Kia ha presentado la renovación de media vida del Ceed, su modelo compacto del segmento C. El parecido con el coche que se vendía hasta ahora es evidente, de modo que hay que fijarse en una serie de detalles estéticos para diferenciarlo, entre ellos el nuevo logotipo de la marca. La renovación afecta a las tres carrocerías del modelo, la de 5 puertas, el familiar llamado Tourer y el Proceed, que es también un familiar, pero más elegante y menos funcional. En esta primera toma de contacto hemos conducido la versión con motor de gasolina de 160 CV, cambio automático y acabado GT Line.

En el frontal es donde se concentran las principales novedades estéticas. La parrilla añade unos perfiles decorativos dentro de la misma y los parachoques, rediseñados y diferentes en función del acabado, ya que los más deportivos GT y GT-Line, tienen un aspecto más vistoso y están remarcados con elementos en color negro brillante. Los faros, aunque mantienen la misma forma, son ahora de LED en todas las versiones e incluyen una disposición diferente de los distintos elementos que los componen.
En la parte trasera, cambian también los parachoques de todas las versiones y se modifica tanto el diseño de los faros (la forma no) como el de los logotipos que aparecen en esta zona. Los pilotos tienen ahora un diseño con pequeños puntos de luz rojos, como si estuvieran detrás de una parrilla negra y los intermitentes de las versiones más equipadas son secuenciales. Como es habitual en estos casos, también se renueva la gama de llantas de aleación, que van de las 16 a las 18 pulgadas y se añaden nuevos colores de carrocería.
La nueva gama del Kia Ceed está compuesta por seis motores, cuatro de gasolina, uno diésel y otro de tipo híbrido enchufable que solo está disponible con la carrocería Tourer familiar. Los motores de gasolina son el 1.0 de tres cilindros en versiones de 100 y 120 CV, un 1.5 de 160 CV y para las versiones GT, un motor de 1,6 litros que rinde 204 CV de potencia. La versión diésel, la única disponible, lleva el motor de 1,6 litros habitual de la marca en su variante de 136 CV.
El motor 1.5 de gasolina de 160 CV que hemos probado es, en mi opinión, es uno de los más equilibrados ya que tiene una potencia más que suficiente y combinado con el acabado GT, consigue un interesante toque deportivo. Este motor, que se introdujo en 2020 en sustitución del 1.4 de 140 CV usado hasta entonces, dispone del sistema de micro-hibridación de 48 voltios que le permite disponer de la etiqueta Eco de la DGT. También la recibirán el diésel y el motor de 120 CV, aunque en este último caso, Kia venderá el coche con y sin el sistema híbrido ligero y, por lo tanto, con y sin la codiciada etiqueta.
La variante híbrida enchufable mantiene el mismo sistema de propulsión que hasta ahora y que combina un motor de gasolina de 1,5 litros atmosférico de 105 CV y un motor eléctrico de 61 CV. Con este propulsor, la marca anuncia una autonomía de 57 km en ciclo urbano. Recordemos que solo está disponible con la carrocería familiar.
Más equipamiento de ayuda a la conducción
En el equipamiento de seguridad se incluye la función de accionamiento de la dirección combinada con el detector de ángulo muerto que genera resistencia en el volante si vamos a invadir el carril contiguo y viene algún coche por él, el aviso de reanudación de marcha, que avisa cuando el vehículo que llevamos delante en un atasco ha reemprendido la marcha y el sistema de aviso de posible colisión al dar marcha atrás, tanto contra algún objeto fijo como con vehículos que se acerquen en perpendicular. Se mantienen el control de crucero activo, el mantenimiento de carril, el detector de fatiga y el sistema de frenada de emergencia con aviso de posible colisión con reconocimiento de peatones y ciclistas.
En el interior los cambios son mínimos y se mantiene el diseño con la gran pantalla de 10,25 pulgadas en las versiones más equipadas (8 pulgadas en las de gama baja) situada en una posición preminente sobre el salpicadero y que da servicio al sistema de información y entretenimiento, al teléfono móvil (es compatible con todos los teléfonos) y a la cámara de marcha atrás. La instrumentación es digital, cambia según el modo de conducción elegido, y tiene una pantalla de 12,3 pulgadas
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Detrás hay una banqueta bastante amplia, con buen espacio para las piernas y una altura al techo también muy correcta. El maletero, por su parte, tiene una capacidad de 357 litros lo que le sitúa en la zona media de su categoría. Las versiones sin hibridación tienen una capacidad superior, con 395 litros, pero, claro, no tienen la batería de 48 voltios debajo.
Una suspensión muy conseguida
Con el cambio automático DCT de siete relaciones, este Kia Ceed 1.5 de 160 CV acelera de 0 a 100 km/h. en 8,6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 210 km/h. Su consumo medio homologado es de 5,7 litros a los 100. En nuestra toma de contacto, el consumo medio se estabilizó en poco menos de seis litros a los 100 km. El motor tiene un tacto muy agradable, sube de vueltas con cierta energía, aunque eso sí, por encima de las 2.000 vueltas y para un coche de este tamaño, le proporciona una vivacidad destacable.
Este coche tiene una suspensión tirando a blanda para conseguir un elevado grado de confort, pero, por otra parte, su arquitectura le proporciona un comportamiento dinámico muy conseguido. El Kia Ceed es de los pocos modelos compactos que ofrece, en todas sus versiones una suspensión trasera por paralelogramo deformable, una solución más cara y más compleja que las barras de torsión que llevan sus principales rivales, del León al Golf pasando por el Mégane, los nuevos Astra y 308 o las versiones menos potentes del Focus. Y eso se nota. El Ceed es un coche muy equilibrado de suspensión. Ofrece confort en un rodar tranquilo y acepta que se fuerce el ritmo sin problemas gracias al buen hacer de este eje trasero.
Con una dirección no muy informativa y asistida en exceso, el Ceed se muestra ágil, pero podría ser un poco más preciso. En cualquier caso, es un coche fácil de conducir, reactivo a las demandas de volante y acelerador y que, insisto, proporciona un buen nivel de confort de marcha a todos los pasajeros.
Los precios de la gama arrancan en 14.300 euros financiando con la marca para la versión de 100 CV en acabado Concept mientras que el coche que os hemos mostrado, con el motor de 160 CV, caja automática y acabado GT-Line se nos va a 24.919 euros, también si financiamos con la marca.
Lo cierto es que nos llevamos un muy buen sabor de boca con este coche. Si hasta ahora ya era uno de los compactos más interesantes por su equilibrio general y, sobre todo, por su precio, ahora, con las mejoras de equipamiento y con los nuevos detalles estéticos, se convierte en un coche más maduro, en su mejor momento, y con unas tarifas muy competitivas si se financia con la marca, y más que correctas si se abona al contado. Lo dicho, un producto para, como mínimo, tenerlo presente en cualquier lista de la compra de un compacto del segmento C.
A
Prefiero las marcas europeas con más sentido del gusto por diseños limpios