Quién ha dicho miedo
Ante la fiebre desatada en el segmento de los todocamino de lujo, Mercedes irrumpe con fuerza con un modelo de alta costura y abruptas líneas dispuesto a hacerse con el trono de tan codiciado segmento. Su elaborada tracción y resolutiva mecánica unida a un sofisticado cambio permite no sólo viajar confortablemente en carretera sino también superar obstáculos fuera de ella.
Nacido fruto de la ferviente ola por el SUV que comenzara inteligentemente BMW con su X3, el GLK ha sido un gran acierto por parte de Mercedes gracias a un acertado planteamiento en este recreacional compacto de aspecto contundente, gran calidad de realización interior, buena plataforma en la que basar su dinamismo - propia de la Clase C - y un motor de altos vuelos como para codearse con lo más granado del segmento.
Diseño
Inspirado en sus hermanos mayores G y GL, el GLK destaca por su verticalidad de líneas plasmadas en la carrocería con cierta rotundidad creando con ello formas angulosas. De fábrica nuestro protagonista sale a escoger con dos paquetes bien diferenciados: el deportivo o el todoterreno denominado "Off road Pro", como era nuestro caso. Dicho pack implica variaciones no sólo en la carrocería sino también dentro del habitáculo. En lo concerniente a la carrocería cambian respecto al paquete "Sport" paragolpes, manetas de las puertas, barras en el techo de tonalidad negra, además de los cromados dispuestos en la parrilla del radiador de doble lama, los escapes rectangulares - de sección doble y asociados a las versiones más potentes - y el borde de carga. Todo ello se completa con unas llantas específicas de 17 pulgadas en medida 235/60 R17. Aunque para esta época de fuertes inclemencias meteorológicas hay disponible unos muy recomendables neumáticos de invierno al precio de 187 euros. Su escasa altura altura al suelo hace que convenga proteger los bajos con el paquete Off Road si vamos a realizar alguna que otra salida por campo. No obstante sus bajos se encuentran bastante bien carenados.
Habitabilidad
El acceso a su habitáculo no plantea mayores problemas, pues su altura semielevada del suelo y ángulo de apertura de las puertas habilitan nuestro acomodo, como para no tener que realizar ningún tipo de contorsionismo a la hora de adentrarnos al interior de este grande y luminoso vehículo. El acomodo interior está bastante bien resuelto, sobre todo en unas plazas delanteras, que aparte de recoger al cuerpo perfectamente ofrecen reglajes eléctricos de serie. Detrás, el voluminoso túnel central de nuestro protagonista condiciona el acomodo de un tercer pasajero en la plaza central. Amplio, limpio y ordenado en su instrumentación, el puesto de conducción no reviste mayores problemas para facilitar el acomodo. En este sentido también ayudan las múltiples regulaciones del asiento como las correspondientes en altura y profundidad del volante. Por lo demás y aunque la palanca del cambio nos quede un poco retrasada, la disposición de las levas en el volante soluciona dicho problema. Con 450 litros el GLK ofrece una aceptable capacidad de maletero, que puede llegar a rozar los 1.600 litros con los asientos abatidos. Además cuenta con un hueco bajo el suelo del mismo para albergar objetos de menos tamaño. También puede incorporar sistemas auxiliares, tales como portabicis, portaesquís o cofre. Todos ellos se sirven como elementos opcionales al igual que las barras del techo.
Mecánica
Mercedes recurre a su tope de gama diesel: un refinado 3.0 litros V6 de 224 caballos de potencia asociado a su sofisticada caja de cambios automática de última generación 7G Tronic de siete velocidades. Silencioso con ganas y de magnífica respuesta, su bajo régimen es francamente sensacional. De hecho su par máximo de 550 Nm entre las 1.600 y las 2.400 rpm nos da una idea de su contundente respuesta. El cambio 7 G-Tronic se acopla de maravilla a esta mecánica dotándola de un buen número de desarrollos y saltos más cortos entre los mismos. Dicho cambio permite que pueda ser seleccionado manualmente mediante una gestión secuencial de los desarrollos mediante las levas dispuesta en el volante. Mediante un mando dispuesto al lado de la palanca se activa el sistema "Agility Control", que es el encargado de regular la respuesta del motor, los frenos, la suspensión y la dirección, de tal manera que en modo Sport podemos circular con gran suavidad a velocidades bajas incrementándose el tacto de la dirección a medida que imprimimos una mayor velocidad.
