Kia Carens 1.7 CRDi 136 CV Drive 5 plazas

El nuevo Carens es un claro ejemplo de la espectacular mejora a nivel de diseño y calidad que ha experimentado la marca coreana a lo largo de estos últimos diez años. Todos recordaremos, al principio, cómo sus modelos no llegaban al nivel de calidad de los europeos, y hemos podido ver cómo poco a poco se han ido introduciendo mejoras tras mejoras hasta la actualidad para llegar a ofrecer productos muy bien resueltos.

Tras la puesta al día de prácticamente toda su gama de modelos, Kia debía renovar completamente el Carens ofreciendo algo diferente, algo con lo que poder advertir a sus rivales de segmento de que el Kia ya está ahí con ellos. ¡Y vaya si lo ha conseguido!

El Carens es un monovolumen compacto que rivaliza directamente con modelos tan prestigiosos en este segmento como el Renault Scénic, el Opel Zafira, el Volkswagen Touran, Ford C-Max, Peugeot 5008 o el Citroën C4 Picasso, entre otros.

Lo probamos con la mecánica diésel más potente, con el propulsor 1.7 CRDi de 136 CV, quizás la que debería ser la primera opción para aquellos conductores que hagan muchos kilómetros al año o que vayan a utilizar el coche cargado a menudo.

El Kia Carens se aleja un poco de lo que consideraríamos un monovolumen convencional. Si echamos un vistazo rápido vemos que la línea de diseño utilizada se encuentra a medio camino entre el monovolúmen y el break o familiar. Y es que esta es una de las bazas que juega este coreano para atraer a un público más amplio.

Con una longitud de 4,52 metros, se sitúa más o menos en la media de sus competidores, un poco por encima de algunos como el C4 Picasso pero por debajo del Peugeot 5008. Es en el ancho (1,80 metros) y en el alto (1,61) donde “se diferencia” con respecto a todos los rivales excepto el Touran, que es sólo 11 milímetros más estrecho. Es, por tanto, más estrecho y más bajo que la mayoría de sus rivales.

Sus proporciones, con un largo frontal poco inclinado, un techo con una cierta caída en la parte trasera y un portón más actual que en modelo anterior, enfatizan esa sensación que os comentaba de compacto de gran tamaño. Además, la línea inferior de las ventanillas, ascendente hacia atrás, y el pequeño espoiler situado en la parte alta del portón le aportan ese toque dinámico tan vistoso.

El diseño más contemporáneo del Carens se resalta con la incorporación de la característica parrilla de la marca, un diseño de los faros delanteros más alargado con pilotos LED de circulación diurna y las luces antiniebla de serie. En cierto modo, un morro que recuerda bastante al de su hermano menor, el Kia Cee’d.

En la zaga vemos como se ha cambiado totalmente la disposición de los grupos ópticos, que han pasado de estar situados en posición vertical a asentarse esta vez horizontalmente abarcando cierto espacio del lateral. Un hecho que, junto con la nueva forma del portón, recuerda ligeramente a la trasera de alguno de sus competidores.

Hablando siempre de la versión que probamos, en este caso en el acabado Drive, ofrece llantas de aleación de 16 pulgadas y las barras del techo de serie, además de los elementos ya mencionados.

El salto cualitativo expresado con la cuidada línea de diseño exterior, se traslada al interior con un habitáculo bien pensado con detalles y materiales que invitan a conductor y acompañantes a sentirse a gusto. Las plazas delanteras son cómodas y bastante anchas si tenemos en cuenta la relativa estrechez del modelo. Los asientos parecen butacas, con un mullido blando y un respaldo que recoge bastante bien la espalda. La tapicería es de tela, pero el nivel de confección es muy bueno.

El diseño del salpicadero es fresco, está bien distribuido y tiene un aire moderno. En toda la parte frontal encontramos elementos destacables como el nuevo volante multifunción de Kia, forrado en piel al igual que el pomo del cambio de marchas, y que ofrece regulación en altura y profundidad. El tacto de los materiales empleados en el habitáculo es agradable y su nivel de ajuste a la altura de los modelos generalistas. Se ha conseguidos combinar a la perfección una superficie superior blanda con plásticos y embellecedores duros de buena estampa.

