaza reservada para vehículos eléctricos.

Fisker mantuvo un duro pulso con Tesla que terminó perdiendo en 2012 cuando la firma fundada por Henrik Fisker detuvo la producción. Tras declarse en quiebra en 2013, un año más tarde la firma china especializada en componentes para la industria automovilística Wanxiang Group la compró para refundarla como New Fisker.

Cualquier particular desde cualquier rincón del planeta puede comprar un Model S a través de la página web de la marca. Sin ir más lejos el procedimiento que hacen en las tiendas de Tesla es prácticamente idéntico al anterior. Aquí la diferencia radica en que los trámites de matriculación y entrega los llevará a cabo la propia tienda.

En el caso de España si alguien encarga un Tesla tiene la opción de recogerlo en el centro logístico de Holanda donde llegan los coches en barco desde Estados Unidos o en la tienda más próxima, en este caso Marsella.

También existe la posibilidad de recibirlo en casa, como el que recibe un paquete de Amazon, aquí el particular deberá asumir un coste adicional por el envío así como llevar a cabo los trámites de matriculación por su cuenta.

Dado que en nuestro país no existe ninguna tienda, ni ningún importador (Tesla no tiene importadores), cada unidad de Model S que llega debe pasar la ITV antes de poder ser matriculado. Los coches suelen llegar al puerto de Bilbao procedentes de Holanda y acostumbran a tener que pasar la ITV en una estación designada por el Ministerio de Industria que está en Valladolid. Vemos pues que la experiencia de compra en España no es tan cómoda y plácida como puede ser el caso de Suiza, es algo más traumática.