Volkswagen lanza al mercado la nueva generación del Volkswagen Polo GTI con un precio que arranca en 23.400 euros con descuentos incluidos. El utilitario deportivo alcanza en esta ocasión los 200 CV de potencia gracias a un motor de 2.0 litros aumentando así las prestaciones del anterior modelo.
El aumento de cilindrada (pasa de un 1.8 a un 2.0 l.) también repercute en un aumento del par motor. Ahora el Polo GTI entrega 320 Nm y lo hace desde una zona más baja del cuentarrevoluciones (desde 1.500 rpm) para mejorar así la aceleración y las recuperaciones. Tan sólo hay que echarle una ojeada a su ficha técnica para comprobar que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 6,7 segundos y alcanzar los 237 km/h de velocidad máxima.
Para el lanzamiento sólo está disponible con la transmisión automática DSG de seis relaciones. Habrá que esperar hasta junio de 2018 para que lo más puristas de la conducción lo puedan disfrutar con una caja de cambios manual, también de seis relaciones.
La llegada de la nueva generación del Polo, del Polo “normal”, trajo consigo la introducción de la nueva plataforma MQB-A0, la misma que también monta, por ejemplo, el nuevo Seat Ibiza. En el siguiente enlace podéis ver la primera toma de contacto, con vídeo, que realizó Juan Carlos Grande en la presentación del nuevo Polo: Volkswagen Polo 2017
El Polo GTI añade a esta nueva estructura el chassis activo DCC capaz de modificar por completo el carácter de este pequeño deportivo con carrocería de utilitario. Bajo los clásicos programas prefijados Eco, Comfort y Sport, y el modo Individual donde se pueden ajustar diferentes parámetros al gusto, el conductor puede escoger el temperamento del coche.
Durante la presentación que ha tenido lugar en Mallorca he podido descubrir que, en este caso, el cambio entre el programa Comfort y el Sport es mucho más perceptible que en otros modelos de estilo similar. El chasis DCC actúa modificando la dureza de las suspensiones o la asistencia al volante, la rapidez del cambio DSG, la sensibilidad con el acelerador o el sonido del escape.
Con el modo normal, el Comfort, el Polo GTI es un coche más tranquilo pero sin caer en la tentación de parecer aburrido. El escape deja entrever mediante un ligerísimo ronroneo las cualidades del modelo, pero no desvela todo su potencial. Los cambios de marcha suaves, a bajas vueltas, una dirección precisa pero bien asistida y un tarado de las suspensiones más cómodo descubren un coche capaz de parecer cómodo hasta para el día a día.
Con el modo Sport todo pasa a otra fase. Aumenta muchísimo el feeling con el volante y con los pedales, y el sonido del escape se libera por completo para expulsar una musicalidad contundente y pero nada estridente. El tarado de las suspensiones se endurece para garantizar mayor estabilidad ante una conducción más deportiva, pero, si os soy sincero, me esperada un poco más de rigidez.
Para las carreteras secundarias se ha convertido en uno de mis utilitarios deportivos favoritos. El anterior ya me gustó, pero este va un paso más allá. Pese a ser un poco más grande que su predecesor, el hecho de aumentar la distancia entre ejes hace que mejore en estabilidad. Se percibe más asentado a la carretera, más eficaz y menos nervioso, y con un paso por curva muy rápido.
En carreteras más abiertas y en vías rápidas tampoco defrauda y sorprende por su buen rodar a altas velocidades. Además, su potente motor nos asegura disponer de mucha contundencia cuando hay que realizar un adelantamiento y, a su vez, unos consumos más o menos "aceptables" si somos capaces de contenernos con el acelerador y rodamos en marchas largas a pocas vueltas.
Precisamente, el tema del consumo es un punto complicado del que hablar con este coche. En su ficha homologa un consumo medio de 5,9 l/100 km al que es prácticamente imposible acercarse. En conducción normal lo suyo es moverse entre los 7 y los 7,5 l/100 km, mientras que en conducción deportiva es bastante fácil sobrepasar los 10 l/100 km sin mucho esfuerzo.
