Gama Volkswagen R y Jarama, diversión asegurada
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Gama Volkswagen R y Jarama, diversión asegurada

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El camino hacia la sostenibilidad de Volkswagen no está reñido con el respeto a una tradición prestacional, viva desde el lanzamiento del primer Golf GTI en 1975. Hoy en día cuentan con la gama R, heredera de esa esencia, más completa de su historia. Está el icónico Golf R, con 320 CV en esta octava generación, pero también el T-Roc R (300 CV), Tiguan R (320 CV), Arteon (320 CV) y el grandullón de la familia: el Volkswagen Touareg R con propulsión híbrida enchufable de 426 CV y 47 kilómetros de autonomía eléctrica. Los ponemos, a todos, a prueba en el circuito del Jarama y estas son las conclusiones.

Jornadas como la que os detallaré a continuación son pura gasolina para los amantes de los coches. Todo apunta a que viviremos años de incertidumbre, sin saber muy bien cuál es nuestra patria y cómo debemos sentirnos por amar las experiencias al volante. Pronto conseguiremos adaptarnos al camino marcado, que tiene a la electrificación como punta de lanza y las emisiones como enemigo a batir.

Desarrollar coches eficientes y reducir la contaminación es el objetivo principal de cualquier fabricante a día de hoy, reto que todos compartimos por el bien de nuestro planeta. Sin embargo, crear afición sale de las entrañas, y eso Volkswagen lo sabe. Lejos quedan los años en los que un motor compacto 1.6 de 115 CV dotaba al Volkswagen GTI de un carácter único, pero el espíritu sigue ahí.

Han pasado los años y el capítulo R tomó el relevo de los GTI con la cuarta generación del Golf. Ese primer R32, ideado por el departamento de Volkswagen Motorsport, ha sido la semilla de otros mitos como el Passat R36, el Touareg R50 o el unicornio Golf R Cabrio de sexta generación. Una filosofía que bebe de los ríos del motorsport y la experiencia de Volkswagen en el WRC, con el imbatible Polo R WRC vencedor con Sébastien Ogier, o victorias como las del Touareg de Carlos Sainz en el Dakar de 2010.

Y estos antecedentes solo tienen un motivo de ser, entender el porqué estamos ante la firme apuesta de Volkswagen por su familia R. Una gama que ahora cuenta con la incorporación del ID.R, en una clara declaración de intenciones sobre la compatibilidad de la eficiencia y las prestaciones. Este coche de carreras 100% eléctrico ha sido el encargado de batir el récord absoluto de la subida a Pikes Peak, con un tiempo de 7:53, y fulminar al resto de eléctricos en Nürburgring, al completar el trazado en 6 minutos y 5 segundos.

La gama más completa

En resumen, todavía quedan emociones por vivir dentro de Volkswagen. Lo haremos con la gama R más completa de su historia, con siete modelos que comparten corazón pero no vocación. La ligera caligrafía que identifica a las variantes más prestacionales de la firma alemana estará presente en los siguientes portones: Golf R, Golf R Variant, Arteon R, Arteon Shooting Brake R, T-Roc R, Tiguan R y Touareg R, este último con tecnología PHEV.

Todos ellos comparten el bloque turboalimentado 2.0 TSI con potencias que van desde los 300 CV y 400 Nm de par máximo (T-Roc R) hasta los 320 CV y 420 Nm del resto de modelos. También vemos repetido el esquema de la transmisión automática DSG de 7 velocidades y la tracción total 4MOTION, con alguna que otra diferenciación en los más nuevos como el Golf R.

El Touareg R, en cambio, estrena un sistema híbrido enchufable que lo convierte en el más prestacional de la gama, con 462 CV de potencia conjunta y 700 Nm de par máximo. Para alcanzar dichas cifras recurre a un bloque V6 TSI de 340 CV junto a un motor eléctrico de 136 CV, que es capaz de funcionar hasta los 140 km/h y circular hasta 47 kilómetros en modo cero emisiones (ciclo WLTP). En este caso, el Touareg PHEV recurre a un cambio automático Triptronic de ocho velocidades, tal como te explicamos en este artículo

Antes de pasar a detallaros las sensaciones al volante de cada uno de los modelos R, hagamos un repaso por las características estéticas que les identifican. Ser un R es sinónimo de refinamiento deportivo, del menos es más. No estamos ante un hothatch de diseño radical y su pureza reside en la simplicidad, solo los aficionados saben que llevas bajo el capó y esa es la gracia. Esa y que vamos a tener que desembolsar, mínimo, 53.565 € por un Golf R, lo que le sitúa en precio intermedio frente a sus rivales como Cupra León, Audi RS3 o Mercedes-AMG A35. Si te interesa este tipo de compactos puedes ver el vídeo comparativo realizado en Calafat.

