Hyundai Vision N 74 y RN22e

Prueba a fondo en el circuito de Bilsterberg de los prototipos Hyundai Vision N 74 y RN22e. El primero es un híbrido enchufable con pila de combustible y el segundo un eléctrico puro. Dos coches casi de carreras con 680 y 585 CV respectivamente.

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El circuito de Bilsterberg es una referencia en cuanto a instalaciones y cuidado de su asfalto. Por lo general aquí sólo tienen acceso los socios del propio circuito, un selecto club que debía abonar en torno a 70.000 euros como cuota de inscripción. Tal fue el éxito del circuito que ya no existe la posibilidad de incorporar más socios.

Hyundai alquiló la instalación para una prueba única, la de sus dos últimos prototipos, los Vision N 74 y RN22e. Esta es por tanto una de las poquísimas oportunidades que tienes de rodar en un circuito tan especial como Bilsterberg.

Por lo general sólo tenemos la oportunidad de ver de cerca a prototipos únicos como estos. Sin embargo, esta vez además de verlos y tocarlos los podíamos probar. Y no hablo sólo de circular unos metros a 20 km/h. Los íbamos a probar a fondo en circuito. Primero era el turno del N Vision 74. Un coche inspirado en el Hyundai Pony Coupe Concept de 1974, un prototipo que Giugiaro diseñó para la firma coreana y que lamentablemente no llegó jamás a materializarse como modelo de serie.

Curiosamente el diseño del Pony Coupe Concept sí terminó llegando a la producción con otra marca, Giugiaro adaptó ese diseño al encargo que recibió años después de DMC para hacer el DeLorean. Efectivamente, el icónico coche de Regreso al Futuro.

Tras este apunte histórico, los diseñadores de Hyundai tomaron como inspiración el primer prototipo de la marca. Pero dotándolo al mismo tiempo de una estética futurista y de coche de carreras con alerones de gran tamaño, así como con llantas estilo turbofan.

No sólo se trata de un ejercicio de estilo, también es un laboratorio rodante. El N Vision 74 es un híbrido enchufable con pila de combustible. Vamos que funciona tanto con el hidrógeno de sus dos tanques de 4 kilos de capacidad, como con la electricidad que podemos cargar enchufando su batería de origen Rimac.

Fue una experiencia bestial poderlo conducir. La respuesta de sus dos motores traseros que suman 680 CV es demencial. Ofrecen una descomunal capacidad de empuje y además es muy sencillo derrapar de forma controlada. ¿Quién me iba a decir que un híbrido enchufable de pila de combustible iba a ser tan divertido?

En el habitáculo se perciben muchos ruidos de transmisión, frenos y demás. No en vano, es un prototipo de desarrollo configurado como un coche de competición. Eché en falta unos frenos a la altura de las circunstancias, el conjunto de acero que montaba perdía efectividad en apenas una vuelta. El desorbitado peso del conjunto, próximo a las 2,4 toneladas requería de unos frenos más potentes.

Para nada esperaba que me lo pasaría incluso mejor al volante del RN22e. La estética del N Vision 74 era más espectacular, sin embargo, esta especie de Ioniq 6 de carreras es un eléctrico puro animado por dos motores, uno delantero y otro trasero, que juntos suman 585 CV.

El año pasado había conducido brevemente un Porsche Taycan Turbo S y me había dejado impresionado. Además de por su aceleración desquiciante, por dar la sensación que pesaba menos de lo que en realidad pesaba.

Este Hyundai RN22e todavía lleva más esta sensación de disimular el peso. Con su sistema de Torque Vectoring es bestial lo ágil que llega a ser. Nadie diría que pesa casi 2,5 toneladas. Claro está que se trata de un coche de carreras, con todos los refuerzos que aporta la jaula de barras antivuelco, sin asientos traseros, con alerones…

Lo mejor del RN22e es su capacidad de tracción, puedes acelerar a fondo desde el mismo Apex de la curva con una efectividad que no imaginas. Ahora bien, si te anticipas un poco más o eres demasiado generoso con el pedal derecho, entonces derrapa y vamos si derrapa. Al igual que el Vision N 74, desliza el eje posterior de forma controlada y noble, siempre ves lo que va a pasar y de da tiempo a reaccionar con el volante para girar las ruedas delanteras en sentido opuesto para controlarlo.

Fue un verdadero lujo tomar parte de una experiencia así, dando feedback de las sensaciones de conducción a los técnicos de la firma coreana y al mismo máximo responsable de Hyundai N, Albert Biermann, quien años atrás había estado al mando de BMW M.

Sería genial que un coche tan espectacular como el Vision N 74 termine llegando a la serie. Claro está que si lo hiciese con este sistema de propulsión híbrido con pila de combustible tendría un coste desmesurado y además no se podría repostar casi en ningún sitio.

Sin embargo, si llegase a la producción animado por un motor de 6 cilindros turboalimentado de en torno a 500 CV y encima a un precio competitivo… Entonces seguro que sería un superventas en mercados como el asiático, el americano, incluso en Europa.