Pudimos rodar algunas vueltas en el Circuit de Mallorca, cerca de Llucmajor, para acabar de comprobar hasta dónde puede llegar la efectividad de este Polo GTI en conducción deportiva. Salíamos tres Polo GTI detrás de un coche guía, todo un Golf R, y había que seguirlo. Tras reconocernos el instructor que iba a ritmos muy altos, era curioso ver como el Golf R sólo se nos despegaba en las rectas y por aceleración pura. La frenada y el paso por curva del Polo GTI son demoledores.
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No me ha acabado de convencer tanto el diferencial electrónico XDS, que simula diferencial mecánico frenando la rueda con menor tracción, que acostumbra a ser la interior, para traspasar el par a la exterior. Es un sistema que no va mal pero tiende a sobrecalentar y a desgastar en exceso los frenos a poco que vayamos un poco alegres al volante.
En cuanto a la conducción me ha parecido un coche mucho más polivalente que el anterior Polo GTI. Un coche que se puede usar perfectamente para el día a día con un grado de confort bastante bueno pero que a su vez se puede convertir en una máquina llena de sensaciones.
Detalles más deportivos
El chasis deportivo que equipa hace que la carrocería se asiente 15 mm más abajo que la de un Polo convencional. También ayuda a mejorar su estética las llantas de 17 pulgadas de serie o las de 18 que podrán montarse de forma opcional. Así como también, de forma opcional, se podrá aumentar la agresividad del look exterior con el paquete R-Line.
Si nos conformamos con el Polo GTI tal y como viene de serie nos topamos con una estética un poco más deportiva compuesta por la línea de la calandra de color rojo, el spoiler de techo de color negro, paragolpes específicos tanto en el frontal como en la zaga, doble salida de escape y las pinzas de los frenos de color rojo. Todo ello con una mirada compuesta por faros full LED y unos grupos ópticos traseros también de LED.
El cliente tendrá a su disposición un buen número de pinturas para la carrocería, destacando por encima del resto, a mi parecer, el Blanco Puro, el Rojo Flash, el Negro Profundo con efecto perla, el Gis Magnesio metalizado o el Azul Arrecife.
El interior está ambientado con colores negro, rojo o gris, con algunos detalles cromados y guarnecidos decorativos de color “Deep Iron glossy” o Rojo Velvet. Además, como seña de identidad de la familia “GTI”, monta unos asientos deportivos forrados en tela con el característico entramado histórico de estos modelos.
A excepción del salpicadero, que está forrado con una goma de tacto blando, el resto está compuesto por plásticos duros. Muy en lo habitual en este segmento de vehículos. Pese a ello, la impresión no es mala y el nivel de los ajustes también está bastante bien.
Como gran novedad, se instala un cuadro de instrumentos completamente digital apodado Volkswagen Digital Cockpit de 10,2 pulgadas y, de serie, el sistema de infoentretenimiento Composition Media con pantalla táctil de 8 pulgadas. El Discover Media con navegación se ofrece como opción. Además, el nuevo Polo GTI cuenta con tecnología de conectividad con los sistemas Mirror Link, Apple CarPlay y Android Auto.
En cuanto a la habitabilidad, el Polo GTI gana exactamente el mismo espacio para los ocupantes de las plazas traseras y el volumen de maletero que el Polo convencional. En la prueba de Juan Carlos Grande encontraréis todos los detalles.
Y por último, nombrar los múltiples sistemas de seguridad y ayuda a la conducción que equipa y puede equipar este nuevo Polo GTI: sensor del ángulo muerto Blind Spot, asistente de salida del aparcamiento, sistema de detección de fatiga, sistema de frenado anticolisiones múltiple, protección proactiva de los ocupantes, sistema de regulación automática de la distancia ACC, sistema de vigilancia del entorno Front Asisst, función de frenada de emergencia en ciudad, sistema de aparcamiento Park Assist o los sensores de presión de los neumáticos.
Este comentario ha sido eliminado.
Te explico, aunque los pequeños GTI están de capa caída casi todas las marcas tienen que mantener un modelo de esa índole en su gama, cuestión de imagen. Sus ventas serán residuales ciertamente pero el marketing es el marketing.