Ha pasado medio año desde que os presenté el nuevo Jeep Avenger, en su versión eléctrica. Ahora, Jeep ha decidido traernos este mismo coche pero en versión gasolina, equipado con un pequeño motor de tres cilindros, 1,2 litros, con turbo, que da 100 CV.
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Jeep vende esta version gasolina del Avenger en España, Italia y Polonia, este último país donde se fabrica. La marca norteamericana, bajo el paraguas de Stellantis, considera que en estos mercados vender solo la versión eléctrica es perder la oportunidad de matricular un buen número de unidades. Y muy probablemente esté en lo cierto.
Aquel primer Jeep Avenger que os presente en versión eléctrica era de color azul. Este es de color amarillo, cada cual más bonito.
Enlace a la videoprueba del Jeep Avenger eléctrico
Os recuerdo este detalle porque el color de la carrocería es una de las pocas cosas que cambian en ambos coches. La otra es lo que hay bajo el capó, un motor térmico de origen Stellantis que podemos ver montado en un Peugeot 208, por ejemplo. La potencia, 100 CV, la entrega a 5.000 r.p.m., mientras que su par máximo, 205 Nm, lo da a 1.750 r.p.m. Va unido a un cambio manual de 6 velocidades. No hay opción de cambio automático.
La palanca de cambios de la consola central es la única diferencia que vemos a nivel visual en comparación con la versión eléctrica. No se ven, por ejemplo, los pulsadores de la marcha adelante y atrás del eléctrico, pero lo cierto es que se percibe menos espacio en la consola, debido a la presencia del cambio. No obstante, los huecos son buenos. Otra diferencia respecto al eléctrico la encontramos en los menús del sistema, así como en el cuadro de relojes. No hay menú de reparto de energía ni de carga de batería. Todo es más sencillo, a la vieja usanza, diríamos.
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Al ser un motor térmico, es necesario tener un cuentarrevoluciones, que en este coche es de tipo barra, no de tipo aguja. Es un coche bien acabado, quizás con un poco exceso de plástico, pero agradable en diseño, con una buena posición de conducción y en definitiva, muy cómodo.
Plazas traseras algo estrechas
Las plazas traseras tienen el espacio esperado en un coche de su tamaño. Son un poco cortas de espacio entre filas, las personas más altas rozarán con las rodillas en el respaldo de los pasajeros delanteros. La altura al techo es correcta. No hay reposabrazos central, y sí tomas usb. El pasajero de la fila central también va algo incómodo debido a la estrechez del habitáculo y la presencia del cofre delantero, muy intrusivo. El maletero también es muy funcional. Esta versión de gasolina tiene más capacidad que la eléctrica: 380 litros frente a los 355 litros que vimos en la prueba de hace unos meses. Aun así, es un maletero pequeño. Bajo el piso tampoco hay apenas hueco.
Motor de gasolina muy suave y económico
En marcha, destaca el funcionamiento suave del motor. No hace ruido apenas, parece eléctrico. La pega es que se percibe algo corto de potencia. Viajando solo o rodando en ciudad no se nota, pero si cargamos el coche y hacemos largas rutas con puertos de montaña se queda justo. Quizás hubiera sido un motor de 4 cilindros algo más potente, dentro del grupo Stellantis hay varios ejemplos. Se igualaría casi en potencia con el eléctrico, pero el coste sería superior. Los largos desarrollos también influyen en esta sensación de poco empuje, sobre todo a bajas vueltas. Obliga a usar bastante el cambio. Después de haber probado una versión y otra, considero que dinámicamente va mejor el Jeep Avenger eléctrico. Las cifras lo corroboran. El Jeep Avenger eléctrico hace el 0 a 100 en 9 segundos. Este, de gasolina, emplea 10,6 segundos, casi dos segundos más, y te obliga a trabajar bien el cambio de marchas y el embrague.
¿Cuánto gasta?
El consumo es bueno. En la prueba me dio una media de 5,8 litros a los 100. Es fácil mantener el consumo por debajo de los seis litros si practicamos una conducción eficiente. Tiene desarrollos largos, y especialmente la sexta marcha, que ayuda mucho a reducir el consumo a velocidad de crucero. El Jeep Avenger también destaca por ser un coche muy cómodo. La suspensión es blandita, aunque esto provoca algunos balanceos de la carrocería en las curvas. Se lleva bien, porque la dirección es bastante directa, aunque está demasiado asistida, para mi gusto.
Aptitudes todocamino del Jeep Avenger
Ese confort de marcha beneficia el rodar fuera de pista. Ya sé que la mayoría de los que estáis pensando en comprar este coche no vais a salir al campo. Pero tened en cuenta que os perdéis una de las buenas aptitudes del Avenger. No es un TT, no tiene tracción integral, pero sí cortos voladizos y una buena altura libre. Y sus reducidas dimensiones lo hacen bastante ágil para moverse fuera de la carretera. Además cuenta con unos modos de conducción específicos para off-road. Qué sería de un Jeep sin un sistema para rodar con un mínimo de seguridad fuera del asfalto, verdad? Pues la marca americana ha pensado en la electrónica para solucionar el asunto. Es el primer vehículo de Jeep con tracción delantera que viene de serie con el sistema Selec Terrain y con control de descenso de pendientes. Podemos activar varios modos de conducción: Eco, Normal, Barro, Arena y Nieve.
Estos modos de conducción para fuera de carretera facilitan el avance en momentos un poco delicados. Esta ayuda electrónica evita que tengamos que jugar en exceso con las inercias para subir, con el peligro de golpear la carrocería. Insisto: no es un todoterreno, no monta reductora, pero al tener una carrocería con voladizos cortos, cuenta con unos buenos ángulos característicos: el ángulo de ataque y el ángulo ventral son de 20 grados, mientras que el ángulo de salida es de 32 grados. La altura libre al suelo también es buena: 20 centímetros. Los neumáticos tienen perfil 55, mejor de lo esperado para estar montados en unas llantas de 18 pulgadas, y esto beneficia el rodar en off-road. Jeep no descarta lanzar una versión 4x4 del Avenger para más adelante. Creo sinceramente que sería buena idea ofrecer un Avenger más campero, porque así potenciaría algo más su versatilidad de uso.
¿Cuánto cuesta el Jeep Avenger 1.2 Turbo?
Si alguna ventaja tiene esta versión del Avenger con motor de gasolina es que es considerablemente más barata que la eléctrica. Está a la venta a partir de 23.300 euros de tarifa. A este precio podemos restarle alguna que otra promoción, y acercar el precio a los 20-21.000 euros en el momento de hacer este video. Si tenemos en cuenta que el Avenger eléctrico cuesta 14.200 euros más, 37.500 euros de partida, es fácil entender que la versión que más se va a vender en España sea esta.
Un buen motor turbodiesel de 1.6 es lo que necesitaba ese coche. La mitad de consumo, la mitad de problemas, y el doble de duración.
Y con microhibridación, como elemento necesario dadas las circunstancias actuales.