Comprar coche eléctrico o enchufable. Claves del Plan Moves

En el año 2021 las emisiones medias de dióxido de carbono (CO2) de los fabricantes de automóviles en la Unión Europea no podrán superar los 95 gramos por kilómetros y para 2030 tendrán que reducirlas en un 37,5% para los turismos y en el 31% para las furgonetas.

Objetivos ambiciosos teniendo en cuenta que 2018 cerró con unas emisiones medias de 117 gramos por kilómetro en España y que, a nivel europeo, por primera vez, se anunció un incremento de las emisiones de CO2 por primera vez en diez años en 2017, terminando en 118,1 gr/km. Los motivos los podemos encontrar en una mayor demanda de vehículos gasolina y también de SUV, con más emisiones.

Para conseguir estos objetivos los fabricantes no tienen más remedio que electrificar sus gamas. Pero no solo es suficiente con fabricar coches eléctricos, estos deben de llegar a las carreteras, a los usuarios. ¿El problema? No son coches especialmente baratos y no hay suficientes puntos de carga.

Por eso desde el sector del automóvil -fabricantes, vendedores y concesionarios-, insisten desde hace tiempo en la necesidad de un plan de incentivos que fomente la renovación de un parque de vehículos que ya alcanza una media de 12,5 años, un parque viejo, con menor equipamiento en seguridad y más contaminante. El mayor problema está, sobre todo, en el 31,7% de los vehículos que superan los 15 años.

El último gran programa de ayudas a la compra, el Plan PIVE, terminó en 2016 tras cuatro años de funcionamiento, ocho ediciones, 1.115 millones invertidos, 1.185.000 vehículos achatarrados y una reducción de las emisiones de CO2 entre un 20% y 35% por vehículo. Se le llamó Programa de Incentivo al Vehículo Eficiente (PIVE).

Desde entonces el Gobierno ha puesto el foco en apoyar la compra de vehículos únicamente propulsados por energías alternativas, aunque sin demasiado entusiasmo. De hecho, solo podemos hablar del Plan Movea (Plan de Impulso a la Movilidad de Vehículos de Energías Alternativas) en junio de 2017, con una aportación de 14,26 millones de euros que se agotaron en una semana, y ahora del Plan Moves (Programa de Incentivos para la Movilidad Eficiente y Sostenible) dotado de 45 millones de euros.

"Se necesitarían ayudas de 150 millones de euros durante dos años": Anfac

“El presupuesto destinado vuelve a ser insuficiente. Además, echamos de menos que forme parte de un plan integral que contemple objetivos realistas, medibles y que lleve aparejado, como medida urgente, el achatarramiento de los coches más antiguos”, advierte Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción. Según la patronal, la edad media del parque seguirá creciendo hasta situarse en los 13,7 años en 2025 si no se toman medidas contundentes.

El Plan Moves sólo ofrece ayudas a turismos, todoterrenos (categoría M1) y furgonetas ligeras (categoría N1) con máximo 9 plazas siempre que sean eléctricos puros (EV/BEV), de autonomía extendida (REEV), híbridos enchufables (PHEV) y de hidrógeno (FCV/FCHV). En el caso de las motos, deben estar propulsados sólo por motores eléctricos, incluidos los cuadriciclos ligeros y pesados y motocicletas con velocidad superior a 45 km/h. Las ayudas para vehículos propulsados por gas quedan reservadas únicamente a los camiones y furgones.

Vehículos eléctricos a la venta (EV): Citroën C-Zero, Smart EQ fortwo (berlina y cabrio) y EQ forfour, Citroën e-Mehari, Kia e-Niro, Peugeot iOn, Mitsubishi i-Miev, Nissan Leaf, Hyundai Ioniq EV, Hyundai Kona EV, Volkswagen e-Golf, BMW i3, BMW i8 Coupé y Roaster, Nissan e-NV200 Evalia, Tesla Model 3, Tesla Model S, Tesla Model X, Jaguar i-Pace, Audi e-tron, Renault Kangoo, Citroën Berlingo y Peugeot Partner.

