Todas las claves del GNC. Ventajas e inconvenientes

Hace unos años el gas natural de automoción -también denominado gas natural vehicular- se convertía en una interesante alternativa para los conductores que buscaban un coche ahorrador y además con las ventajas de la etiqueta Eco. Pero llegó la crisis energética y los precios de los carburantes se dispararon. La rentabilidad del gas natural comprimido (GNC) para su uso en turismos y del gas natural licuado (GNL) para vehículos comerciales se puso en entredicho.

Ahora este gas natural de automoción parece resurgir, sobre todo entre el transporte de larga distancia, y vuelve a estar en el candelero, sobre todo, tras incluirse el uso de combustibles sintéticos en la normativa europea que prohibirá la venta de vehículos que emitan CO2 a partir de 2035. El futuro del GNC pasa por su transformación hacia el biometano. En este reportaje vamos a desgranar las claves del GNC (y GNL cuando se utiliza en el transporte).

El gas natural de automoción es un tipo de gas que se compone principalmente de metano (entre un 80 y 99%). El resto de elementos está formado por dióxido de carbono, nitrógeno e hidrocarburos. Se convierte así en una alternativa ecológica y sostenible a los combustibles derivados del petróleo.

Comparado con el gas licuado de petróleo o GLP, éste sí procede del petróleo, por lo que no es tan ecológico como el GNC. Aquí te explico las ventajas e inconvenientes del GLP.

En las estaciones de servicios podemos encontrar dos tipos de gas natural vehicular. Por un lado está el gas natural comprimido o GNC que es el gas natural almacenado a altas presiones, entre 200 y 250 bares. El GNC es el que se utiliza para repostar vehículos tipo turismos o furgonetas ligeras. Éste se diferencia del gas natural licuado (GNL) que es un gas que ha sido procesado para ser transportado y almacenado en estado líquido a baja temperatura. Lo utilizan los vehículos de transporte pesado y de larga distancia.

Desde Gasnam-Neutral Transport, la asociación de transporte sostenible que integra la cadena de valor del gas y el hidrógeno, explican que el GNL y el GNC son el mismo producto pero en distinta fase térmica. El GNL es un producto criogénico que va a 160 grados bajo cero y la ventaja para un camión es que la autonomía que ofrece es mucho mayor. El GNC viene comprimido y su autonomía es menor, en cambio su instalación es más fácil y más recomendable para vehículos que no recorren tantos kilómetros. La clave está en que en el mismo volumen cabe muchísimo más GNL que GNC, lo que convierte al GNL en la mejor solución para el transporte de larga distancia.

Estos vehículos trabajan con un motor de combustión interna que es capaz de alternar el uso de gasolina o diésel y de gas natural comprimido. En el caso de Seat, actualmente la única marca que ofrece en su gama versiones GNC, se da prioridad al uso de este combustible, por lo que sus depósitos de gas son más grandes que los de gasolina.

Estos coches cuentan con dos bocas de llenado, una específica para el repostaje de GNC.

Si lo comparamos con los combustibles convencionales, encontramos las siguientes ventajas del GNC, según explica Sedigas, la Asociación Española del Gas:

Ventajas medioambientales del GNC

-- Hasta un 25% menos de emisiones de CO2.

-- Hasta un 40% menos de emisiones de CO2 si se incorporan gases renovables.

-- 100% menos de partículas contaminantes.

-- 95% menos de NOX

Además…

-- Capacidad de atender cualquier demanda.

-- Sector maduro, con experiencia probada.

-- El precio de los vehículos es similar a los convencionales.

-- Producen un 50% menos de ruido.

-- Apenas se notan cambios en la conducción.

-- El repostaje es rápido, unos 3 minutos.

-- La autonomía es similar.

-- Es compatible con el uso de gas renovable.

-- Permite la transformación de algunos vehículos existentes.

-- Es un combustible seguro porque tiene menos posibilidades de inflamación y detonación. Es inodoro e incoloro y no es tóxico ni corrosivo. Por motivos de seguridad, el gas natural se mezcla con un aditivo que permite olerlo en caso de fuga.

-- Los coches con GNC se benefician de la etiqueta medioambiental Eco de la DGT.

Hasta que llegó la crisis energética el precio del GNC era entre un 30 e incluso un 50% más barato que un combustible convencional, según lo comparáramos con gasolina o gasóleo. Esa diferencia se ha reducido bastante por el importante incremento de precio que sufrió el gas natural a principios de 2022. Actualmente el GNC es unos 10 céntimos más barato que la gasolina y 11 céntimos respecto al gasóleo, más o menos un 6% más barato. Si nos centramos en el GNL, pagaremos entorno al 13% menos.

El último informe del Ministerio para la Transición Ecológica, con datos de febrero, indica que el precio medio del GNC se situó en 1,54 €/kg y del GNL en 1,43 €/kg frente a 1,64 €/l de la gasolina 95 y 1,62 €/l del gasóleo. Puedes consultar los precios aquí.

El mantenimiento de un coche propulsado por GNC es muy similar a uno de gasolina. Sólo hay que tener en cuenta que debe pasar una inspección de depósitos cada cuatro años desde la fecha de primera matriculación o desde que se ha transformado a gas. Esta inspección debes pasarla antes de ir a la ITV. El objetivo de esta inspección es certificar la estanqueidad del sistema de gas y comprobar el estado de los depósitos. Los depósitos tienen una vida útil de 20 años.

