El mercado de matriculaciones de turismos sigue creciendo, aunque a un ritmo más bajo de lo esperado por el estancamiento en las ventas de los clientes particulares. De nuevo son las empresas las que impulsan el mercado en un mes de junio donde se han vendido 131.797 unidades, un 6,5% que en el mismo mes del año pasado.
El resultado es un primer semestre del año que cierra con 667.494 matriculaciones, lo que supone un crecimiento del 7,1% comparado con el mismo período de 2016, cifras muy lejanas a las 823.000 que se matricularon en 2008 cuando se inició la crisis.
Ventas por canales
Si de algo se queja el sector es que las ventas de particulares han perdido fuelle desde que se acabaron las ayudas del Plan PIVE hace casi un año, matriculaciones que son necesarias para rejuvenecer un parque de vehículos que ya alcanza los 12 años de antigüedad de media. Así las cosas, el canal de particulares terminó junio con 60.432 matriculaciones, un 3,6% más que en junio del año anterior. Este porcentaje que se reduce al 2,4%, si tenemos en cuenta el acumulado de 308.386 desde enero a junio, un tercio menos de lo que crece el mercado.
El parque de vehículos en España alcanza los 12 años de edad media.
El canal de empresas es que el más crece, con diferencia. Pasado lo peor de la crisis han decidido renovar sus flotas y esto se traduce en 37.075 turismos nuevos en el mes de junio, un 23,5% más. En lo que va de año las matriculaciones alcanzan las 183.386 unidades (13,9%).
En cuanto a las empresas de alquiler de coches, tras unos meses de un importante impulso a la renovación de sus flotas de cara al inicio de la temporada estival, este mes de junio se ralentizan las matriculaciones (34.290 unidades) procedentes de este canal en un 3,2% comparado con junio de 2016. Aun así, la suma de unidades desde enero a junio anuncia un incremento del 9% con 175.722 turismos, lo que apunta a que 2017 terminará como el año con los mejores registros de las alquiladoras. Los 80 millones de turistas que se esperan este año en España tiene mucho que ver en este resultado.
Marcas y modelos más vendidos
Tras un año sin pisar el primer puesto en las ventas por marcas, Renault sube a lo más alto con 12.361 unidades vendidas en junio, por delante de Seat con 10.082 y Volkswagen con 9.874. Le siguen en el ranking Peugeot (9.574), Opel (9.372), Ford (7.662), Toyota (6.835), Citroën (6.806), Fiat (6.648) y Nissan (6.297).
Coincidiendo con el inicio de la comercialización del nuevo Seat Ibiza y las ofertas para liquidar el stock de la anterior generación, el utilitario español recupera de nuevo el primer puesto en las listas de ventas tras matricular 3.925 unidades en el sexto mes del año. El pódium lo completan el Seat León (3.814) y el Renault Mégane (3.811 con el compacto y monovolumen). También entran en la lista del top 10 el Volkswagen Polo (3.629), Citroën C4 (3.374 con sus carrocerías C4, Cactus y Picasso), Renault Clio (3.378), Renault Captur (2.989), Volkswagen Golf (2.845 en versiones Golf y Sportsvan), Nissan Qashqai (2.726) y Peugeot 208 (2.578).
Ventas por segmentos
Los turismos con carrocería todocamino siguen en pleno auge con crecimientos del 48,3% en el caso de los de gran tamaño, del 27,4% los de tamaño compacto y del 20,2% en el caso de los urbanos. En cambio, descienden las ventas de los coches compactos en un 4%, de las berlinas de tamaño medio en un 1,6% y los utilitarios (el segmento de mayor volumen) solo crece un 1,2%.
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Tampoco viven su mejor momento los monovolúmenes, en el caso de los grandes las ventas caen un 6,4% y en los pequeños un 5,2%.
Por tipo de carburante, en junio observamos una mayor demanda de modelos propulsados por motores de gasolina, con una cuota que pasa del 46,7∞ de mayo al 47,7% de junio, en detrimento de los coches con motores diésel cuya cuota pasa del 49% al 47,6%. Posiblemente animados por la entrada en vigor de las ayudas del Plan Movea a la compra de vehículos propulsados por energías alternativas, los híbridos y eléctricos consiguen mejorar su cuota de participación en 0,5 puntos pasando a tener un 4,8% en junio.
Lo que opina el sector
La mayor preocupación de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) se centra en la falta de impulso en las matriculaciones por parte de los particulares. “Este canal ha crecido en el primer semestre del año casi la tercera parte de lo que lo ha hecho el mercado en general, una tendencia que se repite desde el comienzo del último trimestre del pasado año”, explica su director de comunicación Adolfo Randulfe. También insiste en la falta de rejuvenecimiento del parque “cuya edad media, 12 años, está muy alejada de lo que sería recomendable para mantener una flota con bajas emisiones y altos niveles de seguridad”.
Desde la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) llaman la atención también en las bajas cifras de matriculaciones procedentes de los particulares, a pesar de que junio es tradicionalmente un mes bueno para comprar coche y estrenar en el viaje de las vacaciones de verano. Tomás Herrera, director general destaca que, “son las empresas las que siguen tirando del mercado y no sólo por su pulso inversor renovado sino también por el empuje de las automatriculaciones que están nutriendo el mercado de ocasión con kilómetros cero en un momento en el que estos usados jóvenes son muy demandados en concesionarios y compraventas”.
Gracias al vehículo automatriculado el cliente accede a fuertes descuentos
Por su parte, la patronal de concesionarios (Faconauto) a través de su portavoz, Raúl Morales, pone sobre la mesa el problema las automatriculaciones. “Los objetivos que las marcas han puesto a los concesionarios están muy por encima de la realidad del mercado. No salen los números y, para cumplir con esos objetivos, los concesionarios se han visto obligados a automatricular demasiadas unidades de nuevo en junio, de ahí que el 25% de las ventas se hayan hecho en los dos últimos días del mes”, explica. El lado positivo lo encontramos en que, gracias al vehículo automatriculado, el cliente accede a fuertes descuentos, a pesar de que esto implica más riesgo para los concesionarios porque deben sostener mayores stocks. “Es indudable que los planes PIVE tranquilizaban mucho el mercado, porque hacían aflorar una demanda añadida, que ahora cubre el sector de un modo artificial creando una "burbuja" del automóvil que no se corresponde con la demanda real”.