Este comparativo propone dos SUV con buena habitabilidad y confort y que, de alguna manera, compiten contra los monovolúmenes en cuestión de comodidad y espacio, pero con la ventaja de unos diseños más atractivos y unas ciertas aptitudes off road que amplían la posibilidad de uso. Por un lado tenemos al Renault Kadjar que tras su llegada al mercado en 2015 y después de más de 450.000 unidades vendidas en todo el mundo, recibe nuevos motores y un restyling que mejora su estética y su interior.
Mejoras necesarias para enfrentarse al nuevo SUV compacto de Citroën: el C5 Aircross. Un modelo que ha tardado en llegar a nuestro país pero que lo ha hecho con fuerza y con la fama de ser una referencia en cuanto a espacio interior y modularidad. Las unidades de este comparativo cuentan con motores gasolina de cuatro cilindros en línea, 160 cv y cambio automático de siete marchas -en el caso del Kadjar- y 181 cv y cambio automático de 8 marchas para el Citroën.
Diseño: atrevido el Aircross, consevardor el Kadjar
Exteriormente el Kadjar recibe modificaciones que le sientan bien como una nueva parrilla, faros Led con intermitentes incorporados, detalles cromados en las luces antiniebla, un parachoques algo más agresivo y unas llantas que pueden ser desde 17” a 19”. Por su parte, el C5 Aircross ofrece un diseño más atrevido con un frontal en el que destacan las líneas alargadas con la separación de los grupos ópticos en dos conjuntos y una separación entre las parrillas y las dos hendiduras del capó delantero. En los laterales, pasos de rueda en negro y protecciones de plástico en la parte baja, mientras en la zaga los pilotos de Led y las inserciones cromadas, a modo de salidas de escape, son los protagonistas. La llantas pueden ser de 17”,18” o 19” y que en el caso de nuestra unidad eran de 18”.
En conjunto, se ve que el Citroën apuesta por un diseño más atrevido -con el que ofrece hasta 30 combinaciones posibles de colores- mientras el Renault mantiene un estilo más conservador, a pesar del restyling recibido. El recién llegado utiliza la plataforma modular EMP2 del grupo PSA, la misma que emplea el Peugeot 3008, aunque el C5 es algo más grande. Por su parte, el Kadjar utiliza la del exitoso Qashqai con medidas 4,48 metros de largo, 1,83 de ancho, 1,60 de alto y una batalla de 2.64 metros. El Citroen es un poquito más grande todo el. Mide 4 metros y medio de largo, 1,84 de ancho, 1,67 de alto y tiene una batalla de 2,73 que supera en casi 10 cm a la de su rival.
Bien por dentro
El Kadjar recibe modificaciones en su habitáculo que lo mejoran respecto a la anterior versión, mientras el C5 propone un diseño interior en línea con otros modelos de la marca, pero con materiales de mejor calidad. La pantalla del Renault de siete pulgadas tiene mejor respuesta táctil que la anterior, pero sigue estando en una posición demasiada baja. Los botones laterales se han sustituido por nuevos pulsadores táctiles y el funcionamiento general del conjunto ha mejorado.
Desde la pantalla se puede acceder a la mayoría de las funciones del coche, a la cámara trasera, a la navegación, radio, teléfono y diferentes aplicaciones, así como activar o desactivar algunas ayudas a la conducción y variar la iluminación ambiente y la del cuadro de instrumentos. El sistema es compatible con Apple Car play y Android Auto. Ahora, los mandos de los elevalunas incluyen función de subida y bajada automática con una sola pulsación y en la consóla central encontraremos dos conexiones USB, dos huecos portabebidas, los mandos de los asientos calefactables y el limitador de velocidad. El reposabrazos central tiene un amplio hueco y nueva función que permite deslizarlo.