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Comportamiento
Su magnífica plataforma - tomada de la Clase C - dispone de una elaborada suspensión y tracción total, que se ha llevado a cabo teniendo en cuenta el considerable peso del vehículo de dos toneladas y la altura de la carrocería. Tanto es así, que el GLK muestra amortiguadores de dureza variable en función del recorrido, que cuenta con una fase inicial más bien blanda, con el objetivo de filtrar en mayor medida las irregularidades del pavimento y una segunda, de mayor firmeza, que aporta un mayor aplomo en carretera.
Por otro lado, la tracción parte de un reparto del 45/55 por ciento a favor del tren trasero, que puede variar entre ejes y ruedas de cada eje en función de las necesidades. Gracias a la incorporación de dichos elementos, el GLK se muestra especialmente ágil en asfalto, con una pisada suave que transmite con firmeza al asfalto y un mayor desplazamiento longitudinal de su carrocería. Además, la buena precisión de guiado de su dirección le ayuda a redondear las curvas más rápidas transmitiendo en todo momento gran sensación de aplomo. No ocurre lo mismo cuando la carretera se retuerce en demasía, momento en el que la dirección se demultiplica más de lo necesario, aunque resulta fácil de llevar entre curvas. En esta circunstancia sale a relucir su carácter subvirador por el reparto de la tracción que beneficia en mayor medida al tren trasero. En cualquier caso, no plantea mayores preocupaciones dada la gran cantidad de ayudas electrónicas a la conducción, que se encargan de avisarnos cuándo la situación está llegando al límite y llegado el caso, trata de corregir nuestros errores al volante. Fuera del asfalto el GLK sorprende por su rendimiento, gracias al paquete "Off Road", que incorpora nuestra unidad de pruebas y que junto al control de descenso y al sistema selectivo de frenado de los neumáticos que pierden tracción, nos permite avanzar por zonas realmente difíciles y donde otros SUV de su categoría se tienen que parar. Además, su control de descenso cuenta con la ventaja de poder regular la velocidad de avance, algo idóneo a la hora de descender por pasos estrechos. Para ello basta pulsar el botón situado en la consola central, que se encarga de adaptar todos sus sistemas a una conducción todoterreno. Así varía el funcionamiento del cambio a un modo más suave, el acelerador se muestra menos sensible y el control de estabilidad adopta una función más permisiva. Todo ello se completa con el botón "DSR" - también situado en dicha consola -, que activa el control de descenso de pendientes.
Seguridad
Su equipamiento en seguridad cuenta con todo el arsenal tecnológico existente en la actualidad para hacer de este SUV un auténtico fortín: airbags frontales, laterales y de cabeza en las plazas delanteras, además del de rodilla para conductor y los reposacabezas activos. A los mencionados elementos se suman los airbags de cortina en todas las plazas. Tan sólo queda en material opcional los airbags laterales de las plazas traseras y el detector automático de silla infantil. Por otro lado, los cinturones de seguridad cuentan en todas las plazas con pretensores y limitadores activos, además del indicador de uso en todas las plazas. Tampoco faltan los sistemas de anclajes Isofix para las sillas infantiles.
Valoración final Su calidad general, sumada a la configuración del motor, cambio, tracción y suspensión colocan al GLK en lo más alto de la categoría de los SUV de lujo. Cierto que su precio es superior al resto de la competencia, pero es lo que la marca de la estrella considera que hay que pagar por la menor depreciación que tienen sus vehículos en el mercado, además de su gran demanda como coche de segunda mano.
Estoy muy contento con el, muy estable en carretera y sorprendente en todoterreno, maletero justito pero aprovechable con tantos huecos. Me gustaria me aconsejaran en como llevar el cambio "confor o sport" no encuentro mucha diferencia.