Los ayuntamientos imponen el 75% de las sanciones
Las multas de tráfico aumentaron un 80% durante los años de crisis, entre 2007 y 2013. En este período según la DGT (incluyendo datos del País Vasco y Cataluña) se impusieron 29,1 millones de sanciones frente a los 16,3 millones entre los años 2000 y 2006. Datos que pueden sorprender teniendo en cuenta que en este tiempo se ha reducido la movilidad y ha habido un estancamiento del parque de vehículos. El motivo fundamental lo encontramos en la entrada en vigor del permiso por puntos en 2006, que ha endurecido el sistema sancionador.
¿Y qué piensan los conductores? El 92 por ciento lo tienen muy claro y creen que las sanciones de tráfico tiene un fin recaudatorio. Son datos obtenidos del estudio “Multas de tráfico, ¿recaudación o reeducación?” elaborado por la Fundación Línea Directa con el objetivo de analizar el impacto de las sanciones de tráfico en la seguridad vial y su percepción social. Según la Fundación, las infracciones de tráfico no sólo se pagan con ‘puntos’ y ‘euros’. Detrás encontramos que un 23% de los fallecidos en carretera en 2014 no llevaba puesto el cinturón de seguridad o que el exceso de velocidad estuvo presente en el 22% de los accidentes con víctimas mortales.
Antes de seguir adelante con las conclusiones de este estudio, decir que para su elaboración Línea Directa ha analizado 770.000 multas de un total de 1,8 millones de conductores asegurados y lo ha complementado con los datos de la DGT sobre sanciones de tráfico. Además ha realizado una encuesta a 1.200 conductores.
Los errores humanos se pueden evitar
¿Por qué son necesarias las multas? En un accidente aparecen tres factores, el conductor, el vehículo y la carretera, siendo el factor humano el más destacado ya que está presente entre el 70% y el 80% de los accidentes son víctimas. Son, por tanto, evitables. Y aquí entran las multas a juego. Por un lado con la función sancionadora, para prevenir y llamar la atención de los conductores, y por otro con una misión reeducativa, es decir, crear mayor concienciación sobre la conveniencia de cumplir las normas de circulación.
El permiso por puntos endureció el sistema sancionador
En España se produjo un punto de inflexión en 2006 con la llegada del permiso por puntos produciendo un cambio en el sistema sancionador: endureció las medidas, introdujo programas de sensibilización y reeducación vial y añadió el binomio sancionador puntos-euros. Además, en 2007 se incluyeron por primera vez en el Código Penal las infracciones más graves contra la seguridad vial para que las conductas más peligrosas puedan considerarse delitos y conllevar penas de prisión. Lo que persigue el permiso por puntos es retirar de las carreteras a los conductores más peligrosos, algo que antes era más complicado de conseguir. (Información detallada sobre el permiso por puntos y multas)
La entrada en vigor del permiso por puntos supuso un aumento en el número de multas hasta 2009, año en el que empieza a decrecer, con un ligero repunte en 2011. También la recaudación aumenta de forma paralela al número de multas. Una excepción la encontramos en el año 2011, que a pesar del aumento de las sanciones, se reduce la recaudación, posiblemente por la entrada en funcionamiento del descuento del 50% por pronto pago. En general la recaudación por multas crece un 30% desde 2007 comparado con el período 2003-2006.
Y en este tiempo, ¿cómo han influido las multas en los accidentes? El nuevo sistema sancionador, unido a la presencia de vehículos más seguros y a la mejora de las infraestructuras en el período pre-crisis, han permitido hablar de una reducción del 73% en el número de fallecidos (se pasa de 4.241 víctimas en 2000 a 1.131 en 2014).
El 75% de las multas proceden de los ayuntamientos
Los organismos encargados de sancionar y recaudar el importe de las multas son varios. Por un lado está el Estado, a través de la DGT y Jefaturas Provinciales de Tráfico, por otro las Comunidades Autónomas con competencias transferidas, como el País Vasco y Cataluña, y por último los ayuntamientos, que tienen la potestad sobre las vías urbanas.
Existe la creencia –el 60% de los españoles así lo cree- que la DGT es la administración que más sanciona y que más recauda, pero los datos analizados por la Fundación Línea Directa la echan por tierra. Los ayuntamientos españoles multan seis veces más que la DGT alcanzando el 75% del total de las sanciones de tráfico que se imponen en España, un porcentaje equivalente a 26 millones de multas al año. Las multas procedentes de la DGT equivalen al 15% y de otros organismos (Cataluña, País Vasco, algunos cabildos y diputaciones) el 10%.