Desde la pantalla táctil multimedia de 8” del Citroen –que está integrada en el salpicadero a una buena altura- podremos manejar el audio, la navegación o la conectividad de nuestro teléfono con Andrid Auto o Apple CarPlay. El cuadro de instrumentos digital configurable de 12” muestra, entre otras muchas cosas, los diferentes modos del sistema Grip Control, que se acciona a través del mando situado en la consóla central. Una consóla que dispone de varios huecos bien distribuidos y cómodos, y en la que también se encuentra el espacio de carga inalámbrica para el móvil. Destaca el hueco del apoyabrazos central que es espacialmente amplio y está iluminado. Los asientos son anchos y cómodos pero lateralmente sujetan mejor los del Kadjar.
Plazas traseras
El espacio y confort de las plazas traseras y la capacidad del maletero son puntos clave en coches como los que hoy comparamos y, en este sentido, el Citroën aventaja su rival. La segunda fila de asientos del Aircross tiene un formato de tres asientos totalmente independientes y del mismo tamaño que proporcionan una gran amplitud a los ocupantes de las plazas traseras. Se pueden regular longitudinalmente hasta 15 cm. por separado y cada respaldo es reclinable en varias posiciones.
Esta combinación consigue que el ocupante de la que solemos llamar “plaza central”, viaje en un asiento exactamente igual que el de sus acompañantes y con el mismo confort. Es más ancho que su rival y los ocupantes viajan con mayor espacio y comodidad. Por su parte, el Renault dispone de unas plazas traseras que ofrecen un buen espacio para las piernas y una buena distancia al techo, pero se ve superado por el Citroen en anchura y, sobre todo, por la comodidad del pasajero de la plaza central. En ambos casos, dispondremos de huecos tras los asientos delanteros y en las puertas para dejar objetos.
Maleteros: el Aircross gana
Y de las plazas traseras a los maleteros. El Aircross tiene una capacidad de 580 litros que se convierten 720 si desplazamos la segunda fila hacia delante, siempre con cinco plazas. Si por el contrario abatimos la segunda fila, alcanzaremos los 1.630 litros de capacidad. tiene líneas muy rectas y el suelo a dos alturas con lo que se consigue que, una vez abatidos los asientos traseros, se obtenga una superficie muy plana.
Eso sí, los respaldos deberemos abatirlos desde los mismo asientos, mientras en el Renault lo podemos hacer desde el maletero. El Kadjar se conforma con 472 litros con cinco plazas y 1.478 litros si abatimos las segunda fila de asientos. Aunque es algo más pequeño también es muy aprovechable. Tiene un doble fondo y un piso configurable en varias posiciones, unos tiradores que permiten abatir los respaldos en proporción 60/40 desde el maletero y un asiento del acompañante que se puede plegar, para transportar objetos de hasta 2,5 metros de longitud.
Motor mejorado para el Kadjar
El Kadajar dispone del nuevo motor de gasolina 1.3 TCe con una potencia de 160 cv a 5.500 vueltas y un par máximo de 260 Nm a 1.750. La respuesta es mucho más suave y constante que la de su antecesor y permite una conducción cómoda y fácil para el día a día. Cerca de las 2.000 rpm ya dispondremos de buena respuesta que, si bien no es nada explosiva, sí consigue llevarnos hasta el corte de un modo constante y eficaz. El cambio automático de siete velocidades ayuda a esa sensación de suavidad tanto en ciudad como en carretera, pero no es todo lo rápido y eficaz que nos gustaría en zonas viradas.
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Dinámicamente demuestra que es un coche creado para ofrecer un buen confort y huye de cualquier conducción sport o rápida en carreteras de montaña. La suspensión es blanda y la dirección no es muy directa y, eso, transmite sensación de poca agilidad, pese a ser un poco más ligero que el Citroen con sus 1.471 kg. Pero es mejor que el C5 Aircross si decidimos aumentar el ritmo en zonas viradas. La carrocería balancea algo menos y el apoyo en curva llega antes que en el Citroen. Por el contrario, los controles son demasiado intrusivos en cuanto forzamos la marcha. Buena repuesta de los frenos con un tacto de pedal bastante correcto. En cuanto a consumos, las cifras medias fueron 7,4 litros el Citroen y 7,1 el Renault.
