Del Andévalo al Atlántico
No es la primera vez (ni será la última), que en nuestros recorridos por todas las provincias de nuestra piel de toro, nos vayamos a descubrir belleza a las lindes de nuestra vecina Portugal, como ejemplo podéis ver las rutas que realizamos de Olivenza a Villanueva del Fresno y de Pereña a Luelmo.
En esta ocasión, descenderemos desde la inmemorial comarca del Andévalo hasta las tonificantes aguas del Océano Atlántico y las playas de fina arena que nos brinda Playa Canela, todo ello en la provincia de Huelva.
Esta vez, nuestro acompañante, como podéis ver en las fotos, ha sido un BMW X3, perfecto para bregar con los pocos ríos de arena que nos encontramos a lo largo de la ruta, única dificultad digna de mención que nos encontramos, gracias a sus anchos neumáticos y rapidez de respuesta del sistema de tracción.
Su altura libre se mostró suficiente para superar las crestas y pequeños obstáculos que salieron a nuestro paso, en una ruta que transcurre en su mayoría por pistas bien compactadas, pero eso sí, de todo tipo de material y, como decimos, algunas zonas arenosas de las que hasta que las pasas, no las tienes todas contigo.
Nuestra ruta comienza en el término municipal de Puebla de Guzmán, en la estribación sur de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, donde se alternan relativas llanuras con empinados cerros y lomas surcadas por caudalosos barrancos y riberas en invierno, todo ello en plena comarca del Andévalo.
Esta comarca ha estado habitada desde tiempos inmemoriales y existen pruebas de actividad minera desarrollada por los romanos, habiéndose extraído cobre, hierro y plata entre otros metales. También la civilización musulmana dejó sus huellas entre las que destacan trozos de pizarra con inscripciones.
Puebla de Guzmán nace alrededor del Castillo de Alfayat, que según parece fue construido entre los años 1262 y 1298 y unos cien años después hay noticias de que el lugar era conocido como La Alquería de Juan Pérez.
El 7 de enero de 1445, don Juan de Guzmán, conde de Niebla, con el motivo de revitalizar demográficamente su señorío, concedió una serie de franquicias a sus pobladores y a aquellos que se estableciesen allí por primera vez.
En 1481 aparece ya la denominación de Puebla de Guzmán, concediéndose en 1796 el título de Villa por el Rey Carlos IV de España.
Durante el siglo XVI fue constante escenario de invasiones portuguesas consecuencia de la guerra para conseguir Portugal la separación del Reino de España.
Cabe resaltar, que el 15 de diciembre de 1930, vecinos de Puebla de Guzmán, siguiendo el golpe militar conocido como la Sublevación de Jaca, proclamaron la Segunda República Española. Posteriormente, durante la Guerra civil española la población sufrió una importante represión.
A solo cuatro Km. de Puebla, se encuentra la Ermita de la Virgen de la Peña, situada en el denominado Cerro del Águila, coronado por un conglomerado de enormes rocas en constante equilibrio y donde realmente comienza nuestro track de hoy.
Edificada probablemente, en el siglo XVI, aunque en el siglo XVII se acometieron las obras más importantes de construcción, la Ermita, de planta en forma de cruz latina, consta de una sola nave a la que cruza un brazo transversal con bóveda semiesférica sobre pechinas y arcos de medio punto.
En la capilla mayor, se abre el camarín de la Virgen de la Peña, una escultura en madera de encina policromada que mide 0,93 metros de alto, obra anónima sevillana de mediados del S. XVI. Ostenta los punzones de cárdenas y cochinito y conserva una inscripción que dice: Pesa 28 onsas y 10 adarmes. Año de 1.763.
El Cerro del Águila es un excelente mirador o atalaya natural desde donde se puede contemplar una gran extensión de terrenos: el campo del Andévalo, las estribaciones de la Sierra de Aracena, la costa de Huelva y Portugal.
Tras bajar a Puebla de Guzmán, recorreremos sus calles haciendo parada en uno de sus edificios más destacados, la Iglesia de la Santa Cruz, construida durante el siglo XVI en el interior del castillo de Alfayat. Se encuentra situada en lo alto de una loma y hacia ella se dirigen las principales calles del pueblo.
