Kia Niro Plug-in Hybrid: Buena alternativa

El Kia Niro Plug-In Hybrid es uno de los híbridos enchufables más asequibles del mercado. Probamos una versión plenamente equipada, para comprobar su funcionalidad en el día a día y si su economìa de uso diario es tan competitiva como parece.

Ahora que los motores diésel parecen estar criminalizados por la sociedad, injustamente en mi opinión, es el momento idóneo para reivindicar las bondades de otro tipo de propulsión más “ecológica”: la propulsión híbrida y más concretamente, la híbrida enchufable.

Estos vehículos permiten circular con la energía de su batería durante un número de kilómetros suficiente para realizar cortos desplazamientos a diario como si de un vehículo eléctrico se tratase, y a la vez, no renuncian a las aptitudes como vehículo familiar o para largos desplazamientos de un coche convencional, ya que pueden funcionar con el motor térmico exclusivamente si se quiere.

El mejor ejemplo de híbrido enchufable lo encontramos en el Kia Niro Plug-in Hybrid, que es capaz de circular durante 58 kilómetros en modo eléctrico, con la energía acumulada en la batería, gastando cero combustible y emitiendo cero partículas a la atmósfera. Y si queremos ir con él a la otra punta de la península, podemos recorrer hasta 900 kilómetros con un depósito de combustible gracias a su propulsor de gasolina GDI de inyección directa, cuatro cilindros y 1.6 litros.

Por lo tanto, el Kia Niro Plug-in Hybrid ofrece lo mejor de la conducción eléctrica y lo mejor de un turismo convencional, o más bien un crossover en este caso, en un mismo vehículo.

Estas son las cifras oficiales. Pero, ¿es realmente así?. Para comprobarlo, tuve en mis manos un Kia Niro Plug-in Hybrid durante una semana, que utilicé para ir y volver del trabajo, hacer la sesión de fotos y desplazarme con la familia el fin de semana a la playa.

Kia declara para este coche un consumo medio oficial de 1,3 l/100 km. Es una cifra que tiene truco, ya que de esos 100 kilómetros, casi la mitad se han recorrido con la energía de la batería, y por lo tanto, resulta fácil bajar la media. Pero no cabe duda de que demuestra que este híbrido enchufable puede resultar muy económico en el uso diario, tirando de la energía eléctrica. Kia afirma que con el Niro Hybrid Plug-in puedes hacer hasta 58 kilómetros en modo EV; y os confirmo que es una cifra muy realista. De hecho, logré llegar a hacer 51 kilómetros con la energía de las baterías, un resultado muy cercano al teórico.

Esta autonomía eléctrica es muy interesante para poder ir y volver del trabajo a diario sin necesidad de repostar gasolina en toda la semana, siempre que cuando llegues a casa enchufes el coche a la red eléctrica, está claro. Necesitas una mínima infraestructura en tu propia casa o en el aparcamiento comunitario.

El Niro recarga su batería, que es de litio-polímero con 8,9 kWh, en 2 horas y 15 minutos en un cargador de 3,3 kW con conector Menekkes, y en 5 horas en un enchufe doméstico de 2 kW y 240 V, según datos facilitados por la marca.

Para ello dispone de una toma de corriente en la aleta delantera izquierda, fácilmente accesible y poco visible estéticamente. De hecho, este es un plug-in hybrid con un diseño muy discreto. Su tecnología “eléctrica” pasa desapercibida para la mayor parte del público. Su imagen transmite su carácter funcional y a la vez versátil, características propias de un crossover.

Esta imagen todocamino se consigue con unos voladizos cortos, una línea de hombros ligeramente ascendente, anchos pasos de rueda y unos grupos ópticos delanteros y traseros en posición elevada. El Kia Niro no tiene una carrocería que haga desviar miradas, está claro, y tampoco ofrece una imagen de crossover deportivo, excepto el pequeño spoiler trasero. Tiene un diseño pensado para gustar a una mayoría de personas, quizás no demasiado exigentes en este sentido. Y es que, desde mi punto de vista, no apasiona estéticamente. Aunque esto es una simple opinión personal. Ya sabéis, para gustos, colores.

Es un coche bastante compacto, aunque su imagen externa haga parecer lo contrario. Mide 4,35 m. de largo, 1,80 de alto y 1,53 de ancho. Es más pequeño que un Kia Sportage y un poco más grande que un Kia Cee’d de 5 puertas.

Si en algo destaca es en el buen aprovechamiento del espacio interior. En las plazas delanteras se nota una buena sensación de amplitud, de la misma manera que en las plazas traseras encontramos una buena distancia entre filas y altura al techo. No ocurre lo mismo con la altura de la banqueta, algo justa, que obliga a llevar las piernas algo más dobladas de lo normal.

El maletero ofrece 324 litros, 86 litros menos que un Kia Niro Hybrid, debido a que su batería es más grande y se coloca entre el piso del maletero y el piso de la banqueta trasera. 324 litros es una capacidad en teoría justa (un Kia Cee’d ofrece 395 litros con un tamaño inferior), pero en realidad resulta bastante aprovechable debido a sus cuadradas formas. Como muchos otros híbridos, en este maletero hay poco altura al techo, y no resta tanto en longitud y anchura. También ofrece un plano de carga bastante bajo, por lo que introducir bultos no es un suplicio; y cuenta con ganchos para sujetar la carga, un buen detalle.

Una vez te sientas al volante, encuentras un salpicadero bastante convencional, quizás poco arriesgado, pero qué duda cabe que bien conseguido desde el punto de vista funcional y ergonómico. Da una imagen fresca y moderna, gracias a la presencia de dos pantalla digitales: las típicas central para el sistema de información y entretenimiento y la TFT entre relojes, que informa de los principales datos de la conducción.