A la espera que llegue el Golf Variante en los próximos meses, el resto de hermanos R tienen detalles específicos como los frenos R-Performance, de mayor tamaño, mordiente y ligereza. Nos los encontramos a través de unas llantas que van desde las 18 a las 22 pulgadas (en función modelo) y también comparten el color Lápiz Blue, exclusivo de estas variantes. Las parrillas negras y con lamas cromadas también son un detalle diferenciador, del mismo modo que los paragolpes con entradas de aire más contundentes, spoiler inferior de competición y la opción de los escapes Akrapovic para el T-Roc R, Tiguan R y Golf R.

La personalización es mucho mayor en el exterior, pero el diseño es algo subjetivo y a la vista, así que nos centraremos en los aspectos principales. Unas especificaciones que también implican al habitáculo de estos R, con los asientos deportivos tipo bucket de sujeción correcta pero no muy radical. Estos modelos, como tope de gama que son, llegan con lo último en pantallas, conectividad y materiales, como el cuero Nappa-Carbon o Cuero Puglia.

Nos vamos a pista

Tener a toda la gama R a tu disposición puede nublarte la razón. Por ese motivo nos centraremos en los más nuevos y relevantes: Volkswagen Golf R, Touareg R y Arteon R. Del Volkswagen T-Roc R tienes una prueba en vídeo en el mítico Col de Turini, así que poco más puedo aportar. En este enlace encontrarás todo lo relacionado con el Volkswagen Tiguan R, uno de los más equilibrados, vendibles y competidor directo del Cupra Formentor VZ5.

Mis primeras vueltas de la jornada tuvieron lugar tras el volante del nuevo Volkswagen Golf R, un coche que se “aburguesa” con cada generación, ya sea para bien o para mal. Estamos ante el Golf R más potente desarrollado por Volkswagen, con 320 CV de potencia, una aceleración 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y una velocidad máxima de 250 km/h limitada electrónicamente. Si optamos por el paquete R-Performance podremos alcanzar los 270 km/h que, como supondréis, en vías españolas es más bien inútil.

Lo que sí es realmente interesante de este pack es la incorporación de dos modos de conducción extras al selector: Special y Drift. El primer de ellos es un perfil específico para correr en Nürburgring así que los parámetros están condicionados por el Infierno Verde. Lo mejor de este modo es la posibilidad de controlar el cambio automático de forma completamente manual, llegando al corte y cediendo todo el poder al conductor. ¡Excelente!

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El modo Drift lo pudimos probar en una prueba dinámica específica y su propio nombre indica el sentido. Este programa activa el modo ESC Sport y transmite cerca del 80% del par a las ruedas traseras, de modo que podemos acercarnos a esas sensaciones de sobreviraje sin llegar a ser las de un M. Algo para lo que es esencial el R-Performance Torque Vectoring, que es una evolución del sistema 4MOTION.

Todos los R son tracción total y recurren a un embrague multidisco para repartir la fuerza motriz entre el eje delantero y trasero en función de la adherencia. Con el R-Performance Torque Vectoring el Golf R va un paso más allá, distribuyendo también el par a la rueda trasera que más lo necesite mediante un autoblocante de tipo vectorial. Por ejemplo, en una curva enviará el empuje a la rueda exterior, reduciendo el subviraje y creando un radio de giro más contundente o “sobre raíles”. Algo para lo que es clave la dirección, firme y noble, del Golf R, que transmite exactamente lo que quieres a las ruedas gracias a su sistema progresivo.

El resto de modos de conducción son el Comfort, Sport, Race e Individual. Como comprenderéis el primero y último ni los consideré. Entre el Sport y el Race las diferencias residen en la intromisión de los controles, sin llegar a desactivarse en ningún momento pero también en el sonido del escape, la reacción del DSG, la dureza de las suspensiones adaptativas, la dirección y el reparto de par a las ruedas. Si quieres más libertad de movimientos, el Golf R te permite adaptar el ESP (sistema electrónico de estabilidad) en dos etapas: ESC Sport (Drift) y ESC off, recomendable solo para experimentados en circuito.

