No hay duda de que, hoy por hoy, entre las alternativas más sostenibles para los conductores que se muevan mayormente por ciudad se encuentran los pequeños utilitarios cien por cien eléctricos como el smart EQ forfour (conocido hasta muy poco como smart forfour electric drive). Cero emisiones, conducción silenciosa y coste por kilómetro más bajo que un coche equivalente con motor de combustión son sus grandes bazas. A ello, en este caso, cabe sumar su excelente maniobrabilidad. El precio es uno de los aspectos que puede convertirse en un hándicap. Y es que, sin tener en cuenta las ayudas estatales, el precio de serie de esta versión probada en acabado Passion, es de 24.402 euros.
[Videoprueba presentada por Joan Dalmau]
Desde el punto de vista estético, el Smart Forfour con motricidad cien por cien eléctrica no presenta diferencias reseñables si se compara con las versiones con motor de combustión. En este sentido, por tanto, conserva sus proporciones, pues el vehículo mide 3,49 metros de longitud, 1,66 m de ancho y 1,55 m de alto. Se trata de un coche que se distingue por unas proporciones compactas con cortísimos voladizos que muestran claramente su vocación urbana.
Por supuesto, también mantiene la estética juvenil y desenfadada de la que está dotada la familia Smart. Para identificar que estamos ante la variante eléctrica, la marca ha instalado detalles como el logo del enchufe en los laterales así como la nomenclatura “electric drive” tanto en el frontal (encima de la parrilla) como en la zaga (en la zona inferior del portón del maletero). En esta parte trasera, las protagonistas son las ópticas redondeadas y el paragolpes sobredimensionado.
La unidad probada incorpora de forma opcional algunos elementos como son las llantas de aleación de ocho radios de color negro y 16 pulgadas (103 euros) así como la célula de seguridad tridion del modelo de color verde metalizado (284 euros). Este último elemento se ha convertido en un punto diferencial que no solo refuerza la propia personalidad del modelo y sus posibilidades de personalización sino que contribuye a hacerlo aún más reconocible desde la distancia.
Suficiente para cuatro
Tal y como sucede en el exterior, la imagen desenfadada del exterior del smart EQ forfour también se traslada a su interior. El tablero tiene las formas redondeadas de todos sus elementos, entre los que destaca un indicador específico de esta versión, situado sobre el lado izquierdo del salpicadero. Aquí se pueden seguir en todo momento tanto el porcentaje restante de carga de la batería como el nivel de potencia entregada. Además, el cuadro de instrumentos dispone de diversos menús donde se pueden consultar desde el consumo hasta los flujos de energía, entre otra información.
Las contenidas dimensiones no implican ni mucho menos una carencia de espacio en el puesto de conducción, que se caracteriza por su comodidad, su postura de cierto aire deportivo y su buena sujeción del torso. A ello se añade un considerable nivel de ergonomía. Mientras tanto, la segunda fila de asientos se distingue por un buen acceso gracias al destacable ángulo de apertura. En estas dos plazas pueden viajar dos adultos con un razonable confort, aunque las personas con una altura superior a 1,80 m percibirán algo escasa la distancia al techo.
Hay que señalar que las ventanillas traseras son de tipo compás, por lo que su apertura es más reducida que la de unas convencionales. En lo que respecta a capacidad de maletero, no hay diferencias con respecto a la variante con motor de combustión. Esta versión forfour cuenta con un limitado volumen de 185 litros, casi 75 litros menos que la versión Fortwo. El motivo es la posición del motor, que en la versión probada (al igual que en la de combustión) se sitúa bajo el plano de maletero. Si se necesita más espacio y no se precisan las plazas traseras, es posible abatir estos respaldos, lo que brindará una capacidad de 975 litros.
En lo que se refiere a equipamiento, esta versión en acabado Passion integra de serie volante multifunción y pomo de la palanca de cambio de cuero, control de velocidad de crucero, airbags frontales, laterales y de rodilla para conductor, control de estabilidad, asistente de frenado activo y ayuda de arranque en pendiente, entre otros elementos. Además, esta unidad equipa opcionales como faros antiniebla (218 euros), apoyabrazos central delantero (115 euros) o paquete Cool & Media (859 euros), que dispone de climatizador automático y sistema multimedia con navegador, música en streaming y pantalla táctil de 7 pulgadas.