Poseyó un magnífico artesonado de madera, un soberbio coro de castaño tallado con dos campanilletes y cerrado por antigua verja de forja, contaba con retablos, ornamentos e imágenes de extraordinario valor... Sin embargo, en 1936 y a raíz de la Guerra Civil, esta parroquia fue reducida a cenizas en casi su totalidad, por lo que nada o muy poco de todo esto queda en la actualidad.
A pesar de todo, sigue teniendo una bella presencia y cuenta con una escultura del Nazareno realizada por el imaginero ayamontino Antonio León Ortega.
Saldremos de Puebla por la carretera A-499 dirección a Ayamonte y al llegar a Villanueva de los Castillejos, que en un primer momento pasaremos de largo, nos desviaremos a la derecha por la HU-4402 hacia El Granado, si bien, 3 Km. después de dejar el pueblo, cogeremos una estrecha carretera a la derecha que nos llevará hasta la Ermita de Santa María de Piedras Albas.
Patrona de El Almendro y de Villanueva de los Castillejos, su ermita está situada en el bellísimo paraje de El Prado de Osma a unos 5 kilómetros de El Almendro.
La leyenda transmitida de padres a hijos, y finalmente manuscrita en primer lugar por fray Felipe de Santiago, franciscano del convento de Santa María de la Rábida, en el año 1714, y poco después por el cura de El Almendro, D. Andrés Barba Rojo, en 1786, dice que el pastor Alonso Gómez estando con su rebaño en el Prado de Osma, en el término de El Almendro, en la mañana del día 8 de diciembre de 1470, advirtió un resplandor que salía de entre las piedras. Atraído, descubrió dos imágenes de María, que le dicen al pastor:
"de Ayamonte somos, que en la pérdida de España aquí mis devotos me pusieron. Toma una de éstas y llévala al Castillo del Águila y la otra deja aquí para amparo de esta tierra".
Hizo lo que le mandaban, y dejó la Virgen de Piedras Albas en el Prado de Osma y mandó la Virgen de la Peña al Cerro del Águila, en la Puebla de Guzmán.
Actualmente la Romería, celebración profano-religiosa, se lleva a cabo tras la Semana Santa, comenzando el Domingo de Resurrección y concluyendo el Miércoles de los Burros, que hoy prácticamente ya no se celebra.
De vuelta a Villanueva de los Castillejos, cuyo casco urbano se encuentra contiguo al de El Almendro y juntos se convierten en la segunda agrupación urbana más poblada del Andévalo, superada únicamente por Valverde del Camino, recorremos sus calles y visitamos alguno de sus principales monumentos, como la Iglesia, datada entre los siglos XVIII y XX; el Antiguo Ayuntamiento del siglo XVIII; el Molino de viento Zahurdón, también del XVIII o el Pilar romano de la Majadilla.
Al sur de Villanueva, entre las carreteras A-490 y A-499, sale un camino en dirección sur a Cartaya, el camino forestal “Malatao”, que cogeremos y que pronto nos introducirá en un precioso y relajante bosque de pinos según nos vamos introduciendo en la Sierra de los Morenos.
La pista, en principio de zahorra compactada, va dejando paso a un camino de tierra, cada vez más estrecho, que en principio también está perfectamente compactado pero que poco a poco va perdiendo consistencia encontrándonos cada vez, más zonas de arena profunda que serían imposibles de pasar con un 4x2. El X3 en ocasiones arrastra la “panza” por la arena, pero mantiene el paso firme, sin hundirse, gracias a la anchura de sus neumáticos.
También en esta zona nos encontramos zonas de pistas muy poco usadas, a las que la vegetación va ganando terreno y que hay que pasar despacio para no arañar el coche.
Más adelante, la pista vuelve a mejorar y descubrimos a lo lejos una mancha de agua, estamos llegando a la Presa de Los Machos.
El Embalse de Los Machos se encuentra en los términos municipales de Cartaya y Lepe, siendo el mismo río Piedras la frontera natural entre sus términos.
Tiene como objetivo primordial el regadío, aunque en situaciones excepcionales también puede satisfacer las necesidades de los abastecimientos poblacionales de Huelva (parcialmente), y un gran número de municipios a su alrededor.
En sus orillas asoman pinares, encinas y jaras. La población piscícola está dominada por grandes black basses (superan los 3 Kg.), y carpas, con un peso de entre 10 y 12 Kg., que acostumbran a acercarse a la orilla en busca de las semillas que se desprenden de las plantas, presentes en el mismo límite del agua.
Apenas 10 minutos después de pista dirección sur, llegaremos a Lepe.