Agrupando los datos de todos los organismos, la Fundación Línea Directa ha elaborado un ranking con las multas más comunes. El exceso de velocidad –falta grave o muy grave- (con el 50%) y el estacionamiento regulado –falta leve- e indebido –grave- (con el 38%) son las infracciones más numerosas, alejadas del resto del ranking en las que también aparecen el incumplimiento del deber de identificar al infractor –falta muy grave-; no respetar las señales verticales y saltarse los semáforos –grave-; conducir hablado por el móvil –grave-; no haber pasado la ITV –grave o muy grave-; y no llevar puesto el cinturón de seguridad –grave-.
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El estudio sitúa el importe medio de la sanción en 208 euros, llevándose la mayor parte de las multas conductores experimentados y reincidentes varones entre 35 a 44 años. Hay que destacar que 1,2 millones de conductores han sido sancionados más de cinco veces.
Dónde se multa más
En este estudio sobre “Multas de tráfico, ¿recaudación o reeducación?” también se dibuja un mapa de España para conocer las administraciones que más sancionan a los conductores teniendo en cuenta las multas registradas por la aseguradora Línea Directa desde 2009 a 2014. El resultado es que las Jefaturas Provinciales de Tráfico de Teruel (32,3%) y Cuenca (20,9%) y el Servei Territorial de Trànsit de Girona (13,7%) son los organismos que más multan. ¿Y por qué estos datos si son ciudades con un bajo número de conductores? Francisco Valencia, director de la Fundación Línea Directa, lo achaca a que son lugares de tránsito. En el lado contrario se sitúan las Jefaturas de Almería (1,18%), Zamora (1%) y Álava (0,26%), con una frecuencia de multas muy inferior a la media nacional, situada en el 3%.
En el ranking del número de multas por ayuntamientos, Barcelona, Madrid, San Sebastián, Terrasa, Granada o Tarragona se sitúan en cabeza. Como dato anecdótico, Línea Directa pone sobre la mesa un ranking de multas por matrícula en el que destaca un Volkswagen Golf equivalentes a un importe de 26.590 euros, seguido de un Citroën Xantia con 210 multas o un Mercedes Clase E con 186.
Los radares 'van a cazar'
El 92% de los conductores considera que el fin de las multas es recaudatorio, aunque también hay un 20% que considera que permiten reducir la siniestralidad. Sobre los radares, sólo uno de cada diez conductores opina que se colocan por razones de seguridad, mientras que en el caso de los parquímetros, el 85% no tiene dudas de que tienen un afán recaudatorio.
En estos últimos años las administraciones públicas han mejorado el procedimiento sancionador y esto se refleja en que el 70% de conductores se acoge a la reducción por pronto pago y sólo el 8% cree que tiene posibilidades de ganar las multas.
En relación a la tasa de alcohol hay mayor concienciación sobre su peligrosidad. En este sentido 8,2 millones de conductores (más del 30%) estaría a favor de una ‘tasa 0’ ya que la actual creen que es demasiado permisiva. Desde el año pasado, la DGT ha aumentado el número de controles de alcohol y drogas, aunque hay que tener en cuenta que entrañan una complejidad mucho mayor comparado con los controles de velocidad. Lo mismo ocurre con los controles sobre el uso del móvil, por ese motivo quizás no se ponen tantas multas como en otras infracciones.
También se les ha preguntado a los encuestados si cambiarían el importe de la multa en función de la renta y el 52% se muestra a favor porque 100 euros de multa no es lo mismo para alguien que está en el paro que para un futbolista famoso. Además, el 98% se muestra partidario de que lo recaudado se invierta en mejorar la seguridad vial. En este sentido hay que aclarar que desde 2009 la DGT está obligada por la Ley de Tráfico a “destinar el importe de las sanciones económicas a la financiación de seguridad vial, prevención de accidentes y ayuda a las víctimas”. No ocurre lo mismo con los ayuntamientos. “Hemos analizado las multas de unos 10.000 ayuntamientos y en ninguno hemos encontrado una norma que les obligue a invertir lo recaudado en seguridad vial”, explica Fernando Valencia.
Con este estudio la Fundación Línea Directa hace un llamamiento a los conductores para que comprendan que la mejor manera de no ser multado es cumpliendo las normas.
Yo me dedico a conducir autobuses y la verdad pocas multas se ponen para el comportamiento que los conductores tenemos en carretera . Lo que veo cada dia durante 8 horas es demencial un total desprecio de la vida por lod demas . Es una lastima que para aprender no tengan que tocar el bolsillo pero si es la unica manera que asi sea . Y los pilotos pues eso a los circuitos que para eso estan .