Mucho se habla de las prestaciones de estos vehículos, que aumentan y aumentan sin parar. Sin embargo, me gusta pararme a considerar cómo frenar esas inercias que surgen de cargar caballos bajo el capó. Para ello, el Volkswagen Golf cuenta con discos de 357 x 34 milímetros con discos de púas y cámara de disco de aluminio. Además, tiene un sensor que dosifica el mordiente en función de la presión que des al freno, de manera que parece que el coche entienda la situación que te encuentras y las necesidades que tienes a cada momento. Me ha gustado, más incluso que el motor.

Touareg R es Hulk

Trasladar la esencia R del Golf a modelos de gran tamaño como el Arteon o Touareg es todo un desafío. El segundo en mi lista fue el SUV de gran tamaño de Volkswagen, el único que recurre a la tecnología híbrida enchufable para alcanzar la cuota de prestaciones y sensaciones dignas del emblema R. Algo que sientes al dar el primer pisotón en la salida de curva. Sus datos no son nada desdeñables, con una aceleración 0 a 100 km/h en 5,1 segundos, motivo más que suficiente para sentir curiosidad. ¿Cómo se comporta en circuito?

No vamos a poner al Touareg eHybrid R como un modelo racing, porque su condición física no se lo permite. Hablamos de un peso pesado de 2.465 kilogramos, con una batería de iones de litio de 14,3 kWh que le permite recorrer hasta 47 kilómetros en modo 100% eléctrico y lucir la pegatina cero de la DGT. En este tipo de conducción (E-Mode) alcanzará los 135 km/h con el motor eléctrico de 136 CV, momento en el que entrará en juego el bloque térmico 3.0 V6 de 340 CV (Híbrido). A partir de ahí puede llegar a los 250 km/h autolimitados.

Para este modelo Volkswagen opta por un convertidor de par de 8 velocidades, más adecuado tanto por sus ávidas reacciones como por la marcha más larga y eficiente. También es un 4MOTION con un diferencial central autoblocante (Torsen) capaz de jugar con repartos del 70/30 al 20/80. Eso sí, en un circuito como Jarama la faena se acumula y las inercias son imposibles de evitar. Es necesario andarse con ojo y anticipar mejor la frenada, más aún si vienes de un compacto GTI como el Golf, pero las cosas empiezan a gustarte enseguida.

Pronto entiendes que vas a una velocidad considerable, tomando las curvas con una facilidad pasmosa y saliendo de ellas con el pie a tabla, como si de un Polo GTI se tratara. No batirás ningún récord en pista, tampoco está pensado para ello, pero es de los SUV’s más divertidos, emocionales y sinceros que puedes encontrar en el mercado. Todo ello con un maletero de 610 litros, 200 litros menos que los térmicos, y el equipamiento digno del buque insignia de la firma. Eso sí, a un precio de partida de 93.195 euros.

El refinado Arteon

Tengo una debilidad clara por el Volkswagen Arteon. Estéticamente me parece lo más bello, refinado y elegante que ha creado la firma alemana en los últimos años. Su precio lo ha relegado al olvido pero siguen confiando en él una hornada más, tal como te explicamos en la presentación de sus variantes híbridas enchufables. Ahora le toca el turno a las variantes R, tanto para la carrocería sedán como para el Shooting Brake.

Como el resto de modelos R, el Arteon incorpora la suspensión adaptativa DCC de serie, así como los modos de conducción Comfort, Sport, Individual y Race. En este último, el tren de rodaje deportivo, junto al bloque electrónico del diferencial delantero, hacen que el paso por curva sea cosa de niños. Este tren específico rebaja la carrocería unos 20 milímetros, detalle que se deja sentir y aporta más control sobre la trazada.

La sinceridad de la dirección me ha sorprendido, así como la reacción viva de un motor de 320 CV y 420 Nm de par máximo. Parece que lleves más caballos bajo el capó, algo que no sucede de manera tan palpable en el Golf o en el Tiguan. Cierto es que las carrocerías SUV tienden a las inercias y balanceos, algo que con este Arteon desaparece casi por completo, comportándose de manera estable y asentada en todo momento. Tiene un precio de partida de 66.720 € en el configurador de Volkswagen, precio que ascenderá rápidamente a costa de nuestra felicidad y personalización.

Esta seguridad en el trazado se debe, en gran parte, al R-Performance Torque-Vectoring, del que os he hablado con el Golf R. Tampoco se queda atrás el sistema de frenos de 18 pulgadas con discos de 357 x 34 mm delante y disco de 17 pulgadas con disco de 310 x 22 mm atrás. Zapatas más que necesarias para un sedán o familiar que acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos, alcanzando los 250 km/h limitado electrónico pero con la misma opción de los 270 km/h.

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