Con el lema de “Sol, Mar y Tierra”, la milenaria población se puso de moda en las últimas décadas del siglo pasado a cuenta de los chistes de leperos. Cuentan que “llegó uno a Lepe y se encontró el pueblo desierto. Ni un alma por las calles. Hasta que tras una reja encontró a una viejecita y le preguntó: "Oiga, ¿no hay nadie aquí en Lepe?". "No -contestó la señora- todos los leperos están en los chistes”.
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Este “boom” de los chistes de Lepe, posiblemente sea debido al director de cine y humorista Manuel Summers, que descubrió, gracias a sus veraneos en Lepe, la habilidad de su gente para contar historias con gracia, como así lo dio a conocer.
Dicen que Summer contaba con tanta gracia los chistes de leperos que en 1993 le hicieron hijo adoptivo de la localidad. Contaba por aquel entonces el periodista sevillano Antonio Burgos que Lepe, es una localidad que “acepta los chistes de leperos con tal de que se cuenten con gracia”, porque “un chiste de leperos contado con gracia lepera es un humor tan exquisito como un "joke" británico”, mientras que “contado por un señor ajeno a la gracia de esta tierra es un insulto”, añadía Burgos.
Para los que no conozcan el particular humor “de leperos”, aquí dejo una pequeña muestra de populares chistes de Lepe:
1. «Uno de Lepe va al cine, y la muchacha de la taquilla le dice: - Señor, esta es la 5ª vez que compra la entrada.
El lepero le contesta: - Ya, es que el imbécil de la puerta me la rompe…»
2. «Llama un lepero por teléfono y le contestan:
- ¿Si.....dígame?
- Doctor, doctor, mi mujer está a punto de dar a luz.
- ¿Es su primer hijo?
- No, soy su marido»
3. «¿Por qué los de Lepe nunca salen de su ciudad? Porque hay un cartel que dice "Huelva" ».
4. «¿Por qué los del Lepe ponen una jarra vacía en la nevera? Para los que no quieran tomar nada»
5. «¿Por qué en Lepe ponen los semáforos a 10 metros de altura? Para que no se los salten».
6. «¿Por qué los de Lepe revuelven el café con un cuchillo? Para hacer un café cortado»...
Más allá de este reciente y anecdótico pasado, la ciudad de Lepe fue fundada por los fenicios en un pequeño valle junto al Río Piedras; ha sido poblada por romanos y árabes, conservando patrimonio histórico de éstas épocas. Marineros leperos y vinculados a la villa de Lepe intervinieron en el descubrimiento y la conquista de América, entre los que destaca Rodrigo Pérez de Acevedo, el vigía de la carabela “La Pinta”, que tal y como menciona el diario de a bordo de Cristóbal Colón, fue el primero en ver tierra el 12 de octubre de 1492.
Es tras la segunda oleada de conquistas árabes que Lepe se convierte en el centro económico de la zona, pasando de ser una pequeña alquería a una "ciudad al lado del mar Océano", como la describe el geógrafo oriental posterior Yaqut al-Hamawi en el año 1229.
La ciudad se sitúa en un valle, rodeada de promontorios, que la toponimia actual denomina "cabezos", y tierras de cultivo, donde predomina la siembra del fresón y la naranja. Se rodea de los antiguos acantilados de dicho estuario, de la era del Pleistoceno (gravas y arenas), que hoy conforman los mencionados cabezos, en el interior de los cuales se sitúa la zona de limo del Holoceno.
Al sur del municipio tenemos los 24 kilómetros de playa de La Antilla y Nueva Umbría, esta última, de aproximadamente 18 kilómetros de longitud, incluida en el Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido.
Por carretera llegaremos de Lepe a Villablanca, cuyo trazado urbano, único en la provincia de Huelva, está dispuesto en damero, con un núcleo central, situado en la Plaza del Concejo, verdadero núcleo administrativo, y seis calles orientadas de norte a sur. Estas calles “principales”, son atravesadas por callejas que las unen y facilitan el tránsito. Esta forma de distribución se debe a que, a diferencia de otros pueblos de la zona, el trazado y crecimiento urbano de Villablanca fue planificado.
Seguiremos por pista, dirección sur, hacia Ayamonte, encontrándonos por el camino varios carteles de “camino rural”, con el firme ya asfaltado. Antes de llegar a Ayamonte, veremos por primera vez en la lejanía el Puente Internacional sobre el Guadiana, el paso “natural”, por autopista para abandonar España e ingresar en Portugal, que nos irá mostrando diferentes vistas según nos acercamos a la ciudad.
