El Porsche 911 Carrera S Manual al ser más analógico te conecta más con la conducción. Vivimos en un mundo en el que todo se está automatizando. Es todo un rara avis que siga existiendo a día de hoy un deportivo de este calibre con cambio manual. Un coche que compite de tú a tú con AMG GT, Aston Martin Vantage, Audi R8, Lamborghini Huracán y McLaren GT.
El precio de este 911 Carrera S es exactamente el mismo entre la versión manual y la PDK… 140.006 euros euros. El manual viene de serie con el Paquete Sport Chrono, este cronómetro que hay en lo alto del salpicadero, así como este botón del volante que permite cambiar de modo de conducción. Eso sí, con todos los extras esta unidad sobrepasa la barrera de los 150.000 euros, llegando a 156.311 euros.
Ahora bien, si no te llega para el nuevo ahora mismo en coches.net tenemos más de 600 unidades de Porsche 911 de segunda mano. Los hay desde apenas 20.000 euros. El sueño de tener un 911 a un precio bastante ajustado.
Manual de 7 relaciones
Porsche es una marca con una larga tradición, una marca con una clientela muy fiel. Una marca que respeta su tradición y escucha detenidamente la opinión de sus clientes más fieles. Es precisamente por todo esto que hoy sigue existiendo un Porsche 911 con caja de cambios manual.
La firma de Stuttgart fue la primera que utilizó una caja de cambios manual de 7 relaciones. Lo hizo en el año 2011 con la colaboración de ZF, quien creó una caja que estaba basada en la PDK también de 7 relaciones, pero automática de doble embrague. Aquella caja que estrenó el 991, se mantiene en el nuevo 992.
Cuenta con un sistema patentado que evita que insertemos séptima velocidad por error. A no ser que introduzcas antes quinta o sexta, la caja no deja que desplaces la palanca hasta la séptima. Esta solución está pensada para que no te equivoques al pasar de cuarta a quinta y termines en séptima. Con esta caja no te ocurrirá.
Prestaciones de infarto
Este 992 Carrera S acelera de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos. Sin embargo, con la caja de cambios PDK realiza el mismo ejercicio en 3,7 segundos. Un registro que mejora sustancialmente si optamos por el Paquete Sport Chrono, parando el cronómetro en 3,5 segundos.
El automático es 7 décimas segundo más rápido que el manual. Y eso que el manual es 35 kilos más ligero… Pesa menos de una tonelada y media. 1.480 kilos para ser exactos. Se pierde el diferencial de gestión electrónica, en su lugar recurre a un diferencial autoblocante mecánico con Porsche Torque Vectoring.
Lo que más llama la atención es lo bien que transmite la potencia al suelo el eje trasero. Hasta ahora únicamente había probado 992 con tracción integral. Esta efectividad también se debe en gran medida a la disposición del motor trasero, así como a los neumáticos Pirelli PZero con medidas 305/30 ZR21 y marcaje de fábrica.
Tales son las prestaciones de este flatsix, que me recuerda mucho al 996 Turbo que tenía mi amigo Mister Waizer. Esa patada del turbo, ese cambio manual. En sensaciones puras es bastante parecido. Con la gran diferencia que el morro del 992 va pegado al asfalto cuando aceleras y no ofrece esa sensación de flotabilidad estilo lancha motora del 996.
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El motor seis cilindros biturbo de 3 litros de este Carrera S es una auténtica pasada. Anuncia 450 CV a 6.500 rpm y 530 Nm de 2.300 a 5.000 rpm. Una más que respetable potencia específica de 151 CV litro. No obstante, una vez que lo conduces parece que empuja mucho más de lo que declara.
Si me dicen que tiene 550 CV me lo creería. Encima la sensación de patada que transmite con el cambio manual es todavía superior. Es alucinante como te quedas pegado al asiento cada vez que sueltas el pie del embrague y aceleras con decisión.
Pero no solo eso. Cada vez que vas en modo Sport o Sport Plus y bajas de marcha, la caja hace el punta tacón por ti. Antes de insertar la marcha inferior, el motor sube de vueltas para tratar de igualar el régimen al que giraba antes del cambio. Precisamente hace esto porque al seleccionar la palanca manual, Porsche ofrece de serie sin coste alguno el paquete Sport Chrono.
En lo que a sonoridad del motor se refiere, es recomendable seleccionar la opción del sistema de escape deportivo con salidas en color negro. Un extra que suma 2.973 euros más, pero que hace que el motor turbo suene casi como un atmosférico.
Claro que otra opción interesante es la del conjunto de frenos cerámicos. Eso sí, el equipo de serie formado por discos de acero ofrece un rendimiento espectacular. Porsche es toda una referencia en este campo.
La dirección ofrece una precisión y sobre todo un grado de conexión casi perfecto. Es justo lo que esperas en un vehículo de estas características. Sentirte lo más conectado posible a lo que está pasando, a la carretera.
En resumidas cuentas
Antes de probarlo ya esperaba que esta caja iba a ser más lenta. Pero ahí te asalta la pregunta. ¿Hace falta ser el más rápido frente al cronómetro en el 0 a 100 km/h? ¿Hace faltar ser el más rápido en hacer una vuelta al Nürburgring? No son más que cifras. Datos que nos permiten sobre el papel situar a un coche con respecto a sus rivales.
Lo que importa de verdad son las sensaciones. La experiencia que terminas viviendo al volante. En esto el manual transmite mucho más que el automático. Tener que recurrir al pie izquierdo para accionar el embrague. Soltar la mano derecha del volante para mover la palanca del cambio. Esa coordinación necesaria para realizar un simple cambio de marcha es mucho más lento que darle a una leva en el volante. Sin embargo, necesita de una mayor concentración. De una mayor involucración tuya en lo que estás haciendo que es conducir.
Das Auto.