La consola central está bien ordenada, con todos los mandos al alcance del conductor. Esta versión aporta el climatizador bizona de serie, así como el control de crucero, el sistema FlexSteer que ofrece tres grados de dureza de la dirección y el siempre útil retrovisor interior panorámico para controlar a los niños sentados en las plazas traseras sin tener que volver la cabeza.

Pese a disponer de un pilar A bastante ancho, el Carens ofrece una perfecta visión de la carretera. Se han abierto dos pequeñas zonas acristaladas bajo el mismo que permiten ver hacia los costados en los cruces. Además, la posición de conducción algo elevada sumada a un salpicadero bajo proporcionan una excelente visión frontal.

La habitabilidad ha sido una de las prioridades de los ingenieros de la marca. En las plazas traseras disponemos de tres asientos independientes, con el central ligeramente más estrecho pero igualmente cómodo. Además, éstos ofrecen la posibilidad de deslizarse longitudinalmente 13 centímetros para ganar espacio en el maletero y ajustar el respaldo reclinable para ofrecer un confort óptimo a sus ocupantes. Con ello, es posible que tres personas adultas viajen de manera confortable en el Carens e incluso disponer tres sillitas infantiles en la segunda fila, ya que aunque el asiento central es más estrecho, si se adelante con respecto a los dos laterales, admite sin problemas esa tercera sillita.

Se ha mejorado el espacio para las piernas y, a pesar de la menor altura del techo, también se ha ganado en espacio para la cabeza respecto al modelo anterior. Un hecho totalmente cierto ya que yo, con mi estatura de metro noventa, pude viajar bastante bien. Obviamente con el asiento en su configuración más retrasada.

La falta de más huecos portaobjetos en las plazas delanteras se ve compensada con varias soluciones inteligentes en la parte trasera. Por ejemplo, los espacios en las puertas son generosos, tenemos dos trampillas en el suelo donde colocar pequeños bultos bajo los pies, tras los respaldos de las filas delanteras hay dos mesillas plegables y, un detalle que me ha gustado especialmente, si se abate el respaldo del asiento central, disponemos de dos posavasos adicionales con dos pequeñas superficies planas.

En cuanto al maletero el Carens se mueve en la media que dicta el segmento. Un monovolumen debe ofrecer suficiente espacio de carga como para poder llevar uno o dos carritos de bebé, cargarlo de maletas y bolsas para las vacaciones o disponer de suficiente espacio para introducir bultos de considerable tamaño. En este aspecto consigue homologar unos buenos 536 litros (con los asientos centrales en la posición más retrasada). Esta cifra puede ampliarse hasta los 1.694 litros con los tres respaldos posteriores abatidos, aunque no dan paso a un suelo totalmente plano, sino que existe un pequeño escalón entre el suelo del maletero y los respaldos. Además, si es preciso transportar largos bultos o cajas de hasta 2,15 metros de longitud tenemos la opción de abatir también el respaldo del acompañante delantero.

Bajo el piso del maletero se ofrecen dos huecos adicionales para llevar pequeños objetos sin miedo a que puedan quedar maltrechos por el resto de carga del maletero. El primero, y de mayor tamaño, es el espacio que queda al no disponer de la tercera fila de asientos, mientras que el segundo es un compartimento situado cerca de la boca de carga, que además permite recoger la bandeja. Recordad que si queréis vuestro Carens con una tercera fila de dos plazas escamoteables en el maletero, la opción cuesta 700 euros.

Partiendo de la base de que el Kia Carens tiene un peso cercano a los 1.600 kg, sin haberlo probado antes, pienso que el motor de 115 CV es probable que se quede un poco corto para mover al conjunto. El 1.7 CRDi de 136 CV se me antoja como una motorización perfecta para este modelo. Tanto por prestaciones como por unos consumos bastante contenidos.

El Carens que probamos puede acelerar de 0 a 100 km/h en 10 segundos, para alcanzar una velocidad máxima cercana a los 190 km/h. Éstas, sin embargo, no son las prestaciones más relevantes del modelo, cuya su gran virtud está en las recuperaciones. El par motor de 330 Nm se entrega de forma progresiva a partir de las 2.000 rpm hacia adelante. Es por tanto un motor que se encuentra más a gusto en la zona media del cuentavueltas.