Los relojes son analógicos, y se ven perfectamente, aunque la información que ofrecen es algo diferente, al tratarse de un vehículo híbrido. El reloj de la derecha es un clásico velocímetro, pero el de la izquierda es un indicador de reparto de potencia, que nos informa si estamos recuperando energía, funcionando con el apoyo de la electricidad o por el contrario, con la energía del motor térmico. Sirve para controlar en todo momento el tipo de conducción que practicamos, si resulta suficientemente “ecológica” o no. En definitiva, vemos en tiempo real si ahorramos o no combustible mientras circulamos.

La información digital se sitúa en el salpicadero en un mismo plano horizontal, y por debajo de ella encontramos un grupo de botones de acceso directo a los menús de la pantalla, muy prácticos, además de los habituales mandos del climatizador. En este interior se utiliza cuero para el volante, el pomo de la palanca de cambios, las abrazaderas de las puertas, la guantera central y la tapicería de los asientos, allí donde tocamos con nuestro cuerpo. Esto hace que el tacto de manejo del coche sea muy agradable, un detalle que los fabricantes coreanos parecen tener muy en cuenta.

Hay buenos detalles de acabado, como el grupo de pedales en aluminio, pero encuentro que se utiliza demasiado plástico en algunas zonas del salpicadero, especialmente en las más bajas, las que menos se perciben a primer golpe de vista. El equipamiento es uno de los puntos fuertes de este Kia, que ofrece, en su acabado superior, calefacción y refrigeración de los asientos delanteros, con el del conductor eléctrico y desplazable automáticamente para facilitar la entrada. También puede equipar cargador inalámbrico de Smartphone, pero desafortunadamente sigue confiando en un freno de estacionamiento de pie, ni tan sólo en uno de tipo mecánico convencional, y mucho menos eléctrico. Kia ha preferido montar un freno al estilo “norteamericano” que no tiene mucha razón de ser teniendo en cuenta los gustos europeos. Un detalle sin duda a corregir para la próxima generación de este híbrido.

El motor híbrido de este Kia se basa en un propulsor de gasolina de cuatro cilindros y 1 litro de cilindrada, que trabaja apoyado por un motor eléctrico de 60 CV, que recoge la energía de una batería de litio-polímero de 8,9 kWh.

La potencia conjunta es de 141 CV, más que suficiente para tratarse de un crossover de carácter familiar. La cifra de par máximo también es más que correcta: 264 Nm.

Este propulsor transmite par motriz a las ruedas delanteras, y se sirve de un cambio automático de seis velocidades y doble embrague, algo inusual en este tipo de vehículos. Eso sí, este cambio no funciona todo lo rápido que esperas para la tecnología que incorpora, ralentizando en ocasiones la respuesta del coche, especialmente las recuperaciones. En cualquier caso, siempre es mucho mejor que un cambio de tipo CVT o de variador continuo, la norma en el segmento.

El coche permite circular en modo EV (totalmente eléctrico) o híbrido (combina el motor térmico y el eléctrico, según interese). El Niro se conduce mucho mejor en modo totalmente eléctrico que en modo híbrido, ya que en este último se percibe más de lo deseado la transición entre un tipo de propulsión y otro. La respuesta del motor y la transmisión no es, en ocasiones, del todo progresiva, como sí encuentras con el modo EV activado, donde todo es suavidad, linealidad y respuesta inmediata al acelerador.

En carretera, el Kia Niro Plug-in Hybrid es un coche cómodo, que absorbe bien los defectos del asfalto, está bien insonorizado y por lo tanto, hace gala de un rodar suave. No es un coche para circular a ritmo deportivo, y menos con los neumáticos de tipo “ecológico” que montaba, unos Michelin Energy en medida 205/60 R16, más enfocados al ahorro de combustible que a las prestaciones puras.

Este Kia es un coche con una marcada tendencia subviradora si fuerzas la entrada en curva, aunque ésta puede hacerse con rapidez gracias al carácter bastante incisivo de la dirección. En definitiva, el Kia Niro Plug-in Hybrid es un crossover de carácter tranquilo, familiar, más rutero que ciudadano, aunque también se defienda muy bien en entornos urbanos por su compacidad y capacidad para circular en modo eléctrico.

Para circular por carretera, viene equipado con un grupo de sistemas de seguridad bastante completo: sistema de asistencia de frenada de emergencia, sistema de asistencia al mantenimiento de carril, ESS (activación de parpadeo de luces de freno en caso de parada de emergencia) o detector de fatiga, todo ello de serie. Si queremos el sistema de detección de ángulo muerto o la alerta de tráfico trasero, hay que pedir opcionalmente el Pack Luxury (2.250 euros) que incluye además tapicería en piel, asiento del conductor regulable eléctricamente con ajuste lumbar y con función de memoria, asientos delanteros y traseros calefactables, volante calefactable, asientos delanteros ventilados y panel de instrumentos tipo Supervision con pantalla TFT LCD de 7 pulgadas.

Una versión del Kia Niro Plug-in Hybrid tope de gama, con acabado Emotion como la que hemos tenido ocasión de probar, tiene un PVP de 38.135 euros. No obstante, la gama parte de los 34.485 euros del acabado Concept. Por lo tanto, este Kia se posiciona como uno de los híbridos enchufables más baratos del mercado, al nivel del Hyundai Ioniq, con el que comparte grupo propulsor, y cuyos precios de tarifa son similares.