Vehículos híbridos enchufables (PHEV) a la venta: Hyundai Ioniq, Kia Niro, Mitsubishi Outlander, BMW 225 xe Active Tourer, Mini Countryman, Kia Optima y Optima Stationwagon, Volvo S60, Volvo V60, Volvo XC60, Volvo V90, Volvo S90, Volvo XC90, BMW 530e, Mercedes-Benz E 300e (berlina y Estate), Mercedes-Benz S 560, Land Rover Range Rover, Porsche Cayenne, Porsche Panamera y BMW 740e.

Vehículos de hidrógeno a la venta: Hyundai Nexo.

Si estás pensando en comprarte un coche tipo turismo o todoterreno o una furgoneta ligera, te beneficiarás de las siguientes ayudas:

Turismos o todoterrenos (M1):

-- Si son de hidrógeno: 5.500 euros

-- Si son eléctricos o enchufables: 5.500 euros con una autonomía eléctrica igual o mayor a 72 km; 2.600 euros si la autonomía es igual o superior a 32 km y menor a 72 km; 1.600 euros si la autonomía es igual o supera los 12 km y es inferior a 32 km.

-- Las ayudas se incrementan en 750 euros si la persona tiene alguna discapacidad y en 500 euros si son familias numerosas o el vehículo tiene más de 5 plazas.

-- En el caso de los eléctricos o enchufables, el coche a comprar no puede superar los 40.000 euros antes de impuestos (45.000 euros si se trata de personas con movilidad reducida o familias numerosas).

Furgonetas ligeras (N1):

-- Si son de hidrógeno, eléctricos puros, autonomía extendida o híbridos enchufables: 6.000 euros siempre que la autonomía sea igual o superior a los 32 km.

-- La ayuda se incrementa en 750 euros para profesionales autónomos con discapacidad o cuando o se trata de un vehículo adaptado.

A estas ayudas hay que añadir 1.000 euros de descuento en la factura que procederán de los propios fabricantes, importadores o puntos de venta.

Como requisito, será obligatorio achatarrar un coche tipo turismo o todoterreno con una antigüedad superior a los 10 años o una furgoneta ligera con más de 7 años. Además, el vehículo a achatarrar debe estar registrado con una titularidad mínima de 12 meses de su último destinatario y debe tener la ITV en vigor al menos durante 2018.

Y tampoco hay que olvidar que el comprador que se beneficie de estas ayudas (excepto los 1.000 euros que recibe del concesionario) tendrá que declararlas en su declaración de la renta como ganancia en su patrimonio.

El Plan Moves también exige a las CCAA reservar una parte del presupuesto para ayudar a instalar un punto de carga a los usuarios particulares, comunidades de propietarios y a entidades públicas sin actividad comercial o mercantil. La ayuda, en este caso, será el 40% del coste subvencionable. Si la ayuda la solicitan empresas privadas, el porcentaje se reduce al 30%, siempre con un límite de 100.000 euros.

El presupuesto del Plan Moves incluye ayudas para implantar sistemas de préstamos de bicicletas eléctricas, Planes de Transporte a los Centros de Trabajo y proyectos singulares de movilidad sostenible en ciudades Patrimonio de la Humanidad, municipios con alta contaminación o ubicados en islas y a iniciativas de innovación en electromovilidad.

Las ayudas del Gobierno a la compra de vehículos eléctricos y a la instalación de puntos de carga van destinadas a personas físicas, profesionales autónomos, comunidades de propietarios, empresas privadas, entidades locales y entidades públicas.

Cada Comunidad Autónoma tiene un plazo de dos meses, desde su entrada en vigor el 17 de febrero, para ponerlo en marcha o hacer pública la convocatoria, algo que de momento solo ha ocurrido en el País Vasco. En breve, el resto de CCAA deberá anunciar sus convocatorias.

Las ayudas se podrán solicitar hasta el 31 de diciembre de 2019 o hasta que se agote el presupuesto, algo que podría ocurrir en poco tiempo según la experiencia del plan Movea y debido al poco presupuesto otorgado.

Poco tiene que ver esta ‘pequeña ayuda a la compra’ con los incentivos que se contemplan en el Plan Estratégico de Apoyo Integral al Sector de Automoción 2019-2025, presentado por el Gobierno el pasado mes de marzo: se estima que el impacto presupuestario de 515 millones de euros para los dos primeros años 2019-2020 y 2.634 millones para el conjunto del periodo 2019-2025.

