Probamos el SUV compacto de la firma checa, el Skoda Karoq, cuyo precio en terminación superior Style, es de 30.570 euros, cifra que aumenta hasta los 33.690 euros teniendo en cuenta opcionales. No obstante, el importe final se queda en 30.170 euros gracias al descuento promocional actual de Skoda.
El Karoq pone de manifiesto la prioridad de Skoda por el confort de marcha, ya que ésta es una de las virtudes que más rápido se percibe al ponerse al volante. El conjunto mecánico integrado por el motor 1.5 TSI de 150 CV y el cambio DSG de siete marchas contribuyen a que la conducción sea suave y sencilla en todo momento. A todo ello, cabe sumar un interior práctico, generoso y bien acabado.
Kodiaq en minatura
En un primer vistazo, el Karoq destaca por sus proporciones compactas, con una longitud de 4,3 metros, una anchura de 1,8 m y una altura de 1,6 m a las que hay que añadir una distancia entre ejes de 2,63 metros. Desde el punto de vista puramente estético, el frontal del modelo mantiene la línea visual de su hermano mayor, el Kodiaq, tanto en la forma de la parrilla como en el diseño de las ópticas y de las considerables entradas de aire.
En general, el Karoq se caracteriza por líneas claras, sin estridencias, con un aspecto que genera una sensación de robustez y elegancia. Su silueta proporciona una imagen dinámica y destaca por los cortos voladizos de la carrocería así como por una línea de cintura ascendente y una leve inclinación de la línea de techo. También hay que destacar los marcados pasos de rueda, que contribuyen a generar un mayor carácter visual al vehículo.
En la zaga, las protagonistas son las líneas de orientación horizontal, que se encargan de acentuar la anchura de la carrocería. Los faros traseros, que están diseñados en forma de letra C siguiendo la tónica habitual de la marca, se dividen en dos partes, una de ellas integradas en el propio portón del maletero. En lo que respecta a opcionales exteriores, esta unidad dispone de pintura metalizada (535 euros) y de llantas de aleación de 18 pulgadas modelo Braga (90 euros).
Interior espacioso y de calidad
Una vez dentro del habitáculo del Karoq se aprecia un puesto de conducción ergonómico, de espacio generoso, muy confortable y con asiento que sujeta el torso de forma notable durante la conducción. El interior ofrece a los ocupantes una buena calidad de acabados que se percibe no solo en el ajuste de los diferentes paneles sino también en los materiales empleados.
Tal y como suele ser habitual en los modelos de la firma checa, el sentido práctico del habitáculo es una importante prioridad. Este aspecto lleva al Karoq a disponer, por ejemplo, de una importante cantidad de huecos para guardar pequeños objetos. La segunda fila de asientos ofrece una destacable amplitud para dos adultos, tanto por altura al techo como por longitud para las piernas. La considerable batalla del vehículo contribuye a optimizar este factor. No obstante, la plaza central no es tan cómoda como las laterales.
Por otro lado, esta fila posterior puede desplazarse de forma longitudinal, lo que permite adaptar el espacio en función de si se precisa más amplitud para los pasajeros o bien para el equipaje en el maletero. De este último hay que resaltar sus 521 litros, que lo convierten en uno de los más capaces de su categoría. Este volumen puede crecer hasta los 1.630 litros si se abaten los respaldos traseros.
Esta unidad, que pertenece al acabado Style, dispone de un buen equipamiento de serie que incluye, entre otros elementos, volante multifunción deportivo de cuero, climatizador automático, sistema de ayuda de aparcamiento delantero y trasero, cámara de marcha atrás y entrada USB.
Entre los opcionales del Karoq probado se encuentran los asientos deportivos (325 euros), los pedales en acero fino (90 euros), el sistema Front Assist con control de crucero adaptativo (625 euros), el sistema de navegación e infotainment Columbus con pantalla táctil de 9,2 pulgadas (1.130 euros), el sistema de radio digital DAB (105 euros) y el sistema de Telefonía Confort con Wifi (220 euros).
Equilibrio y suavidad de marcha
Bajo el capó de esta unidad se encuentra el motor 1.5 TSI de 150 CV, la alternativa de gasolina más potente de la gama que cuenta, además, con sistema de desconexión de cilindros. El motor ofrece una buena respuesta a bajas revoluciones y mueve el vehículo con suficiente soltura. Asimismo, la mecánica se distingue por un buen nivel de elasticidad general, aunque puede apreciarse alguna carencia de ímpetu al rodar a velocidad constante por repechos pronunciados si el coche va muy cargado.
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En la versión probada, este 1.5 TSI va asociado a una caja de cambios automática DSG de siete velocidades, que no solo proporciona una gran rapidez de cambio sino también una destacable suavidad de funcionamiento. Ello contribuye a que la conducción sea muy cómoda. La transmisión cuenta con tres modos distintos, normal (D), deportivo (S) y eficiente (E) y cada uno modifica el comportamiento del cambio para lograr unos resultados específicos.
En materia de prestaciones, esta versión ofrece unas cifras más que correctas, pues acelera de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos mientras que su velocidad punta es de 203 km/h. El comentado sistema de desconexión de cilindros se encarga de desconectar dos de ellos en los momentos en que la demanda de par motor no es elevada, por lo que siguen funcionando los otros dos. Este cambio no se percibe en absoluto desde el habitáculo, ni por comportamiento ni por sonoridad, pero supone una ventaja en materia de eficiencia.
Con esta combinación mecánica, el SUV checo homologa un consumo de 5,6 litros cada 100 km. Tras finalizar la prueba, el consumo obtenido por parte de esta unidad no fue tan ambicioso, pero se registró una media de 7,1 l/100km. En cualquier caso, se trata de un valor muy razonable teniendo en cuenta la cilindrada y la potencia del motor.
El confort, punto clave
A nivel dinámico, nada más ponerse en movimiento, el Karoq deja clara cuál es su principal prioridad. Y es que el confort de marcha se deja notar desde el primer momento. Donde mejor se comporta es por las grandes rectas de autopista, pues en este entorno se muestra como un excelente compañero para viajes largos. Su calidad de rodadura y su aplomo acentúan esta cualidad.
Por otra parte, hay que destacar que el sistema de amortiguación absorbe de forma efectiva las irregularidades del asfalto, algo que se agradece al rodar por carreteras en mal estado o por pistas de tierra. En cualquier caso, no hay que olvidar que esta versión no cuenta con tracción a las cuatro ruedas, por lo que el grado de motricidad en terrenos de adherencia limitada no es tan elevado como en el caso de integrarla.
A la hora de afrontar carreteras de montaña, el modelo de Skoda se muestra muy estable a ritmo moderado, si bien se perciben algunas oscilaciones de la carrocería si se practica una conducción animada. Por su parte, la dirección brinda un tacto suave, preciso y directo, aportando en todo momento una sensación de control y seguridad.
Hay que remarcar que el vehículo se muestra muy silencioso incluso a velocidades de autopista, factor que realza la comodidad general. Esta versión incorpora un programa de modos de conducción que permite escoger entre Eco, Normal, Sport e Individual, con variaciones en la respuesta del motor, de la transmisión, de la dirección y del climatizador en casa uno de ellos.
Conclusión
En definitiva, el Karoq es un modelo que pone el sentido práctico, la amplitud interior y sobre todo, el confort general, por delante de todo lo demás. A todo ello hay que sumar una mecánica que ofrece un importante equilibrio entre rendimiento y eficiencia, con la particularidad de que es capaz de desconectar automáticamente dos de sus cuatro cilindros para ajustar aún más los consumos.