Más potencia para el Citroën
El C5 Aircross aventaja al Renault en potencia gracias a su motor 1.6 de 180 cv a 5.500 vueltas, con un par de 250 Nm a 1.600, asociado únicamente a un cambio automático de 8 marchas. La respuesta es más viva que la del Renault y tan sólo en la zona alta del cuenta vueltas parece que nos falte un poquito. Pero en general es un motor muy eficaz. Tiene tres modos de conducción -Normal Eco y Sport- que permite adaptarse mejor a la conducción que deseemos realizar.
El funcionamiento del cambio es similar al de su rival pero al disponer de levas en el volante, podemos utilizarlo en modo manual de un modo algo más cómodo. Sin duda su punto fuerte es el confort, gracias al sistema de suspensión con amortiguadores progresivos hidráulicos, aunque también tienen su contrapartida. La suavidad y comodidad en la primera parte del recorrido de suspensión, hace que sea muy blando en el inicio de los virajes y que la carrocería balancee en exceso. Una vez en apoyo, la sensación mejora sensiblemente y se beneficia de una dirección más directa y precisa.
Equipados
En este acabado, el Renault incorpora de serie ayudas a la conducción y sistemas de seguridad como la asistencia a la frenada de emergencia, alerta cambio de carril involuntario, sensor de aparcamiento delantero y trasero con cámara, parking manos libres, techo fijo panorámico, faros full Led y asientos delanteros con calefacción, entre otros. Como opción, tan solo propone las pinturas Rojo Deseo, Azul Rayo o Verde Oliva por 727 € o la rueda de repuesto de emergencia por 103 €.
Por su parte el C5 Aircross, con el acabado de la unidad utilizada en este comparativo, dispone de serie de asistencia de cambio involuntario de carril, alerta de colisión, control de tracción Grip Control, faros Full Led, control de velocidad activo y adaptativo, levas en el volante y aviso de ángulo muerto, como principales elementos.
Opcionalmente puede contar con aparcamiento asistido y cámara de 360º por 500 €, tapicería mixta de cuero y napa por 1.400, techo panorámico eléctrico por 1.250 € y diferentes tipo de pinturas. La versión de acceso del C5 Aircross con motor gasolina cuesta 21.350 €, mientras que la unidad de este comparativo, con el equipamiento que incorpora, se va a los 34.575 €. En el caso del Kadjar, el acabado de acceso cuesta 21.568 € y la versión Black Edition de este video 29.875 €.
También fuera del asfalto
Ninguno de los dos han nacido para ser devoradores de caminos off road, sin embargo, ambos permiten aventurarse fuera del asfalto con garantías de éxito. Los dos ofrecen mayor distancia libre al suelo que un turismo -23 centímetros el C5 y 20 el Renault- y sistemas para mejorar la capacidad de tracción en condiciones desfavorables -con diferentes programas de funcionamiento y neumáticos M+S específicos- y con un sistema de ayuda de descenso en el caso del Citroen-.
Con todo ello, se desenvuelven bien en caminos de tierra con alguna dificultad. Ambos se muestran solventes para excursiones off road pero, en conjunto, el C5 saca partido de una suspensión más cómoda en terrenos en mal estado y de una respuesta más inmediata del motor.
Tras realizar este comparativo y haberlos probado en asfalto y tierra, las conclusiones son claras. Son coches que buscan ser prácticos, ofrecer el máximo confort, un buen espacio a sus ocupantes, buena capacidad de carga, y que su conductor tenga la opción de aventurarse fuera del asfalto. El Renault ha sido algo más efectivo en asfalto, mientras el Citroën se ha mostrado como la opción más cómoda en todos los aspectos, con un motor más vivo y un mejor comportamiento en off road.
me gusta el C5...