Con este presupuesto el Gobierno quiere apoyar “una mayor penetración de vehículos de cero y bajas emisiones, a través de medidas de estímulo de la demanda de estos vehículos, nuevos planes de achatarramiento y facilitar la implantación de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos para garantizar una cobertura adecuada”, según establece el Plan. Adicionalmente, fomentarán que las nuevas tecnologías y la innovación aplicadas al automóvil lleguen al conjunto de los ciudadanos y que el automóvil del siglo XXI sea asequible para todos.

También anuncia que será imprescindible una adaptación ordenada de la oferta y demanda de automóviles hacia modelos más sostenibles con medidas que faciliten esa transición y preserven la neutralidad tecnológica. Y en esta neutralidad tecnológica está la clave que viene demandando el sector desde que se empezara a demonizar el diésel, ya que este combustible emite menos CO2 que la gasolina y, gracias a las nuevas tecnologías, los nuevos modelos apenas emiten NOx.

Este Plan Estratégico, a la espera de lo que ocurra tras las elecciones de abril, se ha desarrollado en torno a cinco ejes: poner en marcha una mesa de movilidad sostenible y conectada; revisar la fiscalidad asociada al sector automóvil más enfocada al uso; impulsar inversiones en I+D+I y en producción de modelos más sostenibles; un mayor apoyo a la introducción de vehículos de cero y bajas emisiones; y en reforzar la formación profesional y el vínculo de la empresa con la universidad.

“El plan de renovación tendría que estar suficientemente dotado, basarse en la neutralidad tecnológica e ir acompañado de un plan específico de expansión del vehículo eléctrico y de un cambio en la fiscalidad del automóvil. La apuesta por la movilidad eléctrica tiene que ser más decidida y no testimonial. La movilidad eléctrica (y autónoma en el futuro) tiene que tener una estrategia como país para atraer inversiones productivas. No podemos perder este tren”, opina Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, patronal de los concesionarios.

“El presupuesto destinado a incentivos vuelve a ser insuficiente": Faconauto

“Desde ANFAC consideramos que un plan de ayudas necesita de mayor dotación para un verdadero impulso a los vehículos alternativos a largo plazo en nuestro país y para no generar distorsiones en el mercado. Según nuestras estimaciones, se necesitarían ayudas de 150 millones de euros durante dos años para el fomento de este tipo de vehículos. En cuanto a su funcionamiento, creemos que sería más efectivo poner en marcha estos fondos mediante un sistema accesible, sencillo y entendible para todos, por ejemplo, a través de los concesionarios”, nos explica Mario Armero, vicepresidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).

“El Plan Moves no es suficiente. Por supuesto que se deben incluir todos los tipos de tecnologías existentes en el mercado, ya que los motores de combustión actuales son tecnologías modernas y eficientes, que contribuyen positivamente al objetivo de reducción de emisiones. Y debería ser prolongado en el tiempo, para que sea un plan estructural y no coyuntural, incluyendo un Plan de Achatarramiento que certifique la retirada de los vehículos más antiguos y contaminantes de la circulación. Además, el plan de incentivos debería ser también más amplio, en el que se incluyan vehículos de ocasión jóvenes, de hasta 5 años de antigüedad, y accesible para las diferentes rentas familiares”, solicita Lorenzo Ganvam de la Peña, presidente de Ganvam, la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos, Reparación y Recambios.

Las ventas de vehículos propulsados por energías alternativas están aumentando en España mes a mes, pero no acaban de tener el impulso necesario, sobre todo, por la falta de ayudas y de apoyo por parte del Gobierno. Si la cuota de participación en el mercado fue del 0,45% de los eléctricos en 2018, ésta ya ha aumentado al 1,06% en marzo.

En el primer trimestre de 2019 se han matriculado 2.759 turismos eléctricos puros, lo que supone un aumento del 133%, con respecto al mismo período de 2018, mientras que los híbridos enchufables crecieron un 68,8% con 1.721 unidades, según datos de Ganvan y Aedive.

Por último, comentar, que hay Comunidades Autónomas que están trabajando más intensamente en la renovación del parque automovilístico y en el desarrollo de puntos de recarga eléctricos y ya cuentan con planes específicos, independientes de los que llegan desde la administración central. A destacar el Plan Renove del País Vasco, que incluye ayudas también para coches diésel y gasolina, el Plan Mus de la Comunidad de Madrid, el de Andalucía o el de Castilla-La Mancha.