Energía para la ciudad
Bajo el plano del maletero del vehículo se encuentra su motor eléctrico síncrono, que tiene una potencia de 60 kW, equivalentes a 82 CV. Nada más pisar el acelerador ya se percibe su notable respuesta desde parado, pues ofrece un par motor de 160 Nm disponibles desde el primer instante. Este ímpetu se mantiene de forma constante, moviendo el vehículo con una importante soltura en zonas urbanas. El smart EQ forfour no incorpora una caja de cambios automática convencional, sino que se trata de un cambio de una sola marcha.
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Uno de los aspectos clave en un eléctrico es, sin lugar a dudas, su autonomía. En este caso, cabe señalar que el EQ Forfour puede llegar a rodar, según datos oficiales, hasta 155 km con una recarga. En condiciones reales de conducción, nuestra unidad pudo cubrir cerca de 120 km (con un consumo medio de 16 kWh cada 100 km). No hay que olvidar el tiempo necesario para completar cada recarga. Según datos oficiales, para alcanzar el 80% de su capacidad desde el 0% en un enchufe doméstico de tipo Schuko se necesitan alrededor de 6 horas. La unidad probada necesitó casi 8 horas para una recarga al 100% partiendo desde el 7% de capacidad.
No obstante, este tiempo se puede reducir fácilmente hasta 3,5 horas con una base de recarga de tipo wallbox, de las que se instalan en la pared. Este proceso se acelera aún más desde un punto de carga trifásica de 22 kW, capaz de recargar el 80% en solo 45 minutos. Hay que destacar que es posible controlar y modificar numerosos parámetros del coche desde una aplicación disponible tanto para smarphone como para ordenador. Por ejemplo, se puede escoger a qué hora nos interesa que se inicie la recarga, entre otras posibilidades.
Para alargar al máximo la autonomía, el vehículo dispone de un modo Eco, que se activa desde un botón ubicado junto a la palanca de cambio e incrementa la eficiencia sacrificando, eso sí, un cierto nivel de prestaciones. De todas formas, en el mejor de los casos el vehículo necesita 12,7 segundos para pasar de 0 a 100 km/h (puede rodar hasta a 130 km/h). La energía se almacena en una batería de iones de litio de 17,6 kWh de capacidad, que se sitúa bajo el piso entre los dos ejes. Smart garantiza que el rendimiento de la batería no será inferior al 80% durante los primeros 8 años o los primeros 100.000 km del vehículo. Si esto sucediera, la marca la sustituiría gratuitamente.
Agilidad “ratonera”
No hay duda de que el hábitat favorito del EQ forfour es el territorio urbano. Y es que uno de los rasgos que primero se aprecian al rodar por ciudad es su excelente maniobrabilidad, para la que saca partido tanto de sus contenidas proporciones como de su reducido diámetro de giro. Todo ello lo lleva a moverse como pez en el agua por las estrechas calles de cualquier urbe. Si bien no llega al mismo nivel de agilidad por este tipo de entorno que su hermano de dos plazas, lo cierto es que se le acerca mucho.
Además, su comportamiento fuera de ciudad es considerablemente mejor. Y es que, si bien queda claro que no estamos ante un coche pensado para largos viajes, puede ser adecuado para abandonar zonas urbanas puntualmente para desplazamientos cortos. En este sentido, ofrece un considerable nivel de estabilidad en carreteras de curvas y también un aplomo en grandes rectas más evidente que la versión de dos plazas.
El límite en este tipo de uso lo establecerán tanto el motor, que comienza a reducir su empuje al rebasar aproximadamente los 85 km/h y la ya comentada autonomía, que acotará en gran medida la distancia hasta nuestro destino. Por su parte, la dirección transmite un buen nivel de información durante la conducción aunque se agradecería que el tacto fuera algo más directo. Por su parte, hay que resaltar una capacidad de frenado efectiva incluso cuando se solicita cierta contundencia.
Conclusión
En definitiva, el smart EQ forfour se confirma como una opción realmente práctica e interesante para la movilidad urbana, tanto por sus cero emisiones como por el menor coste por kilómetro con respecto a la versión de combustión. Su autonomía puede resultar un inconveniente, pero lo cierto es que será suficiente para la mayoría de usuarios teniendo en cuenta que solo un bajo porcentaje de conductores realizan más de 120 kilómetros diarios. Evidentemente, queda descartado como coche para marchar de vacaciones pero hay que tener en cuenta que ése no es su objetivo.
Precio elevado para su excasa autonomía y tamaño.