Hay vida más allá de Audi, BMW y Mercedes
¿Puede una marca generalista plantar cara a una Premium con una versión más lujosa de lo habitual de su berlina estrella? Hoy vamos a comprobarlo de la mano de dos modelos que sobresalen tanto por su diseño como por su calidad.
Ford y Skoda han recurrido a nombres míticos de su pasado como son Vignale y Laurin & Klement para otorgar prestigio a sus creaciones especiales. Echemos un vistazo a su historia para descubrir porque han sido bautizados así.
Breve introducción histórica
Carrozzeria Alfredo Vignale fue fundada en 1948 en la ciudad italiana de Turín. En sus inicios se dedicó a confeccionar carrocerías especiales para modelos de FIAT, Lancia o Cisitalia. Más adelante llegaron los Ferrari 212 Inter y 340 Mexico así como el sensacional Maserati 3500 GT entre otros. Incluso llegó a dar forma al Tatra T613 en 1968.
Alfredo Vignale vendió su negocio a Alejandro De Tomaso en 1969 y apenas cuatro años más tarde Ford se hizo con el control de De Tomaso y por ende de Vignale. Después de usar este nombre en algún que otro concept no ha sido hasta el Mondeo Vignale cuando ha vuelto a aparecer en un coche de calle.
Václav Klement fundó la firma de bicicletas Slavia en 1895 en la localidad de Mladá Boleslav, ubicada en la región de Bohemia que en aquel entonces formaba parte del Imperio Austro-Húngaro que actualmente pertenece a la República Checa. Cuatro años más tarde junto a Václav Laurin creó Laurin & Klement para producir motocicletas.
Su primer coche no se hizo esperar, de la mano del Voiturette Tipo A en 1905. En 1925 Laurin & Klement se fusionó con la industria metalúrgica Skoda Works con sede en Pilsen con lo que a partir de entonces sus automóviles adoptaron la marca Skoda. La época dorada de Skoda fue en la década de los años 30 con modelos como el 418 Popular.
La firma vivió un duro periplo al ser nacionalizada durante la etapa comunista del país de la Europa del Este. Poco después de la caída del muro de Berlín Skoda se convirtió en la cuarta marca independiente del Grupo Volkswagen.
Algo más que un Mondeo y un Superb
En esta prueba realizada en Masia Ca N'illa nos centramos única y exclusivamente en la calidad y el diseño de sus habitáculos. Sus carrocerías se distinguen de sus compañeros de gama con pequeños detalles que sólo el ojo experto puede apreciar.
El Mondeo pierde precisamente esta designación y en la parte posterior sólo encontramos el nombre de Vignale. Un sinfín de inserciones cromadas se han apoderado de marcos de las ventanillas, parachoques, puertas y demás elementos de carrocería. El color Vignale Nocciola (750 euros) y las llantas de 19” son dos de los elementos que más saltan a la vista.
En lo que respecta al Superb la diferenciación con el resto de la gama se limita a los anagramas Laurin & Klement que podemos apreciar en los pasos de rueda delanteros. Esta unidad estaba equipada también con llantas de 19”.
Acabados de primer nivel
La tapicería Luxury Premium Cashmere del Vignale es de las mejores que he visto en un coche de gran producción. La calidad de los materiales y el confort que aportan sus asientos hacen que estar acomodado en su primera fila sea un verdadero lujo para los sentidos.
El único pero que le puedo achacar a la primera fila es no contar con el sistema de masaje opcional y que el apoyo para la rodilla derecha del conductor es demasiado duro, llegando a ser molesto en largos viajes.
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Su segunda fila es muy cómoda con unas plazas exteriores muy confortables. Lástima que incluso tratándose de la versión con carrocería familiar, Sportbreak, la altura libre al techo es muy inferior a la del Skoda. En esta segunda fila ofrece detalles como las cortinillas plegables o las lunas sobre-tintadas, ambos opcionales.
Se echa en falta el sistema de cancelación de sonido Bose que se factura como un extra. Esta solución hasta ahora vista en modelos de categorías superiores consigue minimizar al máximo los ruidos provocados por el viento, rodadura y demás para conseguir así el máximo nivel de aislamiento acústico a través del sistema de altavoces del propio vehículo.
El tapizado de piel de serie en el acabado Laurin & Klement es el que cabe esperar en un coche Premium, no obstante, si lo comparamos con el del Vignale está por detrás. El del Ford está más cerca de lo que podríamos esperar de un Aston Martin, un Bentley o un Maybach que lo que ofrecen marcas como Audi, BMW o Mercedes-Benz.
El espacio a bordo del Superb es como su nombre bien indica, soberbio. La posición al volante es perfecta, difícilmente hay otro coche más cómodo a la hora de llevar a cabo un viaje largo.
La segunda fila ofrece un espacio tanto a la altura de la cabeza como para las piernas de 11 sobre 10. Para lograr una amplitud similar deberíamos buscar entre las versiones de batalla larga de Audi A8, BMW Serie 7 y Mercedes-Benz Clase S.
Es una lástima que en la pantalla delantera cuente con televisión. Sería mucho mejor que ofreciera dos pantallas integradas en los reposacabezas para que la pudieran disfrutar los pasajeros de la segunda fila.
En resumidas cuentas
Es una lástima que el mercado español tenga tantos prejuicios. La “marquitis” hace que más de uno y más de dos ni se planteen estos modelos pura y simplemente porque no son de una marca Premium. Sin embargo, ambos ofrecen un nivel de confort, una calidad y un diseño más que dignos de cualquier marca Premium.
Eso sí, el precio que hay que pagar por ellos está muy cerca del de un modelo de marca Premium. Con todos los extras tal y como los probamos el Ford se va hasta los 47.450 euros y el Skoda a 44.160 euros. Casi 50.000 euros, 8 millones de las antiguas Pesetas.
Si valoramos cuál de los dos modelos ofrece una mayor distinción con respecto al modelo que toma como base, el Vignale es el claro ganador. Son muchos los elementos tanto en el exterior como en el interior que lo separan del resto de la gama.
Por el contrario, si tuviera que escoger uno para mi me decantaría por el Laurin & Klement. El Superb es un coche ideal para viajar en familia, ofrece un nivel de confort y un espacio a bordo sin parangón. Además, con su carrocería sedán ofrece más maletero que el Mondeo familiar 625 litros del checo por 525 litros del americano.
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