Dada la alta probabilidad de que a menudo llevemos el coche cargado, ya sea con ocupantes o con una carga considerable, elegir la variante diésel de menor potencia podría ser un error. Éste de 136 CV se comporta bien, pero simplemente cumple. Por lo tanto, con menor potencia, creo que le faltaría algo de fuerza.

El cambio de seis velocidades es todo un acierto. Ha logrado reducir consumos y emisiones, a la vez que ofrece una sexta relación perfecta para el desahogo en autopista. Hay un pequeño detalle que no me ha convencido demasiado y es que el ordenador de a bordo te aconseja cambiar a una marcha superior muy pronto. Siguiendo sus indicaciones, he notado que muchas veces el motor se queda totalmente "muerto" si rodamos por una via con cierta pendiente.

Después de una semana con el Carens, obtuve un consumo medio de 6,2 l/100 km. Es prácticamente un litro superior al que marca su ficha técnica (5,1 l/100 km) pero aún con todo creo que por las características del modelo no está nada mal.

Kia puede presumir de haber renovado al Carens dotándolo de una calidad de rodadura muy confortable para los ocupantes, a la vez que propone un comportamiento dinámico eficaz. La menor altura de la carrocería con relación a otros monovolúmenes se traduce en un centro de gravedad más bajo, y esto se nota bastante a la hora de tomar las curvas. Las suspensiones, de tipo McPherson delante y eje torsional detrás, se han desarrollado para proporcionar una amortiguación parecida a la de un compacto. Su tarado se encuentra a medio camino entre el confort y la eficacia, adaptándose un poco a los gustos de los conductores europeos. A mí personalmente me ha gustado mucho por el perfecto filtrado de las irregularidades de la calzada así como por el menor balanceo de la carrocería frente a otros monovolúmenes de la competencia.

La posición de conducción es bastante erguida, con una banqueta relativamente alta y el volante, aunque regulable en altura, algo más bajo, lo que aporta muy buena visión de la calzada. La dirección es precisa y ofrece un guiado muy bueno. Aunque poniéndome algo puntilloso, hubiese preferido algo más de dureza incluso en el modo más deportivo de los tres que ofrece.

El sistema FlexSteer que Kia monta de serie, permite regular en tres configuraciones diferentes la resistencia al giro del volante. El modo Normal me pareció demasiado suave para mi gusto, lo mismo que el modo Confort que sólo usé para aparcar. Sólo queda el tipo Sport, que es el que dihgo que incluso debería ser algo más firme.

La insonorización del habitáculo está bien conseguida, sólo a grandes velocidades y con el motor revolucionado el ruido podría llegar a ser molesto. El motor diésel, aún con el habitual traqueteo, apenas se escucha a velocidades normales.

Kia no llama a la puerta. Kia esta vez la rompe. Y es que el nuevo Carens llega al segmento de los monovolúmenes compactos haciendo ruido. Algunos de sus rivales lo mirarán con recelo por su diseño dinámico, otros envidiarán su modularidad interior y a otros les gustaría tener su buen hacer en la carretera. Pequeños detalles que provocan que estemos ante un coche pensado para gustar.

¿Y si además os digo que es el más barato de todos? El pastel se completa con un descuento promocional de 5.000 euros (1.000 más con PIVE) que lo dejan con un precio imbatible para todos sus rivales. El único que le puede hacer un poco de sombra es el Opel Zafia (ojo, el antiguo,que todavía se vende, no el nuevo Tourer), aunque con un motor menos potente (1.7 CDTi 125 CV) y un equipamiento inferior.

La unidad que hemos probado, con el motor diésel 1.7 CRDi de 136 CV, 5 plazas, con el nivel de equipamiento Drive tiene un precio de salida, descuento incluido de 19.690 euros. A ello hay que sumar, en el caso de nuestra unidad y como extras opcionales el color Newport Blue (450 €), las alfombrillas (60 €) y el chaleco reflectante (parece una broma pero vale 5 €) tiene un precio final de 20.205 euros (descuento incluido). ¡Ah! Y acordaros de la garantía de 7 años que ofrece la marca.

Pienso que no hacen falta más razones para que, al menos, alguien que esté buscando un vehículo de estas características se pase por un concesionario de la marca para verlo, preguntar y considerarlo como un posible candidato. En mi opinión, hoy por hoy, Kia ya está a la altura de muchas de las marcas generalistas europeas, y con el Carens ofrece una propuesta que supera incluso a alguno de sus rivales más renombrados.