Los vehículos que se mueven con gas de automoción aumentan la duración del motor debido al menor desgaste de los cilindros y segmentos del motor. El gas es más limpio, deja menos depósitos carbonosos en la combustión y permite que el aceite del motor se mantenga limpio durante más tiempo. En contra, la falta de lubricación con respecto a la gasolina puede producir un desgaste prematuro de las válvulas.

En este enlace te explicamos cómo se realiza el mantenimiento de los coches según su tecnología.

•- Escasa infraestructura de repostaje: El principal inconveniente del GNC es la reducida red de estaciones de servicio que ofrecen el repostaje de GNC. Actualmente en España encontramos 130 estaciones de GNC y 92 de GNL. En Europa hay casi 4.200 estaciones de GNC y unas 660 de GNL. Encuentra las estaciones de GNC y GNL aquí.

•- Poca oferta de modelos: Al haber pocas estaciones de servicio el repostaje se complica si no tienes alguna cerca de tu domicilio. Esto conlleva que la demanda no sea elevada y, en consecuencia, tampoco la oferta, sobre todo cuando nos centramos en modelos tipo turismo.

•- Precio: El precio de compra de los coches con GNC suele ser algo más elevado que uno de gasolina. En torno a los 1.000 euros, según las ofertas.

•- Potencia: se puede perder algo de potencia cuando se usa GNC en lugar de gasolina, pero apenas se percibe.

•- En verano el gas se comprime menos por el calor por lo que entran menos kilos en el depósito que en invierno, lo que afecta a la autonomía.

•- Menor maletero: Los depósitos que se utilizan son cilindros de acero y se instalan en el maletero, en el lugar de la rueda de repuesto, si tienen, y pegados a los asientos traseros. Por tanto, se reduce la capacidad del maletero.

Hace unos años el grupo Volkswagen apostó fuerte por el desarrollo de modelos propulsados por gas natural comprimido ya que es una alternativa ecológica y eficiente para reducir las emisiones de CO2 y avanzar hacia la electrificación de una manera más escalonada. Pero la subida de precios ha provocado una reducción de ventas importante y, por tanto, la oferta de modelos, si ya era escasa, se ha ido reduciendo.

Actualmente solo podemos comprar como coche nuevo los Seat Arona, Ibiza y León (con 5 puertas y también con carrocería familiar) con GNC. A partir de ahí, ya tienes que buscar en el apartado de furgonetas y comerciales. En el mercado de usado puedes encontrar más modelos. En este enlace te contamos nuestra experiencia viajando con un Seat TGi con GNC.

Aquí puedes ver todas las ofertas de coches de ocasión de GNC en coches.net.

La respuesta es sí, tanto si es gasolina como si es diésel, aunque tiene que cumplir algunos requisitos. Ambos se pueden transformar a partir de que estén homologados con la normativa Euro 4 (es decir, Euro 4, Euro 5 y Euro 6) aunque en el caso de un diésel solo obtendrá la etiqueta Eco si está homologado con la norma Euro 6 (por debajo no la consigue). Se puede convertir a gas cualquier coche independientemente de su tamaño o potencia, eso sí, siempre que su homologación se base en al menos la normativa Euro 4.

En el caso de un coche de gasolina, éste se puede transformar a GNC de forma total, para que solo funcione con GNC. En los coches propulsados por gasóleo, la transformación es parcial y sólo dejaría de utilizar gasóleo en un 50%. Por este motivo, y porque la diferencia de precio de ambos combustibles es más reducida, la demanda de transformaciones es mayor en los gasolina y, sobre todo, para flotas, taxistas, comerciales…

Y sobre la garantía de fábrica que tiene el coche, según nos explican desde el centro DobleEco, especializado en conversiones a gas, "en el caso de coches nuevos es posible que el fabricante retire su garantía para el motor del vehículo. Si esto ocurre disponemos de una Garantía Mecánica Extendida que cubre el motor completo y la línea de escape".

En cuanto al precio de la transformación, dependiendo del tanque de GNC, puede oscilar entre los 3.500 y 4.500 euros. Una vez hecha la conversión a gas, ésta se tiene que legalizar en una ITV, quien extiende una nueva ficha técnica, donde se refleja el cambio de combustible. Con ello, se puede obtener la etiqueta ECO en cualquier oficina de Correos.

En cuanto a las matriculaciones de turismos de GNC, si en 2017 se vendieron 1.231 unidades, en 2022 solo 404. La caída ha sido muy fuerte aunque parece que desde finales de año se aprecia un ligero repunte, principalmente por las ventas de vehículos industriales. En el primer trimestre de 2023 se han vendido 17 coches GNC, un 92,13% menos, mientras que si sumamos todos los tipos de vehículos, las matriculaciones ascienden a 552, un 1,85% más, comparado con el mismo período de 2022.

Ahora parece que el uso del gas natural en los vehículos vuelve a resurgir aunque como combustible ecológico o biometano. Además de ser una solución inmediata para descarbonizar el parque de vehículos, especialmente las flotas de transporte, España cuenta con un elevado potencial de producción de 163 TWh/año que es el equivalente al 45% de la demanda nacional de gas natural. Como dato a tener en cuenta, en 2022 se consumió 12,52 GWh de biometano en transporte terrestre en España.

Además, se ha puesto en marcha la expedición de Garantías de Origen, un mecanismo que va a permitir garantizar el origen renovable del gas que utilicemos. El biometano es un gas renovable con la misma composición molecular que el gas natural y completamente sustituible en un coche sin necesidad de realizar ninguna modificación. El hándicap actual es que todavía es caro de producir aunque con un gran potencial de uso en toda Europa.

En este enlace Jaume Gustems nos cuenta qué son los combustibles sintéticos.