Existe constancia del nombre de Ayamonte en las crónicas de historia y geografía de Ahmed Muhammad Arrasi, en el siglo X.
Tras la reconquista, Ayamonte fue pasando de manos portuguesas a castellanas, hasta quedar definitivamente en manos de Castilla.
Se tiene constancia de su reconquista por parte del rey Sancho II de Portugal, sobre el año de 1239, cediendo su protección y privilegios a la Orden de Santiago. La villa pasa de una corona a la otra debido a su situación geográfica fronteriza y las políticas de la época, como claro ejemplo de ello tenemos la cesión a Portugal por parte del rey Alfonso X de Castilla "el Sabio" como parte de la dote a su hija Beatriz al acceder ésta al trono de Portugal.
En 1335, pasa definitivamente a manos castellanas, bajo el reinado de Alfonso XI de Castilla. Siendo estas fechas claves en la repoblación de la zona, contribuyendo para ello la creación del Marquesado de Ayamonte, que hasta esa fecha pertenecía al Condado de Niebla.
En el año 1664, el rey Felipe IV de España concedió el título de ciudad a Ayamonte.
Los ayamontinos se hallan repartidos en cuatro núcleos de población. El primero y principal es el que da nombre a la ciudad, Ayamonte, centro neurálgico de todos ellos; el segundo en población es Punta del Moral situado en la playa oriental de Isla Canela, a unos 5 Km. del primero, con claro sabor marinero, gran centro turístico de la ciudad, y cuyos habitantes se autodenominan "punteros"; después se halla Pozo del Camino, situada a unos 10 Km. al este, fronteriza con la vecina población de Isla Cristina, que administra una tercera parte de este núcleo urbano; por último, situada en la zona norte de Isla Canela, recibe de ésta ese nombre, siendo conocida como Barriada de Canela.
De camino a Playa Canela, nos encontramos la Ermita de Nuestra Señora del Carmen, que se sabe, funciona desde antes del año 1810. Se conoce de su existencia en esta época ya que a ella acudían miembros de la Junta de Sevilla, así como militares, marineros, operarios y otras personas que en Canela estaban refugiados, cuando dicha junta se instaló en Ayamonte con motivo de la invasión francesa.
Inmersa España en la Guerra de la Independencia contra Napoleón, los miembros de la Junta de Sevilla, integrados ya en la Junta Central Suprema, que promulgaría posteriormente en Cádiz la Constitución de 1812, “La Pepa”, se refugiaron en la Isla de Canela, atraídos por su difícil acceso y su cercanía a la frontera portuguesa.
Ya en Isla canela, nos dirigimos a su paseo marítimo, rincón perfecto para descansar y apreciar la inmensidad del mar.
Si algo destaco de Isla Canela y de Ayamonte son sus atardeceres. Ya no sus puestas de sol, sino todo el proceso, con una combinación de colores indescriptible. Además hay un montón de chiringuitos donde poder tomar algo mientras se disfruta de estas vistas y hacerlo un momento único.
Podemos encontrar muchos kilómetros de arena fina y limpia donde poder caminar y disfrutar de su buena temperatura, ideal todo el año, pero especialmente recomendable en junio y septiembre.
Desde allí, unos barquitos te pueden llevar a dar un paseo por la ría que dura aproximadamente una hora y que para al lado de unas bateas de mejillones, amarrando el barco allí mientras se puede degustar unas magníficas gambas de Huelva y vino blanco de la zona... ¿es necesario explicar más?.
Sigo...Alguien se ha planteado, y aceptado, que en esta sociedad de consumo de mierda en la que vivimos compramos mucho mas de lo que necesitamos, ¿o son necesarias las TV de nosecuantaspulgadas?, las camaras semipro para alguien que siempre las lleva en automatico, la ropa de marca carisima... a mi me parece que no, pero termino aplicando una máxima, y es que cada cual con su dinero haga lo que le salga de las narices, que yo con el mio haré lo propio. Un SUV puede ser tan necesario como los 250 CV de un deportivo, las 7 plazas de un monovolumen o los asientos electricos, mucho, poco o nada, y no soy yo el que le va a decir a la gente lo que tiene que hacer... creo que tu tampoco lo eres.