Nuevas señales de tráfico han ido llegando a nuestras carreteras desde 2023, cuando la DGT amplió el catálogo de manera notable. Una de las novedades es la de Trenzado P-35, que, si bien ya es objeto de estudio para los conductores noveles, puede generar confusión entre los más veteranos.
En total, hay 500 señales de tráfico y conocer al detalle cada una de ellas, aunque debería ocurrir, puede resultar complicado; sin embargo, es importante informarse del significado de las recién llegadas, como es el caso de la señal P-35, así como de algunas modificaciones de las conocíamos.
Trenzado P-35: ¿qué dice el reglamento?
La señal Trenzado P-35, con su forma triangular con bordes rojos y fondo blanco, nos indica peligro. En su interior, vemos dos coches negros en paralelo, con unas flechas cruzadas que lo que nos indican es que hay un carril trenzado.
Por tanto, si vemos esta señal, debemos interpretarla, según la DGT, como “peligro por la proximidad de un tramo comprendido entre una confluencia y una bifurcación donde se producen distintos movimientos de cambio de carril por parte de los vehículos, cruzándose sus trayectorias y aumentando por ello el riesgo de que se produzcan colisiones”.
Habitualmente, uno de estos carriles es de aceleración y el otro de deceleración, lo que puede aumentar el riesgo de accidente por las diferencias de velocidad en la trayectoria de los vehículos.
¿Cómo maniobrar con la señal P-35?
Además de explicar el riesgo de colisión por trenzado de carriles cuando vemos dicha señal, la DGT también ha explicado cómo debemos maniobrar con el Trenzado P-35.
Lo primero que deberíamos hacer sería indicar, con el intermitente, la intención de incorporarnos al carril, cediendo el paso a los coches que ya se encuentran en él. Seguidamente, habrá que incorporarse a la vía, siempre con prudencia, y adaptando la velocidad para reducir cuanto antes las diferencias en la circulación.
La importancia de la señalización en la seguridad vial
La movilidad cambia de manera constante y mantenerse informado de lo que nos indican las nuevas señales de tráfico ayudará a mejorar la seguridad vial, pues está demostrado que la señalización es uno de los factores que más contribuye positivamente.
De hecho, un estudio elaborado por el Ministerio de Fomento en 1998 recogía que acondicionar la señalización reducía el riesgo de mortalidad un 39% y que el coste se amortizaba en tan solo dos años.